Turismo de huemules en Fiordo Bernardo en Aysén ¿El mejor peor ejemplo de conservación?
Hace unos días nos enteramos por la prensa que se estaba promoviendo el arribo de visitantes el Fiordo Bernardo, quizá el mejor y último refugio de calidad que existe para los huemules del mundo. Este fiordo es parte del magnífico Parque Nacional Bernardo O'Higgins, y desde años la organización que dirijo, junto con CONAF, SAG, científicos, donantes chilenos y extranjeros, hemos trabajado duro para promover el conocimiento y valoración de este sitio, y realizado acciones de conservación de la especie.
En conjunto, y a lo largo de años de trabajo, hemos logrado proveer de refugios para guardaparques, con el objetivo de establecer presencia y con ello control sobre amenazas directas como caza furtiva, control de ganado bagual, monitoreo de la población de huemules y sus enfermedades, entre otras cosas como capacitación de personal y educación, con buenos resultados de conservación!
A nivel nacional, también hemos desarrollado esfuerzos cooperativos junto a CONAF, SAG, Ministerio Medio Ambiente, CODEFF y WCS, liderando el desarrollo de un Plan Nacional para la conservación del huemul, avanzando en la implementación de una gobernanza que permita facilitar y guiar su efectiva ejecución (otra cosa es con guitarra!).
Un esfuerzo extraordinario de entrega y compromiso, que ha generado un espacio de encuentro entre administrativos, científicos, expertos locales, e incluso binacionales. Todo documentado de manera sencilla y transparente, como una forma de guiar la discusión y toma de decisiones a diferente nivel: qué investigar? qué acciones prioritarias deben realizarse en terreno? qué aspectos se deben resolver primero o después para avanzar en las acciones de conservación a lo largo de Chile e incluso con Argentina, en fin.
Una de las piezas clave en relación a la conservación de la especie en áreas protegidas, se refiere a la necesidad de generar planes de manejo de las áreas, de tener capacidad instalada para monitorear y evaluar las acciones que se realicen en ellas, incluyendo no sólo turismo sino investigaciones, gestión de amenazas como invasión de especies, por nombrar unas pocas. Y sobre todo, la necesidad de integrar y construir sobre los procesos que han existido y que han trabajado por años para información, hojas de ruta, definiendo condiciones mínimas, etc. etc. etc. Todo necesario y medianamente sencillo de proveer.
Y de pronto de la nada, por la prensa, y en ausencia de lo anterior nos enteramos que se está promoviendo el turismo en el que quizá es el último refugio de mejor calidad para la especie. A sabiendas que el turismo por sí solo no constituye una herramienta de conservación, sino al revés. Que con visitantes sin regulación llegan enfermedades, incendios, perros, basura, por nombrar unas pocas. Y que el huemul, la guinda y bizcocho de esta torta, es sensible a perturbaciones de este tipo.
Qué pérdida de oportunidad! Pues existiendo toda la estructura, voluntad, e incluso información; estando todos los actores que saben del tema dispuestos a sumarse a una planificación para una exitosa ejecución de turismo de calidad que permita la mantención del escaso recurso huemul, nos enteramos por la prensa que alguien le "está echando pa'delante no más,” esperando "arreglar la carga en el camino", esperando vender el futuro hoy día, negando su existencia mañana.