Domingo Namuncura: “En temas indígenas el progresismo chileno está retrasado en comprender los nuevos tiempos”.

Domingo Namuncura: “En temas indígenas el progresismo chileno está retrasado en comprender los nuevos tiempos”.

Por: El Desconcierto | 23.06.2014

namuncura-500x270La publicación reúne a importantes representantes y voceros del conflicto mapuche como  Domingo Namuncura, Braulio Cariman, María Francisca Collipal, María Hueichaqueo, Elizabeth Licanqueo, Elisa Loncon, Lautaro Loncon, Salvador Millaleo, Leyla Noriega y Marcos Valdés; quienes en conjunto, elaboran una serie de propuestas para avanzar hacían un nuevo trato entre el pueblo mapuche y el Estado Chileno.

Sobre el libro y la coyuntura versó esta conversación con Namuncura:

¿Cómo se fraguó el libro? ¿Qué patrón de similitudes o diversidades caracteriza al grupo?

Los autores del libro forman parte del programa de derechos indígenas de la Fundación Chile 21, programa que nació en octubre del 2010, en el marco de la primera huelga de hambre por el tema de presos mapuches. Estimamos necesario, entonces, crear y desarrollar un espacio de reflexión que pudiese tener una mirada de mediano y largo plazo acerca de la realidad de nuestros pueblos y de su compleja relación con el Estado y la sociedad, buscando discernir caminos. Lo segundo es que nos dábamos cuenta que se estaban desarrollando muchas iniciativas de estudio y análisis del tema indígena, pero en casi todos los proyectos participaban muy pocos indígenas y entonces los que estudiaban y analizaban nuestra realidad lo hacían desde otra óptica. Ahí resolvimos entonces que el programa de Derechos Indígenas estaría principalmente constituido por profesionales, académicos y dirigentes indígenas. Ése es el sello del programa y que está reflejado claramente en el libro.

El nuevo ciclo político en Chile que según el libro coincide con su publicación ¿qué novedades debería traer para la política de Estado indígena de los últimos 25 años?

Hay que mirar la cuestión social indígena con una perspectiva constante de largo plazo, lo que permite un desarrollo mejor de las estrategias y alternativas. En los años 80 el movimiento Centros Culturales Mapuches fue capaz de plantearse un quehacer para cuando fuera posible derrotar políticamente a la dictadura. El resultado de esa mirada fue el Pacto de Nueva Imperial de 1989.  Dicho pacto, a su vez, generó otra perspectiva de largo plazo,  en donde se destaca la comisión especial de pueblos indígenas y la ley indígena 19.253. Estos fueron hitos relevantes. En la siguiente década, y en el marco de la Comisión Nacional de Verdad  y Nuevo Trato (2004) Chile reconoció las injusticias cometidas con los Pueblos Indígenas y asumió una deuda histórica. En el gobierno anterior de la Presidenta, y luego de 18 años de espera, finalmente, se consagró el Convenio 169 de la OIT y así, en medio de errores y aciertos, la política indígena se ha ido abriendo paso.  Lo que viene ahora es la culminación de este ciclo histórico de 25 años y esto se verá reflejado en una nueva institucionalidad indígena (Ministerio Indígena y Consejo Nacional de los Pueblos, principalmente), en la inclusión de los derechos integrales indígenas en una Nueva Constitución y -entre otros aspectos- en la incorporación de los indígenas en el Parlamento. Todo ello ayudará a sentar las bases o cimientos de un Nuevo Trato.

¿Por qué es importante un Ministerio de Asuntos Indígenas? ¿Qué cambiará concretamente si se implementa, como ha sido comprometido por el Gobierno?

Un Ministerio eleva el estándar de los pueblos indígenas en el Estado. Pone la relación en un nivel superior y brinda y fortalece las capacidades políticas de los Pueblos.

La creación del Ministerio Indígena cierra el ciclo histórico de la Conadi (16 años) creada en 1994. Conadi es un sencillo servicio público, hoy muy demandado por políticas sociales y sin muchas competencias. Es un organismo dependiente. Un Ministerio eleva el estándar de los pueblos indígenas en el Estado. Pone la relación en un nivel superior y brinda y fortalece las capacidades políticas de los Pueblos. Sin duda, un ministerio es mucho mejor que un servicio, porque contribuirá además a transversalizar el tema indígena en todo el Estado y facilitará las relaciones de los Pueblos con el conjunto de las instituciones de la sociedad.

En el caso de concretarse la promesa de una nueva constitución ¿Cuál debería ser la principal modificación respecto a los asuntos indígenas?

Un nuevo ordenamiento jurídico, una Nueva Constitución ha de tomar en cuenta los tratados internacionales en materia de Derechos indígenas. Esto implica reconocimiento efectivo de derechos políticos, sociales, económicos y culturales. Esto permitirá que Chile se reconozca como una sociedad pluricultural y plurinacional. Implica un avance formidable en la relación de los pueblos con el Estado.

 

Huenchumilla, el Progresismo y los Pueblos Indígenas

 

TapaEn el conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche ¿Basta con no aplicar la Ley Anti-terrorista si comuneros afirman que dos instituciones del Estado siguen incurriendo en arbitrariedades: la Policía y la Justicia?

Esencialmente hay que corregir con urgencia lo que ha ido aconteciendo. El relator Ben Emmerson, de Naciones Unidas ya fue contundente en su estudio: la Ley Antiterrorista es parte del problema y no la solución. Esto fue recogido previamente por muchas entidades y finalmente la propia Presidenta, en su calidad de candidata, tomó nota de aquello y lo expresó categóricamente. Hace pocos días hemos asumido como país, ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el compromiso de que ese instrumento represivo no será empleado por el gobierno en las movilizaciones sociales indígenas. Esto es hoy, un sello político fundamental y está reflejado en la comisión creada por el Ministro del Interior para hacerse cargo de las  modificaciones que se realizarán a esa Ley.  Respecto del comportamiento de policías y jueces hay un camino por recorrer, para resolver mejor los debidos procesos y cautelar que las acciones policiales tengan en cuenta los derechos y dignidades que emergen de la cosmovisión indígena. Y en esto hay que distinguir con claridad que los Pueblos indígenas son históricamente violentados y no son violentistas. Entonces para que haya paz tiene que existir primero un clima de justicia.

En la instalación del nuevo gobierno, se ha hablado de un descalce entre el Ministerio del Interior y el Intendente Huenchumilla. ¿Es así, en tu opinión? ¿Por qué da la impresión que el intendente Huenchumilla tiene una agenda y una retórica distinta a la de La Moneda?

El Intendente Huenchumilla está en el territorio mismo. Es jefe del gobierno de una región que tiene muchas tensiones, no sólo las relativas a pueblos indígenas. Hay situaciones de pobreza, problemas de infraestructura, desempleo, extracción desmesurada de riquezas naturales, conflictos de tierras y aguas. Es una región históricamente afectada por diversas historias de injusticias. Él no está haciendo una retórica. Está reflejando la verdad de una historia que, en general los chilenos desconocen o no quieren reconocer. El historiador Villalobos, entre otros. Por otro lado, el Intendente cuenta con la confianza real de la Presidenta y del Gobierno: ninguna autoridad administrativa actúa por su cuenta  y nosotros tenemos que poner en práctica un Programa Presidencial, en este caso, relativo a Pueblos Indígenas que es muy superior a otros programas anteriores. No hay tal "descalce" entre el Intendente y el Gobierno.

En los últimos años, las institucionalidades de distintas regiones del mundo han avanzado en un nuevo tipo de relación con las identidades locales, que modifica el carácter tradicional del estado-nación monolítico. Para no hablar de la derecha ¿Cuánto han recogido la izquierda y la centro izquierda chilena esta tendencia mundial?

Esta es una muy buena pregunta y te la agradezco. Dejo a la derecha al lado de este tema porque ellos, por razones ideológicas no van a comprender fácilmente la importancia de la diversidad social y cultural de los pueblos. El problema está en la centro-izquierda. En lo relativo a multiculturalidad, pluriculturalidad y plurinacionalidad la izquierda -principalmente- está retrasada en su capacidad de comprender los nuevos tiempos. Va a la zaga de las tendencias mundiales más progresistas.  Y esto es una clara deuda política de su parte. Socialmente la izquierda chilena tiene una postura progresista, pero políticamente (e incluso económicamente) es -digámoslo así- mucho menos progresista. Y en el tema indígena lo refleja claramente.  Sus dirigentes hacen discursos sobre los derechos indígenas, pero cuando tienen que abrir espacio a los referentes indígenas, los relegan a posiciones marginales. ¿Cuántos Senadores indígenas tenemos en Chile? Ni uno solo. ¿Cuántos Diputados indígenas? Solo una parlamentaria de origen diaguita. ¿Cuántos Ministros de Estado han sido indígenas en Chile? Sólo 3 en 204 años de historia. Esto es, entre otros aspectos, la expresión del llamado "compromiso de izquierda" con los indígenas.  Entonces, hay mucho discurso o retórica indigenista, pero cuando se trata de repartir el poder político, la clase dirigente, por muy de izquierda que sea, cierra el camino a los indígenas, a las  mujeres, a los jóvenes, a los trabajadores. Para qué decir de los campesinos o pobladores.  ¿Te das cuenta? Y es contradictorio, porque se supone que los partidos de izquierda debieran representar y reflejar a la clase obrera, indígena y popular. Pero todo esto es porque no conocen la verdadera historia de los Pueblos Indígenas; no comprender su cosmovisión, porque nunca se han interesado de verdad en ello. Hoy sienten una fascinación por la causa indígena y eso ya es algo, pero esa fascinación hay que convertirla en poder político. Y esto es ahora tarea de las actuales y nuevas generaciones indígenas. Por eso es tan importante las señales que ha dado nuestra Presidenta: su actual Gobierno es el primero en la historia que nombra a 10 mujeres embajadoras; es el primero que nombra a un mapuche como diplomático desde 1818; es el primero que pondrá en consulta nacional la creación de un Ministerio indígena y un consejo nacional autónomo de pueblos indígenas.... ¿te das cuenta? O sea, tenemos una Presidenta que tiene una mirada progresista que supera a los partidos de la coalición.