Gigantes informáticos buscan hackers "traidores"
Google ha creado su propia división, una especie de comando de renegados, para trabajar en la sombra. Forman parte del denominado ‘Project Zero’. Anunciado a mediados de julio, es la reacción directa a Heartbleed, la mayor brecha de seguridad conocida hasta el momento, descubierta por uno de sus trabajadores. Oficialmente, su misión se define con un eufemismo, el análisis de programas. George Hotz es una de sus estrellas, venerado en la comunidad programadora por un logro épico, saltarse el código de seguridad de la PlayStation 3. Apple también sumó para sus filas a Peter Hajas, al creador de un jailbreak, el sistema que se salta el candado de iOS y permite instalar programas ajenos a su tienda.
Kevin Mahaffey (San Diego, 1984) saltó a la fama en 2004. Junto a sus dos socios, John Hering y James Burgess, se plantaron cerca de la alfombra roja en la ceremonia de los Óscars. Entonces no había smartphones y el bluetooth era la forma de comunicación entre móviles. Ataviados con una mochila compatible con esta tecnología se introdujeron en los teléfonos de los famosos. “Llevábamos tiempo alertando a los fabricantes del fallo y no nos contestaban. Queríamos que se arreglase y la mejor publicidad era algo así, a lo grande”, justifica. Hoy es director técnico y cofundador de Lookout, dedicada desde 2007 a la seguridad en el móvil. Cuentan con 60 millones de usuarios en todo el mundo.
Confiesan que el salario no es lo más importante, sino sentirse útiles, aportar. Son mentes curiosas que encuentran motivación en el reconocimiento.