Denuncian brutal golpiza contra interno de la Cárcel de Valdivia
Pedro Díaz Nettig es el nombre del interno de la Cárcel de Valdivia que resultó con serias lesionas tras una brutal agresión que habría recibido de parte de funcionarios de Gendarmería. El hecho ocurrió el pasado 5 de marzo, cuando Díaz Nettig, de 34 años, intentó atentar contra su propia vida sin resultados, y tras ser descubierto por personal del recinto penitenciario, fue víctima de una brutal golpiza que lo dejó internado de gravedad en el Hospital de Valdivia.
La denuncia la dio a conocer la agrupación "81 Razones", Organización No Gubernamental que nació de los mismos familiares de los presos que murieron calcinados en la cárcel de San Miguel, en 2010. Según explicó César Pizarro, presidente de la ONG, "recibimos un llamado anónimo desde la misma cárcel, desde el mismo módulo donde el interno fue agredido". Según Pizarro, tras el hallazgo de Díaz, "en el momento en el que Gendarmería lo descubrió con una soga en el cuello, lo golpearon muy fuertemente con patadas en la cara, en la boca, palos en la cabeza y hasta lo azotaron contra un muro", comentó. Pizarro asegura que hoy el interno sigue grave, presenta edemas cerebrales, fractura craneal, tiene problemas de visión en un ojo y de audición en ambos oídos. "Fue una golpiza a muerte", afirma.
Ésta no es la primera vez que como ONG levantan la voz de alerta ante casos de brutales agresiones en el mismo recinto, que ellos no dudan de calificar como torturas. Uno de los últimos casos ocurrió el pasado 20 de diciembre y también fue denunciado por "81 Razones". "Nosotros lo llamamos campo de concentración de Valdivia. Es una cárcel que aplica el régimen de la dictadura, torturan a las personas que llegan al lugar. Es un recinto donde llegan la mayoría de los gendarmes que han sido castigados o sancionado por drogas, o violaciones a los DD.HH de los presos en otros recintos penales. Y ahí siguen haciendo sus malabares con los presos, el tema de ingreso de drogas, el empastillamiento, las golpizas y todo eso" detalla Pizarro.
Según indica, las denuncias formales han sido respaldadas por el mismo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), además de contar con la colaboración de abogados de la Defensoría Penal Pública, quienes han presentado formalmente el caso ante Fiscalía.
El presidente de "81 Razones" asegura que las condiciones carcelarias de hacinamiento están afectando tanto a presos como gendarmes, pues esto, sumado a otras razones, no dan garantías de que el sistema de reinserción social se lleve a cabo de manera "Los vulnerados aquí son los presos. Hay que reconocer que el país tiene un retroceso en el tema penitenciario. Si bien podemos tener grandes estructuras de cemento y enormes edificios, por dentro hay mucha humedad, mucho musgo, mucho vicio, y mala alimentación, lo que afecta también a las personas que están ahí por voluntad, por trabajar bajo el alero del Estado, que como funcionarios quisieron ese trabajo, pero lamentablemente también se están enfermando, se desvirtúa el tema, y muchas veces se pasan para el lado del mal, porque en vez de ayudar a reinsertar y llevar hacia la paz a las personas que cometen algún delito, en este caso ellos también pasan a la ilegalidad cuando ejercen el tráfico y usan violencia excesiva", reflexionó Pizarro.
Familia denuncia hostigamientos contra interno agredido
Por su parte, familiares de Pedro Díaz Nettig aseguraron que las denuncias de tortura física y psicológica contra internos del penal de Valdivia datan desde hace mucho tiempo."Han sido tantos los malos tratos que proporciona Gendarmería a nuestro hijo, y a muchos de los internos de la cárcel de Valdivia, que los tiene al borde de la locura y ha llevado a muchos internos a tomar drásticas decisiones atentando contra su propia vida para ser trasladados a otro penal, atendidos los malos procedimientos que ahí se realizan", señalaron a través de una declaración pública.
La familia de Díaz Nettig aseguró que hace poco más de un año, precisamente después de que fuera trasladado al recinto penitenciario de Valdivia, el hombre que cumple condena por robo comenzó a mostrar signos de decaimiento en el ánimo. "Cada visita lo veíamos peor, nos contaba de los malos tratos que recibían él y los otros internos, de parte de Gendarmeria y que no existía la mas mínima intención de poder acceder a una oportunidad de hacer conducta en algún taller o algo similar, siempre se lo negaban, ni hablar de pensar en algún traslado, nunca se los otorgaban ni tramitaban como corresponde", señala la declaración.
Cuentan que, al igual que la ONG, ellos se enteraron de los hechos del 5 de marzo gracias a llamados telefónicos de los mismos reclusos, los que informaron antes que la autoridad competente del delicado estado de salud de Pedro. Tras dos días de inconsciencia, éste les comentó sobre el temor que tenía de volver a la celda que ocupaba en el penal ya que, según comentó a sus familiares, los gendarmes iban a matarlo.
Dicha preocupación es compartida por César Pizarro, quien aboga porque sea trasladado una vez que se recupere de sus graves lesiones. "Obviamente queremos que él no vuelva al mismo recinto penal porque si se recupera, van a seguir las agresiones. Y de eso estamos seguros, porque hemos denunciado de la misma forma casos similares y a la vuelta les han pegado apenas llegan. Nosotros creemos que es algo increíble y no entendemos cómo esta gente sigue ahí", aseguró.
"El hecho de que una persona esté presa cumpliendo una pena no significa que debe someterse a cada uno de los vejámenes que mi hijo describe", aseguran también sus familiares.