Chile podría convertirse en el país más contaminante de América Latina
Las conclusiones del estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de Berkeley en conjunto con el National Resources Defense Council (NRDC), de EEUU, son categóricas, y dicen que de no cambiar el modelo de expansión energética en el país, tendremos el triste podio de la nación más contaminadora de toda América Latina.
Según los datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), durante el año 2013 la generación bruta del Sistema Interconectado Central fue en un 56,2 por ciento térmica a base de combustibles fósiles, y de ese total, casi un 62 por ciento se generó en base a carbón y petcoke. Es decir, usando los combustibles más contaminantes que existen para este tipo de generación.
“En un escenario sin cambios, Chile se convertiría en el más grande contaminador per cápita en América Latina y se ubicaría por encima de la mayoría de los países europeos, lo que afecta gravemente su competitividad a nivel mundial. Esto genera el aumento de su perfil de riesgo y no cumple con su compromiso internacional del 20 por ciento de reducciones de gases de efecto invernadero para el año 2020”, según se sostiene en las conclusiones del estudio.
Por otra parte, en el informe se da cuenta de que los costos por cambiar el sistema actual de generación eléctrica no serían tantos como los beneficios. Es decir, si Chile no instalara más plantas a carbón a partir de éste año, el precio de la electricidad subiría sólo tres por ciento, mientras que las emisiones de dióxido de carbono se reducirían a la mitad.
Sin embargo, la recomendación parece estar muy lejana a la realidad. De acuerdo al Programa de Obras que publicó a principios de mes la CNE, se proyectaría la entrada de ocho nuevas centrales termoeléctricas al SIC en los próximos años, tres de las cuales serían de carbón.
A pesar de esta situación, recientemente se han aprobado des cuerpos legales que permitirían cambiar la matriz energética de nuestro país.
El primero de ellos es la reciente entrada en vigencia del reglamento de la Ley 20.571, que permite inyectar los excedentes de los usuarios generadores al sistema interconectado. El llamado “Net Billing” permitirá fomentar el uso de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) a nivel domicialiario.
Por otra parte, la modificación realizada a la Ley 20.257 permitirá aumentar la generación a base ERNC a un 20 por ciento para el 2025. La llamada Ley 20/25 ha traído grandes beneficios para el desarrollo de la energía solar fotovoltaica y eólica en nuestro país, las que según la CNE, al 2029 sumarían 3.240 megawatt adicionales al sistema.
Sin embargo, como se desprende en las conclusiones del estudio “Imaginando un Chile Sustentable”, la energía más rentable a nivel nacional sería la geotérmica, la que actualmente carece de explotación.
“La energía geotérmica es el recurso más rentable y es posible que su calendario de implementación reduzca las tasas de financiamiento a través de esquemas que conllevan riesgos de exploración. Una implementación temprana de la energía geotérmica puede ahorrar entre uno y 11 mil millones de dólares en el período de análisis de 20 años”, como se afirma en el resumen ejecutivo del estudio.
Así mismo, se menciona en el mismo documento que “la energía eólica se debería convertir en la mayor fuente de energía renovable no convencional en Chile en 2030”, mientras que “la energía solar a escala de servicio público podría alcanzar entre 1,7 y 3,6 Gigawatt en 2030”.
En el 2013, la matriz de generación eléctrica bruta del SIC estuvo compuesta en los siguientes porcentajes: 56,2 por generación térmica convencional, 19,5 por hidráulica de pasada, 18,8 por hidráulicas de embalse y sólo en un 5,5 a base de biomasa y eólica.