Barroso, partidos y campeonatos comprados: ¿Son confiables los dirigentes del fútbol chileno?
En el siempre efusivo mundo del deporte nacional, las declaraciones de Julio Barroso ayer en el Estadio Monumental no cayeron nada bien. Las molestias se desataron de lado y lado por los dichos del defensor colocolino al afirmar que “hay cosas raras” en el balompié nacional, y asegurar que “los campeonatos no se compran, se ganan”.
Si bien gran parte de su crítica se fundamentó en la recordada final que le tocó diputar ante Universidad de Chile, jugando por O’Higgins de Rancagua para el Apertura del 2012, donde terminó siendo expulsado por Enrique Osses cuando su equipo iba 1-0 arriba en el marcador, las palabras de Barroso rozaron en la acusación hacia el manejo y arreglo de partidos contra José Yuraszeck, especialmente por las supuestas palabras que le habrían dedicado desde el referato en el cobro de uno de los penales. “Ahí me dejó muchas dudas, porque voy a repetir una frase que nos dijeron en uno de los penales que nos cobran: 'ya cumplí mi cuota' nos dijo”, indicó el jugador.
Por ello, y tras criticar algunos cobros que ha sufrido durante el actual campeonato, el defensor que destaca por no haber recibido tarjetas amarillas desde que llegó a Colo-Colo arriesga una sanción entre 2 a 10 partidos de suspensión, o incluso la inhabilitación durante un año, por infringir al Artículo 68 del Código de Procedimientos y Penalidades de la ANFP.
¿Qué dice el artículo? “Las injurias u ofensas en contra de las autoridades, nacionales o internacionales, del Fútbol o de toda persona sometida a la Jurisdicción del Tribunal, de cualquier forma o medio que ellas sean proferidas, serán sancionadas de dos a diez juegos de suspensión o de un mes a un año de inhabilitación, según corresponda”, reza su Letra A.
Tras ser denunciado por la misma ANFP, el defensor deberá enfrentar al Tribunal Autónomo de Disciplina, según confirmó la misma institución. Sin embargo, no hubo ningún anuncio sobre una posible investigación de los hechos, que determine si las palabras del jugador tienen o no asidero.
Las críticas hacia el defensor colocolino no se hicieron esperar, sobre todo de parte de los hinchas azules que acusaron un “llanto antes de tiempo” por parte del jugador. Pero más allá del momento escogido para deslizar su denuncia, y quzás por el modo en que cada cual se aferra a su camiseta, el aspecto más olvidado termina siendo la crítica que realiza hacia la falta de transparencia en el fútbol chileno.
La prensa preocupada del 4-4-2
Para el periodista Víctor Gómez, que trabajó cubriendo el fútbol nacional durante años en Chilevisión, la transparencia no es un atributo que sea valorado en el fútbol en general, y argumenta que “la ANFP pertenece a un organismo que está altamente cuestionado por la falta de transparencia”, haciendo alusión a la FIFA, y agrega que “en la adjudicación de mundiales, de contratos con marcas, en favorecer a ciertos sectores ligados a una industria, y estar siempre a favor de los gobiernos de turno, sean éstos legítimos o ilegítimos”, como parte del prontuario del órgano rector del fútbol a nivel mundial.
Gómez afirma desconocer antecedentes concretos de la denuncia que deslizó Barroso, pero indica que el fútbol chileno “tienen antecedentes de cosas que no son nada de claras”, entre las cuales nombró la doble “militancia” de Cristián Varela como vicepresidente de la ANFP y como gerente de Chilefilms simultáneamente, considerando que la empresa “es el único proveedor, monopólico inclusive, de los servicios que terceriza el Canal del Fútbol”.
“Yo no digo que él actúe de mala manera, pero eso no corresponde bajo ningún examen de transparencia, porque sería obvia la objeción sobre esa doble condición. Y eso en el fútbol chileno pasa inadvertido”, indicó Gómez.
A la lista, el periodista agrega “sabidos manejos de los clubes más grandes y de algunos que también tienen cierta influencia como Unión Española, en ser los condicionantes a la hora de repartir las utilidades de la televisión, las decisiones que se toman con la Selección, sobre cómo se elige su cuerpo directivo”.
Además menciona la reciente reelección de Sergio Jadue como presidente de la ANFP, “sin una lista opositora y sin un debate o lucha de ideas en el organismo más importante del fútbol chileno”. “Eso llama la atención”, resume el periodista.
Gómez asegura que “lo importante es que los dichos de Barroso abran una investigación para ver si efectivamente tiene asidero o no, porque eso es transparencia, no el castigar a alguien que diga algo que a un tribunal no le parezca”, y critica de paso que “estas declaraciones siempre se hacen, sólo que por el momento en que se dan causan más ruido”.
El periodista aprovechó además de criticar que en todo esto, el rol de la presa deportiva nacional tiene una deuda muy grande.
“Lo que dice Barroso deja abierta una tarea para la prensa, pero lamentablemente en general, y sin dar casos particulares, la verdad es que está preocupada sólo del 4-4-2. (…) La mayoría de los comentaristas, de los artículos de diarios e internet, están preocupados de eso y no les preocupa ninguna denuncia de fondo. Parte importante de la prensa deportiva no se va a meter en temas que le signifiquen ‘meterse en las patas de los caballos’ porque literalmente ponen en riesgo sus trabajos”, cuestionó duramente.
“El mundo del fútbol, que yo lo conozco muy bien, es uno donde la pelota es la que manda. Todo es partir de lo que se juega en la cancha, el resultado, pero nada de lo que hay detrás. Nadie ha salido a cuestionar a Leonidas Vial, que está metido en el escándalo financiero del Caso Cascada donde se apropian de los recursos de las AFP, que son las pensiones de los chilenos. Nadie en el mundo del fútbol sale a decir eso, (…) y todo aquel se salga de ese marco es tachado de conflictivo, de disfuncional y de tener algún interés por desatapar algunas cosas. Esto no es una teoría de la conspiración, nadie lo digita, sino que subentiende que meterse en las patas de los caballos te trae consecuencias a ti. Por eso un jugador no te va a hacer una denuncia, incluso si no te pagan el sueldo o las cotizaciones”, concluyó el periodista.
Fútbol, el reflejo de las sociedades
Un enfoque distinto es el que plantea el sociólogo Rodrigo Figueroa, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile e investigador del Núcleo de Investigación Social del Deporte. Para él, las declaraciones de Barroso se enmarcan dentro del “folclore del deporte” y afirma que la posible sanción que arriesga responde a una estadarización del fútbol como espectáculo a nivel mundial, “donde se regula lo que pueden o no decir los futbolistas, o lo que pueden o no usar en sus indumentarias. Ésa es una directriz que está basada en las competencias europeas y que se ha ido extendiendo, y que por cierto tendrá que llegar a nuestra región”, indicó.
Figueroa afirma que dicha lógica “ha ido restringiendo cada vez más lo que pueden o no hacer los actores del fútbol, en tanto espectáculo y un show que involucra muchos aspectos económicos” y agrega que “las declaraciones críticas están prohibidas”.
Para el investigador, la transformación de las dirigencias en el fútbol hacia sociedades anónimas, que permitió el ingreso de actores del mundo financiero, ha ayudado a hacer más transparentes los manejos en el balompié, pero asegura que las prácticas cuestionables que hoy se dan, “son parte de la sociedad”.
“Creo que la pregunta que importa es si esta forma es la que ayuda a que el fútbol sea más transparente y con menos situaciones oscuras. Si comparamos la década de los ochenta y ésta, creo que se ha avanzado, no me cabe la menor duda. Lo que había antes era muy oscuro”, asegura.
Figueroa concluye afirmando que las críticas hacia los actuales mandamases del fútbol no escapa a las mismas críticas hacia la política. “El fútbol no es distinto a la política en Chile. En política, uno no se explica cómo todavía hay gente que tenga cargos políticos, cómo se elige a algunos de nuestros representantes, y su relación que se ven con las empresas privadas. El fútbol no escapa a eso y son condiciones de nuestra sociedad donde hay malas prácticas en todos sus aspectos, en el económico, el público, el privado, en lo político, etc. Entiendo lo que plantea Víctor Gómez, pero no comparto esa forma de entrarle al asunto”