Radiografía del día negro para Quintero y la responsabilidad de ENAP
El miércoles 24 de septiembre se vivió una jornada negra para la bahía de Quintero. Según se dio cuenta en las primeras informaciones oficiales, tres mil litros de petróleo fueron derramados al mar durante una operación de descarga en el puerto de esa ciudad. A pocos días de comenzar la emergencia y las operaciones de limpieza la noticia se agravó aún más. El derrame habría sido en realidad de más de 22 mil litros.
Según la información disponible, el derrame de petróleo ocurrió luego de una mala maniobra por parte de un remolcador sobre la embarcación LR Mimosa, la que transportaba el crudo, lo que ocasionó la ruptura del sistema de descarga.
La Empresa Nacional del Petróleo, ENAP, encargada de la compra del crudo aparece como la principal responsable ante el gran desastre ambiental que está viviendo por estos días la Región de Valparaíso. Sin embargo, ENAP se defiende y se ha señalado que durante las acciones de carga y descarga, el capitán del navío es el responsable de todas las operaciones que se llevan a cabo durante la transacción.
"Las maniobras de cambio de remolcador son autorizadas por la autoridad marítima, pero sigue siendo el capitán del barco el responsable de todo lo que sucede en sus instalaciones", sostuvo a la prensa el gerente de refinación y comercialización de ENAP Marc Llambías.
Según ha señalado Llambías, en las compras de crudo como la que se estaba llevando a cabo, es el vendedor el que se hace cargo de contratar la embarcación, mientras que el comprador, en este caso ENAP, pone a disposición las instalaciones para realizar la descarga. Por este motivo la empresa nacional ha recalcado no tener responsabilidad alguna en el accidente.
Por este motivo ENAP elevó una solicitud de arraigo contra el buque que transportaba el crudo ante el Juzgado de Letras de Quintero, quienes el 26 de septiembre acogieron la petición en contra del naviero perteneciente a un filial de la empresa Ultranav hasta que finalicen las investigaciones que aclaren lo sucedido.
Pero, según ha trascendido en medios de prensa, existiría una carta de garantía de 15 millones de dólares de parte de la aseguradora Britannia Steam Ship Insurance, lo que según el presidente del Consejo de Defensa del Estado, Juan Piña, no haría necesario el arraigo en contra del buque LR Mimosa.
La situación se dio luego de que el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, se reuniera con el consejo para que éste interpusiera una demanda por daño ambiental en contra de quienes resulten responsables.
Las investigaciones
De manera paralela existen tres instituciones que están realizando investigaciones para esclarecer lo sucedido y perseguir a los responsables.
Por una parte la Gobernación Marítima ha levantado una investigación que tiene como plazo 20 días hábiles a contar del accidente, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) está desarrollando un acta de inspección para determinar si hubo incumplimientos de la resolución de calificación ambiental (RCA) y finalmente el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) inició acciones legales contra quienes resulten responsables, de manera de proteger los intereses de los pescadores.
El grave daño ambiental
Tal como ha señalado el propio gobierno, en la bahía de Quintero “está ocurriendo un daño ambiental grave”, y si bien se realizará un estudio para medir sus consecuencias, expertos vaticinan que las consecuencias podrían durar hasta 20 años. Esto, ya que en una primera instancia el petróleo que permanece en la superficie marina luego sedimenta, contaminando el fondo marino.
Ante esta situación las autoridades decretaron el cierre de las playas afectadas y la prohibición de extracción de productos marinos desde Quintero hasta Horcón. La medida efectuada por la Seremi de Salud de Valparaíso tiene como objetivo resguardar la salud de la población hasta que no haya certeza de la eliminación de todas las trazas de hidrocarburo.
El derrame de petróleos afectará gravemente a Quintero y los demás sectores afectados, donde existen diversos sindicatos de pescadores artesanales los que dependen de los recursos marinos para subsistir. Según los propios pescadores, en la zona afectada se estaba produciendo el desove de la Merluza, que actualmente se encuentra en veda.
De 3 mil a 22 mil litros derramados
Las primeras y erradas declaraciones de ENAP respecto a la cantidad de petróleo derramado dejan entrever un problema mucho mayor y que tiene que ver con la información publicada ante la opinión pública. Si bien ahora se señalan que hay exactitud sobre los 22 mil litros derramados, los pescadores artesanales se han manifestado dudosos de la situación.
“En el puro flexible habría 26 metros cúbicos y si se hubieran demorado 5 segundos en cerrar la llave entre tierra y el mar son 42 metros cúbicos, ósea en solo 5 segundos tienes 68 metros cúbicos de derrame", señaló el presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Ventana, José Carvajal, a Publimetro.
Por otra parte, ENAP posee la certificación de calidad ISO 9001:2001, la que obliga a la empresa a tener un registro acabado de sus operaciones. Así mismo, cabe resaltar que en su reporte de sustentabilidad del año 2007, la empresa declaró una planificación para obtener la certificación ambiental ISO 14001 para el año 2008, situación que aún no ha podido realizar.
Precisamente esta última norma obliga a las empresas a llevar un registro de todos los impactos ambientales, decretando protocolos de seguridad y de información correcta a las autoridades.
La eterna zona de sacrificio
El desastre en la bahía de Quintero saca nuevamente a la luz el concepto de “zonas de sacrificio”, el que ha sido encarnado y asociado por muchos años a las comunas de Quintero y Puchuncaví.
En este sentido, ésta última municipalidad convocó recientemente a una marcha, con el fin de protestar en contra de la instalación de nuevos proyectos industriales en el sector y para remarcar su rechazo a la calidad de vida que actualmente posee Puchuncaví.
La zona se ha visto envuelta en una serie de emergencias ambientales, entre las que destacan la intoxicación por azufre de decenas de jóvenes en el establecimiento escolar La Greda, y ahora último el derrame de hidrocarburos en Quintero.
Esta situación se dio justo en el marco de la presentación de un proyecto para la biorremediación para la bahía de Quintero, el cual fue realizado el martes 30 de septiembre y que contó con la presencia de la seremi del Medio Ambiente, Tania Bertoglio, el alcalde de Quintero Mauricio Carrasco, el Seremi de Energía, Jorge Olivares, la agrupación de Caletas Unidas de Quintero y las empresas de la zona industrial de Quintero y Puchuncaví.
La iniciativa, enmarcada en el Programa para la Recuperación Ambiental y Social de Quintero y Puchuncaví, e impulsada por el Ministerio del Medio Ambiente, constituye uno de los enfoques para abordar esta “zona de sacrificio”.
Sin embargo, debido a una falta de política territorial que permite ordenar las actividades presentes en un territorio, el Estado y las empresas sólo se hacen parte de acciones compensatorias, y no se han podido constituir medidas preventivas para el área.