Luis Mesina y la CUT: “No tienen ninguna legitimidad”

Luis Mesina y la CUT: “No tienen ninguna legitimidad”

Por: El Desconcierto | 03.07.2014

luis mesinaA raíz de la última negociación por el sueldo mínimo, ¿cómo evalúa la legitimidad de la CUT en el contexto del sindicalismo nacional?

Diría que es lamentable, porque la opinión general de la sociedad y no solamente del mundo del trabajo,  ha tomado nota de este acuerdo al que arribó la CUT con el Gobierno, y ha generado un impacto nunca antes visto de rechazo, y de sentir cómo la sociedad chilena es manipulada cada vez que tiene la oportunidad la casta política, y particularmente estos dirigentes sindicales que se han apropiado de una central, y que solamente tienen legitimidad a través del Estado, de los gobiernos, porque por esa vía pueden seguir aplicando las políticas que han hecho durante 40 años.

Lo más trágico de esto no ni siquiera la discusión sobre el monto alcanzado, sino que lo más grave es que el hecho de que al gobierno de Piñera le pidieron 250 mil pesos y dijeron que era irrenunciable, y sin embargo acá se contentan con un monto mucho menor, lo que demuestra una falta de ética y estética tremenda. Eso es lo que la gente cuestiona brutalmente, porque no tienen ninguna legitimidad, la han perdido toda. De hecho, he oído a parlamentarios de la Democracia Cristiana decir que tendrían que haber sido 300 mil pesos. Si pasa eso, y la CUT llega a un acuerdo con ministros que no han hecho más que mantener un mismo modelo, no hay cambio de nada. Eso es trágico y creo que los trabajadores ya han aprendido lo suficiente para empezar a caminar por la perspectiva de otra unidad, porque no tienen en lo absoluto confianza en esta central.

¿Cuánto afecta a la imagen de la CUT que en su estructura interna, las decisiones de su dirección no estén supeditadas a la aprobación de sus bases, tal como funciona en asambleas de todos los sindicatos?

Eso es lo más increíble. Un Estado que define la política de ingreso mínimo a puertas cerradas entre representantes del Gobierno y un par de sujetos que no representan a nadie, y eso adquiere la legitimidad por otro poder del Estado que es el Congreso, hace una burla del supuesto Estado de Derecho. Eso no existe. Ni siquiera las normas más elementales de la democracia en el país han logrado perfeccionarse, y por el contrario han involucionado de manera brutal, hasta llegar al escenario de descomposición que muestran hoy día, del cual los trabajadores de organizaciones genuinas no pueden expresarse. El hecho de que la CUT esté capturada por un pequeño grupo de burócratas sindicales, que responden a los intereses de los partidos, demuestra además que el sindicalismo de los trabajadores está en una orfandad total. Los trabajadores de Cruz Verde llevan una cantidad importante de días en huelga, los de AFP Habitat ya llevan un mes, y hoy día los trabajadores del Transantiago convocaron a movilización, y la CUT, totalmente indiferente, celebra con los ministros de turno. Eso nos parece a nosotros una ofensa y una provocación. Eso es lo detestable. Los trabajadores no sacamos absolutamente nada con rechazar estas prácticas si no somos capaces de avanzar en grados mayores de unidad.

Todos esos conflictos laborales que mencionó, pertenecen al sector privado ¿falta representación de los trabajadores privados en la CUT considerando que hay una gran proporción de funcionarios públicos?

Los trabajadores del sector privado no están genuinamente representados y los grandes sectores de trabajadores que siguen peleando, muchas veces de manera fragmentada, son del sector servicios, como el comercio y el retail que tiene muchos paros, y también lo estamos viendo en las farmacias. El gran comercio es el que está teniendo huelgas y también el sector portuario. Es decir, ningún trabajador vinculado a la burocracia tradicional de aparato público, porque esos son los que están enquistados en la Central Unitaria, y negocian con el Gobierno porque tiene compromisos, y no tienen ningún grado de autonomía. Y los sindicatos deambulan en la más absoluta orfandad para intentar articularse y hacer frente a este momento.

Esto también abre la duda respecto de las estrategias de gobernabilidad que han empleado las diferentes conducciones del CUT, ya que al ser mayoritariamente funcionarios públicos, no se rigen bajo el Código Laboral de José Piñera, ¿hay una diferencia insalvable a la hora de negociar cuando son más funcionarios públicos en vez de privados los que definen materia relevantes como el ingreso mínimo?

Eso tiene toda la implicancia porque resulta que el acuerdo al que llega la CUT, si bien no afecta a los trabajadores que están por sobre ese ingreso, los afecta en tanto  las gratificaciones se determinan a partir del ingreso mínimo, y entonces tiene un impacto con todos los trabajadores chilenos. Lo más grave es que esta actitud de la Central, genera un descrédito de la actividad sindical que es notable. Creo que hay efectos colaterales que son terribles para el resurgimiento de un movimiento más puro, más limpio y genuino, y ellos cumplen un rol, que termina deslegitimando a las organizaciones sociales, al único sujeto derecho que es el sindicato, en la perspectiva de de perder fuerza y capacidad para poder enfrentarse a los empleadores y patrones de este país, y poder reconquistar los derechos conculcados y perdidos durante los últimos 40 años. El rol de la CUT ha cumplido un rol altamente negativo y la conducción está comprometida con los intereses, no solamente del gobierno, sino de lo que han sido las políticas del Estado en los últimos 40 años. No tiene vinculación con el mundo de la educación ni con el mundo previsional. Al punto que los trabajadores que convocaron a la manifestación de los trabajadores del Transantiago, hicieron la convocatoria en el local de la Fech y no en el de la CUT. Esa es una expresión concreta de que no tienen ninguna confianza, porque lo natural sería que los sindicatos concurran a la Central para dar sus declaraciones.

Los trabajadores, ¿tienen todavía la oportunidad de cambiar este escenario?

Todavía los trabajadores no somos capaces de dotarnos de una organización que nos permita avanzar orgánica y unitariamente para avanzar, y es por eso que ellos puedan hacer esto. Si tuviéramos esa capacidad, olvídate que harían lo que han hecho.