Los quiltros quieren entrar a La Moneda: la nueva apuesta teatral de La Temporera
Durante el emblemático mes de septiembre, específicamente, el día jueves 3, a las 21 horas en el Anfiteatro Bellas Artes, se realizará el estreno de la obra más políticamente incorrecta del último tiempo: Los Perros de la Constitución. El montaje original de Jonathan Aravena, director y dramaturgo de la Compañía de Teatro La Temporera, sin duda dará que hablar, en un mes intrínsecamente patriótico y tradicionalmente constitucionalizado.
Los Perros de la Constitución es una obra con humor punzante y descarnado, cuyo punto de inicio es el día posterior a la masacre de perros vagos en marzo de 2006, en los alrededores de la Plaza Constitución, como medida “sanitaria” previa a las celebración de la asunción al mando de Bachelet en su primer gobierno. Según la prensa de la época, fueron alrededor de 30 los canes sacrificados para que no importunaran la ceremonia oficial.
Esta obra tiene más de un año de preparación. Comenzó tras la matanza en la cabeza de su autor, pero ha ido tomando forma con el tiempo y ya en enero de este año hubo un par de lecturas dramatizadas, una en el Centro Cultural GAM y otra en el Centro Cultural Ángela Davis, con gran aceptación, pero ha seguido su proceso de la mano de los movimientos por la Asamblea Constituyente. Es precisamente en la Escuela de Monitores AC, organizada por la Fundación Constituyente XXI y el Foro por la Asamblea Constituyente, donde se terminó de afinar el escrito.
Volvimos a Plaza de La Constitución -nuevos perros hoy la circundan- a conversar con La Temporera en pleno, una “manada” muy afiatada en torno a un montaje tan artístico como político.
Jonathan Aravena, director y dramaturgo de la compañía, nos cuenta sobre este montaje: “Con esta obra queremos relacionarnos con el público de a pie, ese que no sabe lo que es una Asamblea Constituyente y también con aquellos que están motivados en impulsarla en cada rincón”, dice Aravena y agrega: “la obra en sí misma trabaja la idea del sujeto popular, el sujeto-quiltro y desde lo quiltro, comenzamos a narrar las historias comunes a muchos de nosotros, referidas al uso de distintos espacios públicos, el laboral, la salud, la historia como un espacio de memoria colectiva”. Para el dramaturgo, “ninguna gran causa se puede realizar en base a heroísmos o personajes singulares si no que se realiza por la generación de una trama colectiva que respalde esa idea”.
La obra busca generar esa sinergia colectiva, nos dice su autor, “mirarnos al rostro y confiar que en colectivo podemos volver a construir transformaciones importantes dentro de nuestra sociedad. Este acto de confianza parte primeramente por instalar nuevamente la palabra en el espacio público y que esa palabra genere nuevamente una credibilidad. Nosotros vemos la Asamblea Constituyente no solo como una herramienta técnica para reemplazar un texto constitucional, la vemos como el medio para parir una nueva ciudadanía más despierta, empoderada y activa”, enfatiza el director.
Desde el mundo de la cultura, el dramaturgo introduce otro aspecto importante a la discusión, señalando que le interesa interrogar a la sociedad “sobre cuál es el papel que nos atribuye y que derechos debiéramos ostentar como trabajadores de la cultura, cómo opera el derecho al trabajo en nuestro caso, a acceder a vivienda, pago de cuentas, …etc., entendiendo que dentro la estructura laboral, estamos en la extrema precarización”.
Efectivamente, el trabajo cultural se hace cuesta arriba cuando no existe financiamiento alguno y esta obra es un buen ejemplo de ello. Para producirla, la compañía debió acudir al “mecenazgo popular”, “donde distintos colectivos, juntas de vecinos, colectivos culturales artísticos, y muchas personas anónimas que se vinculan al movimiento por la Asamblea Constituyente, han hecho donaciones para producir los costos de realización de este montaje y con ello han posibilitado que nosotros podamos estar en todos los lugares donde nos inviten a participar”, explica Aravena.
Los Perros de la Constitución, será estrenada el 3 de septiembre en el Anfiteatro Bellas Artes y se presentará en el mismo espacio los días viernes, sábados, y domingos hasta el 13 de septiembre. Posteriormente, en el mes de noviembre tendrá otra temporada en el Teatro Sidarte, pero también ya hay comprometidas varias presentaciones en diversas comunas de Santiago, siempre bajo la modalidad de entrada liberada para que nadie se quede sin verla.
RESEÑA
En la antesala a la fiesta por el arribo de un nuevo Presidente de la República, una mana¬da de perros callejeros, que viven en la Plaza de la Constitución; es eliminada, en un veloz operativo de limpieza. En tanto, el Barrio Cívico, recibe a las Sonoras Tropicales, las masas despolitizadas y el cotillón importado. Los quiltros retornan de a poco al lugar de su masacre, relatando el por qué habitan la calle. Lo suyo no es indigencia; es territorialidad. Su naturaleza es jugar y erotizar el espacio público activando un pensar colectivo cuya tradición y riqueza buscarán comunicar desde el mismísimo balcón presidencial, en cadena abierta desde el Teatro, convocando a una Asamblea Constituyente, a todos los quilterrys del país.
Estreno: 03 de septiembre, 21:00 horas
Funciones del 03 al 13 de septiembre
Viernes a las 21:00 horas
Sábados y domingos a las 20:00 horas
Entrada liberada
La Manada
Nicolás Camus personifica al perro Petróleo “uno que se salvó de la matanza, pero aún así, está viviendo una lucha constante con su entorno y la miseria que él vive y de ahí logra identificarse con el resto, donde se logra esa suerte de hermandad, aunque hay conflictos y hay traiciones también porque cada uno de los personajes está luchando por sobrevivir”.
“Cada uno de los personajes trae su propia historia, Petróleo tuvo que recurrir a ser una suerte de burrero, y por eso siempre anda con dolores estomacales, pero aparte de eso, de alguna manera dentro de la historia, él siempre es chispeante, bufonesco, se ríe cuando puede, se burla cuando puede”.
Carlos Godoy es Perro Nuevo: “el conflicto que tiene este Perro Nuevo es que se encuentra circunstancialmente con el Terry que pasa a ser su tutor. Este personaje representa todas las carencias que puede tener la gente, y a su vez él representa la esperanza, al que le traspasan la posta”.
Maura Fajardo es un barrendero-narrador. “Soy una suerte de barrendero que viene a limpiar esta masacre, es quien va limpiando lo que va dejando el poder, las manchas de sangre que van dejando las decisiones políticas de este país. Y en otra parte de la obra represento a Michele Bachelet, mostrando en términos de parodia, lo que no se ve del poder, todo lo sucio, lo cochino, lo que está por debajo de la mesa, donde se pactan las formas de manejarnos a todos ocultamente”, declaró.
Eleodoro “Lolo” Araya es Dientes de Sable. “Mi personaje particularmente, es el que se salva solo y yo siento que es el reflejo de un Chile desclazado, que no está contento con su realidad, pero el foco lo pone de pésima forma, él lo que hace es pasarse al otro bando e identificarse con quien no debiera”, señaló.
Juan Pablo Rosales es Terry. “El Terry es un rol importante por el discurso que tiene. Más allá de lo que uno puede hacer como artista creo que es importante comunicar el mensaje que va de fondo en la obra que tiene que ver con la necesidad de replantear una nueva Carta Magna para este país”, describió.
Mauricio Flores (Músico): “Estamos trabajando con chinchineros, una música militar y una música que tiene que ver con una fiesta un poco sórdida que pasa en una parte de la obra. También estamos trabajando una canción que se llama Sin Asamblea no hay Constitución, que la vamos a lanzar un poco antes del estreno y eso ha sido un trabajo colectivo de varios músicos que han aportado en forma gratuita grabando ciertas partes, la va a cantar Juan Ayala y la idea es poder viralizar el tema como apoyo a la obra, pero también habla del trabajo colectivo que se puede lograr en función de una misma causa”.
Joaquín Araneda, (Audiovisual): “Apoyo esta apuesta, en la actitud cooperativa como principal elemento de una Nueva Constitución y una nueva sociedad”.