En medio de los avances de lo que sería un posible acuerdo histórico que le pondría fin al conflicto armado en Colombia, el espiral de violencia en el país cafetero está lejos de acabarse. Mientras en La Habana las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos acercan posiciones, en las últimas dos semanas han sido asesinados 29 dirigentes sociales.

Los asesinatos se dieron en la zona del Cauca, Sucre, Cundinamarca, Antioquia, Arauca, Bolívar y Putumayo. Según Aida Avello, líder de la Unión Patriótica, "esos son palos que le atraviesan a la paz en Colombia y los enemigos de la paz no quieren que se firme, ni que haya paz. Los crímenes pueden quedar impunes aquí, pero en los tribunales internacionales no quedarán impunes”.

Según el medio local Noticias RCN, la situación está siendo revisada por la oficina del alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, que está haciendo seguimiento a 8 asesinatos. “Claramente existen en el país estructuras criminales que quieren sabotear el proceso de paz y por eso están amenazando y asesinando a líderes de izquierda”, dijo Guillermo Rivera, alto consejero para los DD.HH. de la Presidencia a RCN.

Todd Howland, representante de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, aseguró que los asesinatos están vinculados a los líderes de izquierda, ligados al Partido Comunista, Unión Patriótica y Marcha Patriótica.

Uno de los asesinatos más significativos ha sido el del gobernador de Río Blanco de Colombia, William Alexander Oime, perteneciente a la etnia indígena Yanacona. A principios de semana recibió tres disparos por parte de unos motociclistas, que lo atacaron en el centro de la ciudad de Popayán. La Unasur condenó el asesinato a través de Twitter diciendo que se trata de una "preocupante señal de violencia y racismo".

Solo días antes la dirigenta indígena Maricela Tombé sufrió la misma suerte. La gobernadora indígena Nini Johana Daza, autoridad indígena del Resguardo Concepción, sufrió por su parte un atentado con explosivos.

Paro para el 17 de marzo

Ante la escalada de violencia, distintas organizaciones de trabajadores decidieron convocar a un paro general para mañana. Buscan plantearle a gobierno colombianos una serie de exigencias de cambios políticos que deben ir de la mano al fin del conflicto armado.