Las ejecuciones de ISIS: Cómo traer al recuerdo el horror de la Inquisición
La reciente ejecución de 21 egipcios por parte de ISIS vino a sumar un nuevo capítulo de horror a la larga lista de crímenes terroristas cometidos por la organización de yihadistas suníes. A la ejecución de un piloto jordano que fue quemado vivo, esta semana dieron muestras de su implacable estilo al decapitar a los veintiún coptos, como se les denomina a los egipcios cristianos perteneciente una rama más cercana a la Iglesia Católica.
El brutal degollamiento de los rehenes generó la inmediata reacción de Egipto, que a pocas horas de conocerse el horripilante registro, decidió bombardear mediante aviones de combate las posiciones del grupo extremista en Libia.
Con ello, nuevamente ISIS da cuenta de su particular estilo terrorista, que se vale de las nuevas tecnologías para esparcir a través de las redes sociales sus brutales prácticas. Por medios de videos de alto nivel de producción, acompañados por los habituales mensajes religiosos que se desprenden de su particular interpretación del islám, los yihadistas vienen dando una nueva muestra del sangriento nivel al que puede llegar el fanatismo religioso.
Para Raúl Sohr, reconocido analista internacional, la crueldad de ISIS es comparable con lo ocurrido varios siglos atrás con las Cruzadas y la Inquisición, y recuerda con especial atención la ejecución del piloto jordano.
“Eso es una refinación de crueldad; ya no es matar de un tiro, sino que preparar toda una escena para perpetrar el crimen. Lo que ellos están tratando de imponer resulta característico de los fundamentalismos religiosos y esto es el equivalente a la inquisición. Es decir, durante la inquisición las personas no sólo eran asesinadas, sino que eran brutalmente torturadas antes de, incluso eran torturadas para obtener confesiones pero las personas ya estaban condenadas antes de los interrogatorios, sabían que iban a morir”, explica Sohr.
Sin embargo, el analista es enfático a la hora de señalar que las prácticas de los yihadistas de ISIS conforman una minoría absoluta en comparación a la gran cantidad de personas que profesan el islam alrededor del mundo.
“Cuando hablamos del islam, hablamos de más de 1.300 millones de personas, y cuando hablamos del yihadismo, hablamos de un porcentaje muy, pero muy menor. Unos 1.250 millones ni siquiera tienen algún tipo de contacto con el Estado Islámico”, señala el analista.
Sohr agrega que además, la gran mayoría de las víctimas son los mismos islámicos. “Isis, desde sus comienzos, has sido absolutamente inclemente con todos aquellos que denominan como impíos, que son todos los que profesan otra religión, sean cristianos u otros. Además, son enemigos acérrimos, dentro del islám, de aquellos que no practican su particular visión del islamismo”, explica Sohr.
El analista recalca que en el video donde se muestra la ejecución de los coptos egipcios, sus captores argumentan su brutal acción por tratarse de “cruzados”. “La palabra (cruzados) en la memoria islámica es sinónimo de crueldad y de invasión. Y con fundamento, porque los cruzados fueron realmente muy crueles y brutales con los musulmanes. Ese concepto quedó aparejado a la crueldad cristiana y la absoluta falta de respeto hacia la cultura local islámica”, agrega Sohr.
El autor de “La guerra fantasma. El mundo bajo la amenaza terrorista” (2006) agrega que la inmediata respuesta de Egipto se explica por la sensible situación interna, donde el actual presidente, Abdel Fatah Al Sisi, mantiene parte importante de su equilibrio gracias al respaldo de los coptos, que a pesar de ser el 10% de la población, resultan claves a la hora de otorgar estabilidad al régimen que derrocó a los Hermanos Musulmanes.
“En parte, la respuesta militar inmediata es dar una señal a los coptos de que ellos pueden estar con el gobierno, y supongo que lo que Al Sisi pretende es que ellos lo respalden en su gobierno”, señaló Sohr.
Origen de ISIS y sus brutales videos
Sohr aclara que el surgimiento de ISIS se explica directamente por la intervención norteamericana en Irak. Su líder fue uno más de los tantos presos que EE.UU. mantuvo en Irak, “y fue maltratado como son maltratados la mayoría de los presos, y allí se formó el núcleo del Estado Islámico, que es una escisión de Al Qaeda”, afirma Sohr.
“El yihadismo es el problema de fondo. Puede tomar distintas expresiones y hay decenas de organizaciones con distintos nombres, y combaten más o menos por los mismos objetivos; no hay tantas diferencias entre Al Qaeda y el Estado Islámico, muchas veces son cosas personales entre los líderes”, indica el analista.
Para Sohr, la campaña mediática emprendida por ISIS tiene una lógica de responder directamente a los crímenes de EE.UU. en contra de sus presos. “Ellos están tratando de imitar a Estados Unidos; esto de los overoles naranjas los sacaron de Guantánamo y el mensaje implícito para occidente es que si a ellos los torturaron y humillaron, ellos también pueden hacerlo”, señala el analista.
Sohr explica que la raíz del fundamentalismo yihaidsta radica en el wahabismo, corriente del islam mayoritaria en Arabia Saudita y de donde provenía también Osama Bin Laden.
“Buena parte de la raíz ideológica y de financiamiento es de Arabia Saudíta. El wahabismo es la doctrina casi de estado ahí, y si uno mira los autores de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, 19 de los 21 eran saudíes y Osama mismo era saudí. El núcleo más duro y más recalcitrante viene de Arabia Saudita y hay mucha evidencia de que los saudíes han estado financiando a alguno de los grupos; no directamente en sus atentados contra occidente, pero han sido un motor importante con un discurso esquizofrénico, por un lado muy conservador y de preservación a cualquier precio de la monarquía, pero por otro promoviendo este extremismo religioso”, concluye el analista.
El colonialismo occidental
Parte de los antecedentes históricos que explican el nivel de violencia que muestran algunas ramas del islam, datan de hace ocho décadas.
Según Reza Aslan, escritor iraní-estadounidense, “hace menos de 80 años, el 90% de la población musulmana del mundo vivía bajo dominio colonial europeo directo. Y sobre todo en Medio Oriente ese dominio fue una fuerza brutal, occidentalizante y a menudo cristianizante, que alentó la creación de una alternativa al colonialismo a la que llamamos “islamismo” o islam político. Cuando terminó el colonialismo, dejó un caos político y económico absoluto, y no es de extrañar que en los últimos 60 años esta haya sido la región más inestable del mundo, con revoluciones, dictaduras y agitación política y religiosa. En esas vorágines, lo que a menudo va a la vanguardia es el fundamentalismo, religioso o de cualquier tipo, como reacción a la ruptura de normas políticas y sociales”, explicó a Revista Ñ en una entrevista reciente.
Para Aslan, el tono de fanatismo religioso no es exclusivo de algunos integrantes del islam, sino que también están presentes en la misma sociedad norteamericana que defiende mayoritariamente el cristianismo.
“Los dichos de Bush sobre las Cruzadas, el bien y el mal, son de un lenguaje al que los estadounidenses estamos acostumbrados porque casi todos nuestros políticos lo utilizan. El Partido Republicano, que controla las dos cámaras del Congreso, proclama constantemente que EE.UU. es una nación cristiana, que sus leyes deben basarse en el cristianismo e incluso que la constitución debe ser alterada para estar en alineación con los valores cristianos. Muchos están de acuerdo, y por eso los republicanos ganan tantas elecciones. Pero cuando alguien dice lo mismo con otra lente religiosa, suena aterrador”, señaló Aslan.
El experto en religiones tuvo hace un mes un particular diálogo con presentadores de CNN en el que desarmó por completo los argumentos mayoritarios en EE.UU que atacan por igual a todos los países musulmanes, y no condena a Arabia Saudita por decapitar a 19 personas. “A nadie parece importarle eso porque Arabia Saudita preserva nuestros intereses nacionales. El problema es que este tipo de conversaciones no se tienen de manera legítima, porque para hablar de mujeres en el mundo musulmán, tomamos 2 o 3 ejemplos para justificar una generalización y esa es justamente la definición de intolerancia”, indicó con maestría el escritor.