La marihuana no es una droga dura: la nueva postura de Bachelet
“La marihuana no es una droga dura”, declaró la ministra entrante a cargo de la cartera de Salud, Helia Molina. Su afirmación, detallada con más profundidad en una entrevista con CNN, viene a ilusionar a los activistas que ya suman más de una década pidiendo la despenalización de la cannabis en Chile.
“Sin duda que la drogadicción es un tema de salud pública importante. Pero la marihuana, aunque en Chile está clasificada de droga dura, yo creo que no lo es por los niveles bajos de adicción que tiene”, aseguró Molina.
Además, la ministra aseguró que ve “con muy buenos ojos” la experiencia de países como Uruguay. “Me parece interesante, porque por un lado quiere evitar el narcotráfico y por otro no quiere fortalecer el consumo abierto y siniestro”, argumentó.
“No hay suficiente evidencia todavía del potencial daño de la marihuana”, sentenció y agregó que el tabaco y el alcohol pueden producir más daño que el consumo de cannabis.
Reinan las dudas
Sin embargo, existe escepticismo y razones hay de sobra. Durante el gobierno del socialista Ricardo Lagos fue creada la Ley 20.000 de drogas, el marco regulatorio actual que se caracteriza por su fuerte criminalización de los consumidores –de cannabis, sobre todo- y que ha sido responsable del crecimiento sustantivo de usuarios encarcelados y procesados por la ley debido a la práctica de cultivo y consumo público.
Además, durante el gobierno de la actual mandataria, la marihuana fue calificada en la lista de drogas duras, misma categoría que considera a drogas como la cocaína y el hachís. Un antecedente que los expertos, activistas y consumidores no olvidan.
“Desde el punto de sentido común, no me pasa nada con lo que dice porque es tan evidente, tan obvio, se sabe desde siempre, que no dice ninguna novedad. La única novedad es que lo diga ella, pero tampoco eso significa mucho porque, según escuché, lo dice a título personal, pero sobre todo porque nadie sabe cuál es la verdadera voluntad de Bachelet respecto al tema”, argumentó Claudio Venegas, editor de Revista Cáñamo.
Venegas recordó el historial de la mandataria respecto al tema, recalcando “la pobre performance que tuvo en materia de política de drogas durante la campaña, donde lo poco y nada a lo que se comprometió fue a revisar si tal vez sacaba la cannabis de la lista 1 de drogas duras”.
Otro dato que preocupa a los activistas es el rumor del supuesto nombramiento de Mariano Montenegro, uno de los ex jerarcas del Conace, a cargo del Senda. Montenegro habría sido uno de los impulsores de la calificación de la marihuana como droga dura, por lo que los activistas señalan que ésta sería una pésima señal. "En esta materia, el supuesto de que el gobierno de Bachelet es progresista no es real", advierte Venegas.
Pacientes y usuarios esperan
Según informó recientemente Revista Cáñamo, Francisca Florenzano, ex directora del Senda, habría redactado el decreto y reunido los antecedentes para recalificar la cannabis y dejarla fuera de la lista de drogas 1. De esta manera, el decreto sólo esperaría ser firmado por la mandataria, quien respaldó recientemente las palabras de su ministra de Salud.
“Tengo la plena decisión de revisar muy profundamente la Ley 20.000 y categoría de la marihuana como “droga dura”. Creo que el problema en Chile de la droga no es el consumo individual o medicinal, sino las redes de narcotráfico que asolan las calles de nuestro país, y ahí vamos a poner nuestros esfuerzos principales", señaló.
Mientras, chilenos como Cecilia Heyder, enferma de cáncer y lupus apuran la despenalización de la marihuana con motivos medicinales: "Los pacientes no somos traficantes ni delincuentes, no tenemos por qué andar escondidos. Tenemos derecho, al menos, a elegir nuestra terapia alternativa y es algo que está al alcance de todos", argumenta.
Para Heyder, el paso de Chile en la materia es inevitable y las palabras de la titular de Salud lo confirman. Por ahora, sin embargo, sólo queda esperar la iniciativa concreta del gobierno entrante, más allá del discurso y las buenas palabras.