Estudiantes movilizados de Paraguay botaron a ministra y piden reunirse con el presidente
Los estudiantes secundarios de Paraguay están viviendo momentos álgidos de movilización que hacen recordar lo hecho por sus pares chilenos en 2011. Se trata de un movimiento que ha revindicado su independencia respecto a partidos políticos y que nació del seno del descontento de los estudiantes.
Agrupados en la Organización Nacional Estudiantil (ONE), en la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) y la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy), exigieron la renuncia de la ministra de Educación Marta Lafuente, con más de 130 colegios tomados por jóvenes reivindicando el pedido. Desde el emblemático Colegio Nacional de la Capital (CNC), dieron exigieron la salida de Lafuente en 48 horas.
No fueron dos días, sino tres. A las 72 horas del pedido, la ministra Lafuente presentó su renuncia. Desde el inicio de su gestión que era cuestionada tanto por docentes como estudiantes. Los profesores no le perdonan que tras la huelga general de 2013 les descontara los días no trabajados, mientras que los estudiantes denuncian techos desplomados, incumplimiento de compromisos en merienda, kits y boleto escolar. La toma de colegios, sin posibilidad de diálogo hasta su renuncia, fue la medida de presión que la obligó a dar un paso al costado.
Si bien la noticia de la renuncia fue ampliamente celebrada en Paraguay, para los jóvenes no es suficiente. Exigen reunirse directamente con el presidente del país, Horacio Cartes, con quien esperan establecer mesas de trabajo. “Un cambio en la estructura completa del ministerio es lo que necesitamos; suprimir esa megaestructura que es actualmente y que genera una burocracia enorme con la que es imposible trabajar con los estudiantes”, señaló la vicepresidenta de la ONE Abigail Scarpellini. Entre estudiantes y docentes esperan también un aumento de la inversión en educación, pidiendo que suba hasta el 7% del PIB.
Desde el pasado lunes, se inició un paro nacional al que adhirieron los gremios docentes. Los secundarios exigen que el gobierno declare emergencia nacional por la crisis de infraestructura que se vive en las escuelas. Por ejemplo, en solo 48 horas se desplomaron los techos de las escuelas María Felicidad Gonzalez en Asunción y Padre Adriano Formoso, en Itapúa.
Ese mismo día juró como nuevo ministro de Educación y Cultura Enrique Riera, un político paraguayo reconocido por su carácter de "conciliador". Apenas asumió dijo que se reuniría con los estudiantes "cuando quieran y donde sea". De hecho, entregó su número de teléfono personal en una conferencia de prensa. Declaró también que comparte muchas de las demandas, como por ejemplo la declaración de emergencia por infraestructura. "Todos los reclamos de los estudiantes son razonables, por lo que hay que sentarse a hablar con ellos", afirmó.
Pero hasta ahora, no hay mayores definiciones. Los estudiantes exigen reunirse sí o sí con el presidente y, tal como los pescadores en Chiloé, critican que su presidente haya iniciado una gira al extranjero en medio de la crisis. Cartes se encuentra en Buenos Aires en visita diplomática, mientras continúan las movilizaciones. Aunque se espera que para esta semana se concrete el encuentro entre el Ejecutivo y los estudiantes.