Dirigentes de la derecha son formalizados por Caso Penta
A las 9:00 de la mañana de este lunes comenzó la formalización de los cinco dirigentes políticos de la derecha implicados en el caso Penta. Se trata del ex alcalde Pablo Zalaquett (UDI), el ex diputado Alberto Cardemil (RN), el ex senador Jovino Novoa y los parlamentarios en ejercicio Felipe de Mussy (diputado UDI) e Iván Moreira (senador UDI).
Los dirigentes serán imputados por delitos contemplados en el artículo 97 del Código Tributario, en tanto autores de facilitación de documentación tributaria falsa. La Fiscalía solicitará al tribunal aplicar las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional contra Zalaquett, Cardemil y Novoa, pudiendo sumarse para este último el arresto domiciliario.
Para Moreira y De Mussy, ambos parlamentarios en ejercicio, la Fiscalía no solicitará medidas cautelares, ya que para concretarse la legislación obliga a requerir con anterioridad el desafuero de las autoridades ante la Corte Suprema.
Bien acompañados
Hasta el Centro de Justicia llegaron varios diputados de la UDI para acompañar a los políticos formalizados, destacando entre ellos la jefa de bancada María José Hoffmann, Felipe Ward, Gustavo Hasbún y Patricio Melero.
Iván Moreira intercambió algunas declaraciones con la prensa antes de ingresar al tribunal. "Tengan la seguridad de que yo voy a hablar con la prensa una vez terminado con lo que respecta a mí. Muchas gracias a todos los chilenos que me han apoyado", dijo Moreira, añadiendo que "como buen cristiano, firme y adelante".
En tanto, Alberto Cardemil señaló a su llegada que "esto significa una verdadera persecución política y judicial. El que nada hace nada teme, estoy con mi conciencia muy tranquila".
El presidente de la UDI Hernán Larraín se restó de la comitiva que acompañó a los formalizados, afirmando que su presencia podía dar una "señal equívoca".
"Yo le tengo el mayor cariño y aprecio a las personas que van a ser formalizados, pero creo que la asistencia del presidente de la UDI a la audiencia sería una señal equívoca porque se interpretaría como una eventual defensa corporativa o como una presión a los tribunales y eso sería altamente inconveniente. Nosotros hemos dicho que hay que sacar la política de los tribunales y eso es lo que yo pretendo hacer", dijo Larraín a la prensa.