Cristián Villagrán es el vocero de la organización que agrupa a los estudiantes endeudados por el Crédito Corfo. La movilización para denunciar los cobros abusivos y la compleja situación que vivían cerca de 140 mil familias se hizo visible el 2011, al alero de las protestas estudiantiles, y cobra fuerza hasta el día de hoy.

Mientras la administración Piñera no ofreció soluciones considerables para el problema, las autoridades que hoy están en La Moneda decidieron avanzar para ofrecer un protocolo de acuerdo a los deudores educacionales. Desde la Agrupación de Estafados por el Crédito Corfo se muestran satisfechos ante el avance, pero destacan que el conflicto aún no está saldado por completo.

¿Qué es, básicamente, lo que acordaron con el Gobierno?

Se mantiene la rebaja del 2% de interés que había otorgado Piñera, pero se le incorporan una serie de otros beneficios que son para aliviar un poco el pago mensual de cada cuota que hacen los estudiantes y sus familias. Por ejemplo, la atingencia de pago a los ingresos, no más del 10 por ciento de los ingresos del estudiante, eximirlo del pago en caso de cesantía, también la detención de todos los embargos, van a cambiar las garantías que obligaban a los bancos a demandar para que Corfo les pagara. Y lo otro es que se incorpora no solo a los deudores del Crédito Corfo, sino a aquellos que tienen créditos de consumo educacional.

¿Cuál es la sensación de ustedes tras este acuerdo? Llevaban mucho tiempo buscando una solución definitiva por parte de las autoridades.

La sensación de nosotros es que, desde la administración anterior a esta hubo una apertura. En la administración de Piñera eran muy cerrados, en esta hubo la disposición de al menos presentarnos en una mesa de trabajo. Lo consideramos un avance, no es nuestro petitorio completo, pero sí lo firmamos porque es un avance que va a aliviar de forma significativa a muchas familias. Tampoco íbamos a ir por el todo o nada, porque hay que ser pragmático.

Ahora, en cuanto a la sensación que nos deja, es que se pueden lograr las cosas pero debido a la unión de las personas que están en una situación complicada. Creemos que es un paso más que hemos dado pero esperamos que otros compañeros tomen el relevo de esto y sigan luchando no sólo por los deudores Corfo, sino que por todos los deudores educacionales.

Aún faltan las firmas de los bancos en el acuerdo, ¿no?

Sí, eso es bien paradojal o no es tan paradojal en un Estado que deja en manos de privados muchas cosas. En este caso, el Estado no puede obligar a los bancos a acceder a esta rebaja, para los que tienen crédito no Corfo, por lo tanto dependemos de la buena voluntad de los bancos. Sabemos que la buena voluntad es bien difícil encontrarla, por lo tanto, si ellos no llegaran a acceder, esperamos que si ellos se niegan se promulgue una ley que les obligue a ingresar a este acuerdo, porque el Estado aquí se tiene que poner los pantalones de una vez y no continuar sujetos a lo que cada institución bancaria quiera o pretenda determinar.

¿Qué es para ustedes lo que queda pendiente, en cuanto a las demandas que han impulsado en todo este tiempo?

Quedaron dos demandas fuera, en cuanto a la retroactividad y la universalidad. El Estado y las políticas públicas que han implementado distintos gobiernos siempre van focalizadas. No se da universalmente una solución o una política pública no se implementa de manera universal, por lo tanto, aquí va a seguir esa norma que es hasta el noveno decil. Las personas que pertenezcan al décimo decil de ingresos van a quedar fuera de esta situación de rebaja y pago de contingencia.

Tampoco se va a dar la retroactividad, que sería tomar los créditos desde la primera cuota que estamos pagando. Eso se alivia un poco con la contingencia, pero el tema es que continúa la deuda para muchas familias. Por eso, el llamado que hacemos nosotros es a unirse en la Coordinadora Deuda Educativa, que es la que está aglutinando o agrupando a todos los deudores educacionales, porque muchos van a quedar con problemas de pago y hay que seguir movilizándose, no queda otra.

Ustedes han señalado que el gobierno de Piñera les mintió. ¿Cuáles fueron los acuerdos que ellos adquirieron y no cumplieron?

La rebaja que se hizo en la administración de Piñera fue una rebaja del 2 por ciento de la cuota. Para que tengan una idea, la rebaja del 2% de la cuota, cuando los intereses los han pagado los primeros 10 años del crédito, era en términos reales, una rebaja de entre mil y 5 mil pesos de cuotas de más de 200 mil pesos, una verdadera estafa.

La promesa que no se cumplió fue el tema de la detención de los embargos, ellos se comprometieron a hacer una revisión de las garantías que Corfo incentiva a los bancos a rematar las casas de los deudores. Se dijo públicamente que esto iba a cambiar y no cambió, por lo tanto, no tenemos una distinción. Aquí todos los gobiernos terminan siendo o haciendo las mismas políticas y por eso vamos a estar alertas a que los compromisos se cumplan. Esperamos que esto se materialice con las resoluciones que tiene que hacer el consejo directivo de Corfo. No queremos que nos pase nuevamente que nos desmovilizamos y nos pasan gato por liebre.

¿Cuáles son las expectativas que tienen en cuanto a las luchas que siguen y cómo ven el desarrollo de la reforma educacional? ¿Creen que pone fin al endeudamiento de los estudiantes chilenos?

La reforma no pone término al endeudamiento, sólo alivia la carga y la hace más llevadera, con mejores condiciones. Por lo mismo, creemos que es un paso pero no el definitivo. Esperamos que dentro de las reformas se repare no sólo a los deudores Corfo, sino a todos los estudiantes que están en esta situación de tener que pagar sus créditos. Una solución definitiva que implique, en términos sencillos, el costo real de las carreras, no pagar este interés abusivo, usurero, que sólo es lucro para las instituciones bancarias y con fondos públicos.

Esperamos que este debate se dé y lo den también los estudiantes y las organizaciones estudiantiles, que no han tomado en cuenta esto, no sé por qué razón hemos tenido apoyos pero muy simbólicos. Esto afecta diariamente a miles de familias, así que esperamos que tanto las organizaciones como las autoridades puedan entender que el endeudamiento es neoliberalismo y eso va a continuar. Hay que seguir alerta y movilizándonos.