Ya ha pasado casi exactamente un año desde que Ricardo Hormazábal, histórico militante de la Democracia Cristiana y ex dirigente sindical, disputara las últimas elecciones a la presidencia de la democracia cristiana. Con un discurso que emplazaba a las figuras de Jorge Pizarro y de Ignacio Walker, Hormazábal representó una minoría disidente a cómo los mencionados dirigentes han conducido la DC.

En conversación con eldesconcierto.cl, el ex senador y presidente de la DC abordó la actitud que ha tenido el partido ante el debate de las reformas impulsadas por el gobierno de Michelle Bachelet, destacando que finalmente, ante proyectos clave como son el fin al binominal y la gratuidad en la educación superior, se cuenta con esos votos.

¿Qué le pareció el trámite de la ley de despenalización del aborto en tres causales de la semana pasada?
-Era una ley indispensable de realizar y es natural encontrar opiniones adversas. Personalmente soy contrario al aborto porque soy una persona partidaria de la vida, así lo establecen los principios y acuerdos de mi partido. Pero al mismo tiempo definen que hay circunstancias excepcionales en que este derecho a la vida puede ser alterado. Además la interpretación del Quinto Congreso del partido si bien rechaza el aborto-incluso el terapéutico- sostiene que hay situaciones excepcionales en las cuales sí se puede intervenir.

¿Cómo ha sido el actuar histórico de la DC respecto a este tema?
-Eduardo Frei Montalva ni como ministro ni como Presidente intentó cambiar el código sanitario que contemplaba el aborto terapéutico. Así está establecido por demócratacristianos de una integridad enorme como Alejandro Silva Bascuñán y Enrique Evans, que cuando Jaime Guzmán propuso en la comisión constituyente de la nueva constitución llevarlo a ser una prohibición constitucional, ellos señalaron que era un abuso en cuanto intentaba imponer una visión religiosa al conjunto de los chilenos.

¿Y qué le ha parecido la forma en que ha actuado hoy su partido en el debate?
-A mi me parece muy respetable que el partido haya acordado libertad de conciencia, porque la DC no es un partido confesional. Además creo que las indicaciones que presentaron son las apropiadas. En el tema más discutido, el de la violación por ejemplo, no hay que olvidar que durante el gobierno de Lagos -cuando yo era presidente del partido-, aprobamos la entrega de la píldora del día después, que está precisamente concebida para situaciones como esa. Ahora, ocurre que la realidad muestra que muchas veces el violador es una persona cercana. Hay temor en denunciarlo y ahí la píldora del día después deja de ser efectiva. En las tres causales lo más importante es que el Estado respete la decisión de la mujer, ya que no obliga a nadie. En ese sentido creo que se respetan las opciones religiosas y la libertad de las personas.

Hubo figuras públicas que se vieron como principales opositores para este proyecto, entre ellas Soledad Alvear.
-Yo creo que Soledad Alvear ha sido consecuente con sus propias creencias. Lo que ella echa de menos es que haya una mayor definición del acompañamiento, y eso que ha sido propuesto por los parlamentarios DC, que se acompañe a la mujer, tanto a la que decide abortar por violación , como la que decide mantener a su niño dentro de su seno materno. La discusión tiene que darse de manera respetuosa, y me pareció denigrante la actitud de la derecha, que con sus expresiones rebajaron lo que pudo ser una legítima discrepancia a nivel de principios.

¿Cree que las intervenciones mostraron una cierta crisis de la derecha?
-Yo creo que el nivel de la discusión es tremendo. Ver a gente de la UDI diciendo "DC asesinos" es ya una demostración del nivel psicológico en el que se encuentran. La UDI es el principal partido comprometido en una corrupción tremenda y el principal partido que ha participado en violaciones de DDHH de madres, niños y tanta gente.

Otro debate en el que la DC ha sido protagonista ha sido la reforma laboral.
-Pero todos los diputados de la DC votaron a favor de la reforma. Carolina Goic, el independiente Pedro Araya, incluso el presidente de la DC, Jorge Pizarro. Hay solo cuatro senadores del partido, cuatro, que han violado acuerdos del congreso nacional de la DC. El partido tiene aprobado por ejemplo la negociación colectiva interempresa, pero estos cuatro senadores no han cumplido con las exigencias que los demócrata cristianos tenemos.

También impulsaron el ítem de “Adecuaciones necesarias”, que se dijo que podía abrir una puerta al reemplazo interno.
-Una buena huelga no puede tener reemplazos. ¿De qué me sirve poner en una norma que usted tiene derecho a huelga pero luego contratar reemplazantes? Por otro lado, si los empresarios tratan bien a sus trabajadores, los respetan y les pagan lo adecuado, ¿Quién va a ir a la huelga? A estos mismos empresarios grandes que van a la misa de canonización del Padre Hurtado, yo los invito a leer el libro suyo que se llama “Sindicalismo”:

¿Qué le ha parecido el rol del ministerio del Interior liderado por Jorge Burgos ?
-Ha generado bastantes preocupaciones, ha cometido errores al respaldar por ejemplo el abuso de Cuprum y Provida, no ha sido solidario con la propia ministra del trabajo y ha hecho algunas declaraciones que dejan en muy mala posición a la Presidenta. Tampoco hemos podido definir una política razonable para la zona de la Araucanía, que no implique sólo carabineros o armas, sino soluciones. Burgos creo que es una persona honesta, pero que por sus concepciones neoliberales y su carácter no ha sido un ejemplo en el ministerio del Interior.

¿Cómo vio las diferencias que hubo entre el ex intendente Huenchumilla y Jorge Burgos con respecto al tema mapuche?
-Yo he leído las propuestas que hizo el ex intendente y me parece que hizo un aporte bien interesante, se da cuenta de que hay que entregar ahí soluciones de carácter político y que no es un tema militar. Los más pobres en esas regiones me han dicho: "mire yo no tengo siquiera derecho a un pedazo de tierra, a un internado para mis hijos, ni a las becas indígenas”. Aquí estamos produciendo un tema que puede provocar una división artificial que abra heridas en vez de cerrarla.

Hace unos días murió el ex edecán de Eduardo Frei Montalva e ícono de la dictadura, Sergio Arellano Stark. ¿Cómo recuerda su rol en ese gobierno?
-Como ocurre con personas en esos cargos, se generó un vínculo muy sólido entre ellos. Lo que está claro es que Eduardo Frei nunca conspiró con Arellano para un golpe de Estado. Si usted revisa hay una reciente publicación de la profesora Olga Uliananova en que desclasificaron documentos de la CIA en los que muestran que Eduardo Frei Montalva jamás estuvo trabajando con la CIA ni se prestó para ello

¿Y cómo evolucionó la relación de Frei con Arellano Stark?
-Yo estoy seguro de que no hubo una mayor relación después. La única que yo vi es una imagen que me quedó grabada: al llegar Eduardo Frei al Te Deum que se celebró en la Iglesia de la Gratitud Nacional (18 de septiembre de 1973), sale el general Arellano con su uniforme de guerra y le da un abrazo. Esa es la única imagen que hay, don Eduardo Frei lo abrazó porque le tenía afecto en lo personal, no era cómplice del golpe. Entró a ese lugar sin saludar a ninguno de los de la Junta Militar, y fue a ese acto solo porque se lo pidió el cardenal Raúl Silva Henríquez.
Yo le dije: "¿Cómo le puede dar ese abrazo al general Arellano?"
Y él me dijo: "Ricardo, porque lo conozco hace años y fue él quien me sorprendió con un abrazo, ¿cómo no lo iba a saludar?”

No hay ningún antecedente de que se haya reunido nunca más con el general Arellano, quien se volvió una persona salvaje. En la misma Caravana de la Muerte murieron, de forma brutal, personas que yo conocía.

Finalmente don Ricardo ¿cómo está la disputa de sentido a la interna en la DC? Usted fue candidato a la presidencia del partido.
-Nosotros dimos una pelea sabiendo que este es un tema cultural largo. Hemos insistido en que Pizarro debe renunciar a la presidencia, pero él y los grupos que lo apoyan están aferrados no por principios, sino por reparto de poder. En su momento, yo renuncié a ese cargo asumiendo un error que no era mío, Soledad Alvear o Enrique Krauss renunciaron asumiendo derrotas electorales, pero Pizarro lo único que hace es copiarle a Ignacio Walker, que fue el que nos condujo a la peor derrota que ha sufrido alguna vez la DC: 8% con Claudio Orrego, y se quedó muy pampante en su cargo. Ojalá Jorge se de cuenta de que es uno de los políticos que genera más rechazo en Chile y que, por lo tanto, está haciendo daño a su partido.