Capitales Humanos: La nueva forma de lucro con el endeudamiento universitario
Vestidos como zombies y con pancartas que decían “Morí debiendo 20 millones de pesos”, miles de estudiantes universitarios se agruparon en la Plaza de la Ciudadanía frente a La Moneda para bailar la canción “Thriller”. La razón de este acto artístico tenía como idea instalar uno de los principales conflictos que motivó la fuerte movilización estudiantil en 2011: el endeudamiento.
Los altos precios de los aranceles universitarios presentan el crédito como casi la única vía para financiar los estudios. Los principales dardos apuntaron a los altísimos intereses del Crédito con Aval del Estado, creado en el gobierno de Ricardo Lagos y que permitía a muchos estudiantes ingresar a la educación superior, pero a un alto costo. Esa fórmula terminó por sobre-endeudar a miles de estudiantes con bancos, donde la tasa de interés alcanzaba el 6%. La peor cara de esta política la vieron los estudiantes que optaron por el Crédito Corfo, quienes hoy protestan por haber sido “estafados”.
El economista de la Universidad de Chile, Elmo Moreno, junto al director de Investigación del Instituto para el Estudios de Negocios Latinoamericanos en Babson College, John Edmunds aseguran que para 2016 habrá más de 600 mil alumnos endeudados cuya deuda total estimada será de US$5.000 millones.
Uno de los temas centrales que hoy se debaten al calor de la reforma educacional es el alto costo que las familias deben pagar por educar a sus hijos. Aún no se han concretado propuestas para resolver el tema, aunque la presidenta Bachelet ha manifestado la intención de suprimir el endeudamiento y financiar vía bonos portables a los estudiantes. Sin embargo, este tema aún no entra en proceso legislativo y aún queda mucho paño por cortar.
En medio de esta discusión, nace Lumni, una empresa que se autodenomina como “Empresa B”, cuya principal función es financiar estudios superiores de alumnos que cumplan ciertas características. La novedad de la propuesta es que asegura en su pagina web que: “no es un crédito, no es una beca, es inversión en tu talento”.
El método David Bowie
Consuelo Cid, directora de operaciones de Lumni cuenta que la idea la tuvieron dos colombianos, Felipe Vergara y Miguel Palacios. “Ellos se inspiraron en el cantante David Bowie”, cuenta Cid, ya que vieron que el cantante había vendido bonos a futuro para conseguir capital para hacer conciertos y discos. Se había conseguido la plata y le dijo a sus inversionistas que cuando él vendiera sus discos iba a devolver la plata. En palabras de la directora, David Bowie “capitalizó su talento y ellos encontraron que esta idea era fantástica y dijeron, ¿por qué no aplicamos esto a la educación?”
Lumni se define como un Fondo de Inversiones. Esto es un sistema de ahorro donde varias personas (inversionistas) entregan su capital, formando un patrimonio común. El fondo reúne el dinero aportado por todos los participantes para que una entidad se encargue de su gestión y administración para generar rentabilidad.
En este caso, Lumni es la entidad que administra el dinero de los inversionistas pero con la novedad de que en vez de invertir en acciones, invierte en personas, específicamente, estudiantes. Con el dinero de los inversionistas, Lumni entrega financiamiento para la educación superior de jóvenes que luego, al titularse, devolverán el dinero prestado con un porcentaje fijo de su dinero. Según Consuelo Cid, encargada de operaciones de Lumni, ese porcentaje depende del contrato, puede llegar a ser el 15% del sueldo futuro del estudiante y puede durar por 5 años.
La economista y académica de la Universidad Diego Portales, Claudia Sanhueza, explica que esta idea es similar al crédito contingente al ingreso y agrega que “ños estudiantes que les va bien van a pagar probablemente mucho más de lo que tendrían que pagar y los que no, seguramente pagarán menos, pero en promedio, van a ser rentables para la empresa y por lo tanto esa es la racionalidad económica”.
Consuelo Cid asegura que “para el inversionista esto es atractivo porque es un inversionista social, efectivamente ellos buscan ganar, pero muy poquito” y agrega que no hay una discriminación por elección de carrera.
Este fondo apunta a atraer inversionistas y es a través de su directorio que revela su estrecha relación con el mundo empresarial influyente chileno, siendo parte de él Alejandro Rosemblatt, vicepresidente ejecutivo de Fasa S.A. (dueña de Farmacias Ahumada) en el periodo de la colusión de farmacias por alzas concertadas de 222 medicamentos. Enrique Cibié es parte del directorio también, quien asumió como presidente del directorio de Fasa S.A. tras la investigación por el caso de colusión de las farmacias, y es actualmente director de la empresa forestal Masisa. También es parte Patricio Tapia, gerente de Administración y Finanzas de AntarChile del Grupo Angelini, entre otros.
Al ser una Administradora de Fondos, Lumni no está registrada en el Ministerio de Educación y no se ajusta a la Ley de Bancos. Juan Pablo Rojas es estudiante y dirigente de la agrupación “Deuda Educativa”,-que reúne cientos de estudiantes endeudados por la educación superior- comentó que “nos preocupa quien regula o fiscaliza este sistema, debiesen estar regulados por la ley de bancos, funcionan como financiera sin ser bancos. No nos parece que se esté jugando económicamente con la educación de los chilenos”, aclaró.
Los Pobres Endeudados
Claudia Sanhueza explica que el efecto de las deudas en general es que los ingresos caen. “En Estados Unidos –cuenta- se calcula el “debt poor”, es decir el pobre endeudado. Al tener deuda tus ingresos bajan y podrías estar en situación de pobreza producto de la deuda”, aseguró.
La economista da el ejemplo de Estados Unidos con la crisis sub prime. “Las familias se empezaron a endeudar por casas que estaban muy caras producto de otras circunstancias y que después bajaron de precio entonces terminaron endeudadas por montos que no tenían nada que ver con la riqueza que habían adquirido. Es lo mismo que pasa aquí con la educación, los intereses están inflados por la disposición a pagar. Los estudiantes se están endeudando por algo que después el mercado laboral no va a dar la rentabilidad que se espera”.
El economista Elmo Moreno dice que “a la palabra endeudados hay que agregarle, con la banca”. En su investigación junto a John Edmunds, estimaron que en 2016 habrá más de 600 mil alumnos endeudados. El experto asegura que “a un número importante de ellos no se les permitirá acceder a créditos hipotecarios, créditos automotrices y créditos de consumo, debido a la deuda contraída para estudiar en la Educación Superior, además de que se verán sometidos a todas las acciones de cobranza llegando hasta el embargo”. John Edmunds en otra entrevista agrega, “¿a alguien le interesa hoy saber la cantidad de embargos producto del no pago de esta deuda universitaria?”
En este sentido, el dirigente de Deuda Educativa declaró que “condenamos absolutamente este nuevo invento financiero que significa Lumni, cuyos dueños son los mismos dueños de Chile y dueños de los bancos, por cuanto se disfraza un bien social, como es la educación, pero lo que busca es el lucro”.
Por su parte, Claudia Sanhueza argumenta que la lógica detrás de Lumni “es la mejor justificación económica que uno podría encontrar para defender la gratuidad en la educación superior, porque en el fondo de lo que se trata es financiar estudiantes hoy que en el futuro van a ser probablemente más productivos porque van a tener alta calificación, lo tanto van a pagar impuestos altos y por tanto van a contribuir al resto de la economía”.