El “daño irreparable” de Greenpeace en Nasca
Un tsunami de polémicas recorre Perú, luego de que activistas de la ONG ambientalista Greenpeace irrumpieran en un sector de la zona arqueológica de las Líneas de Nasca, donde desplegaron un letrero para llamar la atención de los participantes de la COP20.
Sin embargo, la medida fue criticada duramente por redes sociales y por el propio pueblo peruano, argumentando que se dañó un patrimonio arqueológico milenario, el cual además presenta un acceso restringido.
Las Líneas de Nasca, ubicadas a 450 kilómetros de Lima, constituyen un verdadero parque arqueológico de unos 500 kilómetros cuadrados, y cuya antigüedad se estima en alrededor de 1.500 años. Descubiertas en 1927, en el año 1994 fueron declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Fue allí donde un grupo de activistas de la ONG desplegó un letrero que decía “Time for change: the future is renewable” (Tiempo de cambio: el futuro es renovable). El mensaje hacía alusión a los acuerdos del COP20 para la reunión de Paris el próximo año, donde los ambientalistas esperan que se pueda fomentar un uso de 100 por ciento de energías renovables.
La situación fue vista como un “atentado” por el gobierno peruano, quienes a través del ministerio de Cultura denunciaron en la Fiscalía de Nasca a quienes han cometido "estos hechos ilícitos y ha solicitado el impedimento de salida del país de los responsables".
Por otra parte, Greenpeace emitió un comunicado donde pidió disculpas públicas por lo ocurrido. “Sin reserva alguna, Greenpeace se disculpa ante todos los peruanos por la ofensa que causó nuestra reciente actividad, que consistió en desplegar un mensaje de esperanza en las históricas Líneas de Nasca. Estamos profundamente arrepentidos”, como se menciona en el documento.
A su vez, representantes de la organización se reunieron directamente con el viceministro de Cultura, Luis Jaime Castillo, para pedirle disculpas oficiales y directas al gobierno peruano, mientras que el director ejecutivo internacional de Greenpeace, Kumi Niadoo, se encuentra viajando al país vecino. Pero, nada parece calmar las aguas entre la ONG y el pueblo peruano, pues Castillo rechazó las disculpas presentadas por el grupo ambientalista.
"No hemos aceptado las disculpas. Ellos no aceptan el daño ocasionado", según sostuvo en el día de ayer el viceministro de Cultura peruano.
La autoridad se refiere a una investigación que se ha llevado adelante por la fiscalía de Nasca, donde expertos han cuantificado un área afectada de 1.600 metros cuadrados, a los que se han referido en un comunicado como “daños irreparables”.
Los participantes de esta acción, que según la fiscal del caso serían 12, arriesgan hasta 8 años de prisión por delito contra el patrimonio cultural, aunque desde Greenpeace aseguran que no existen daños pues se tomaron todos los resguardos de acuerdo a un protocolo interno.
Al respecto, se han difundido diversas imágenes en la red donde pareciera quedar en evidencia que los activistas no usaron los protectores requeridos para la zona (ver imagen), y que según han señalado expertos, serían utilizados para no dejar huellas sobre los restos arqueológicos.
Consultado por la manifestación en Nasca, Matías Asún, director de Greenpeace Chile, manifestó que la organización asumirá completa responsabilidad de sus acciones, aunque reconoció no tener detalles sobre posibles sanciones directas por parte de la ONG contra los activistas.
“Greenpeace, como ocurre en todas sus acciones, asume absoluta responsabilidad de todos sus actos. Nos hacemos responsables de todas las consecuencias y asumiremos todas las medidas legales que se estipulen. Al mismo tiempo, agradecemos a quienes han entendido que nuestra voluntad era la de solidarizar con los pueblos que han estado afectados por el cambio climático”, afirmó el director en Chile de la organización.