En grave peligro más de 35 mil morsas varadas en Alaska debido los deshielos
Point Lay, un remoto lugar de Alaska, es el escenario de un preocupante espectáculo que nada tiene que ver con la cotidianidad de la naturaleza. Más de 35 mil morsas del Pacífico llegaron allí como consecuencia del masivo derretimiento de hielos en el ártico.
Si bien el fenómeno ya había sido registrado el año pasado, la cifra de mamíferos que vararon este año se triplicó.
El acontecimiento se explicaría porque las hembras de la especie utilizan las plataformas de hielo para alimentarse y parir, pero que producto del derretimiento del ártico han debido buscar un lugar para descansar, ya que a diferencia de las focas no pueden nadar ininterrumpidamente.
Diferentes grupos ambientalistas se han referido públicamente al tema, entre ellos el vicepresidente del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), quien ha señalado que “estamos siendo testigos de una catástrofe en cámara lenta en el Ártico”.
Los drásticos cambios que se han reportado en Ártico se han visto reflejados en emblemáticas especies como osos polares y morsas, sin embargo hay una serie de alteraciones que están teniendo repercusiones a nivel ecosistémico en diferentes partes de la cadena trófica.
Según el Centro Nacional de Datos de Hielo, el 17 de septiembre la cobertura del Ártico alcanzó su punto más bajo desde que comenzaron las mediciones en 1979. Pero eso no es todo.
Un estudio realizado en el “polo norte” asegura que debido al cambio climático el Ártico se ha vuelto un ocho por ciento más oscuro entre 1979 y 2011. Muy por el contrario a ser una buena noticia, esto produce que la capa de hielo refleje menos luz solar, lo que acelera su calentamiento y en consecuencia su derretimiento.
Esta situación no sólo tiene efectos a nivel local, sino a una escala planetaria global. Tal como han señalado los científicos del instituto Scripps de Oceanografía en California, autores del mencionado estudio, el hielo cubierto por nieve refleja mucho más calor que el mar que queda cuando el hielo se derrite, lo que impacta directamente en el efecto invernadero. Esto ha llegado a tal punto, que según los autores constituye la cuarta parte del efecto invernadero total.