El odio que generó Camila Vallejo (y que todavía genera)
Desde que presidió la Fech en 2011, Camila Vallejo se transformó en una de las figuras más importantes y controversiales de la política chilena. Como vocera del movimiento estudiantil, y luego como punta de lanza de la estrategia de posicionamiento del Partido Comunista, la diputada electa se ganó el respeto y la admiración de muchos, así como el rencor y el desprecio de otros.
La gran gama de sentimientos que genera hasta el día de hoy se ha traducido en declaraciones de amor, insultos, acusaciones de traición e, incluso, amenazas de muerte vía Twitter. Por citar solo algo, el vicepresidente de Renovación Nacional, Juan Pablo Camiruaga, también se sumó a quienes manifestaron su descontento con la dirigenta, catalogándola de "cabra de mier...".
Pero la expresidenta de la Fech no molesta solamente a la derecha política, sino que despierta desconfianza en la izquierda que no ve sus intereses representados en el Partido Comunista, y menos en Michelle Bachelet.
Siendo uno de los emblemas del recambio generacional en la clase política, Vallejo se posiciona hoy como blanco de numerosas críticas: para algunos, revive el fantasma de demandas que para quienes ostentan el poder parecían olvidadas; otro en cambio, la ven como el nuestro rostro de la cooptación.
La derecha, de las amenazas a los “halagos”
Para el sector político liderado por Patricio Melero y Carlos Larraín, la figura de una líder estudiantil como lo fue Camila Vallejo, significó que se erigiera un nuevo referente a la izquierda de lo que acostumbraban, y eso significó que algunos miembros de la bancada UDI intentaran menoscabar a la emergente dirigente comunista.
El diputado Felipe Ward fue uno de ellos, y en una de sus declaraciones más polémicas, se refirió en duros términos contra la joven estudiante de Geografía en un tuiteo que generó gran polémica. "Camilita da para concurso de belleza y nada más. Cualquier diputado UDI la deja en ridículo en elecciones. Se atreverá la miss comunismo?", escribió en su cuenta de Twitter.
Por aquella fecha, el diputado se había ensañado en sus declaraciones contra Vallejo, y la había criticado duramente por participar de una marcha realizada por los habitantes de Calama, en la que calificó a la actual diputada como una "protestante profesional con carita de santa".
Por otra parte, desde la tienda de Renovación Nacional, su timonel, Carlos Larraín, se refirió a la representante de La Florida en su particular tono irónico. Consultado por cómo analizaba a Camila Vallejo, Larraín señaló que "es la genialidad máxima del PC en los últimos 50 años. Es un invento genial. Se aprendió su lección, tiene buena facha y es trabajadora. Y es inteligencia de un partido con propósitos".
Pero no solo los mandamás de la derecha política analizaron en su momento a la figura emergente. También algunos referentes del sector, aunque en otros frentes, se hicieron parte de la lluvia de críticas que recibió. Es el caso de “Kike” Morandé, quién en aquellos tiempos sufrió un asalto en su propiedad, ante lo cual no encontró nada mejor que hacer referencia de la mediática figura de la dirigente estudiantil para lanzar una crítica ante su figura y el tema de la delincuencia. “Camila Vallejo debería ser asaltada para que hiciera una marcha en contra la delincuencia que hay en este país”, sostuvo en un programa de Canal 13.
Pero sin lugar a dudas, la guinda de la torta de las declaraciones más encendidas en contra de Vallejo, fue la secretaria ejecutiva del Fondo del Libro, dependiente del ministerio de Cultura, Tatiana Acuña Selles, quien usó la red social de los 140 caracteres para referirse a la dirigenta de la siguiente manera: "Se mata a la perra y se acaba la leva". La frase, que recordó a los peores dichos del ex dictador Augusto Pinochet, indignaron transversalmente y puso en evidencia hasta qué nivel se podían crispar los ánimos en torno a la figura de la entonces presidenta de la FECH.
De hecho, durante esos días, por Twitter circularon los datos personales de Vallejo, lo que significó que la estudiante universitaria tuviese que modificar su rutina diaria y no concurrir hasta su domicilio ubicado en La Florida, así como también contó con protección policial por amenazas de muerte que también llegaron por la misma red social.
La traición de principios
Luego de dejar la vicepresidencia de la Fech a finales de 2012, Vallejo fue proclamada candidata a diputada por las Juventudes Comunistas. La decisión se oficializó el 12 de enero del año pasado cuando el presidente del PC, Guillermo Teillier, lo confirmó en el discurso inaugural de la Fiesta de los Abrazos en el Parque O'Higgins.
La noticia remitió a toda la opinión pública a las palabras que la otrora líder estudiantil emitió en el medio español ElPaís.com, en enero de 2012 : "Jamás estaría dispuesta a hacer campaña por Bachelet". De esa manera, la dirigenta de la Fech se mostraba reacia a la entonces posibilidad de que el Partido Comunista se uniera en una alianza electoral con la Concertación.
En dicha ocasión, aseveró enfáticamente que nunca "estaría dispuesta a llamar a los jóvenes a votar por ella. Nadie me asegura que el programa sea representativo de las ideas que el movimiento estudiantil ha planteado. Yo no recibo órdenes del partido. Todo pasa, finalmente, por una decisión personal".
La decisión, supuestamente personal, le significó el rechazo inmediato por parte de sectores de izquierda lejanos al PC que la acusaron de inconsecuente, además de traicionar los intereses del movimiento estudiantil.
Eloísa González, alumna del Liceo Manuel de Salas y entonces vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, fue unas de las más críticas frente a la decisión de la ex presidenta de la Fech: "(...) sabemos que en realidad ella representa los intereses del Partido Comunista, por lo tanto, ya deja de representar los intereses del movimiento estudiantil".
Además, González aseguró que con esa decisión, Vallejo pasó a la "vereda de la mala política".
Los enjuiciamientos en contra de Vallejo y el Partido Comunista se hicieron presentes durante todo el 2013 a causa del apoyo electoral hacia Michelle Bachelet. En agosto, la diputada electa por La Florida salió a enfrentar las acusaciones de "traicionar sus principios" y falta de consecuencia.
"(...) es evidente que la discusión centrada en que si apoyo o no apoyo a Michelle Bachelet, luego que si voté o no voté por ella, después si me sacaré o no la foto con ella y si mi sonrisa fue o no sincera al momento de la foto, además de extremadamente superficial y poco seria, es una discusión que no contribuye ni responde a los desafíos históricos que se avecinan. La política es demasiado importante para farandulizarla con esta pira de observaciones vacías”, declaró.
Los académicos también la observaron
Sin dejar indiferente a los diversos sectores de la política y el mundo social, la hoy diputada electa también fue objeto de análisis del mundo académico, que siguió atento los pasos del movimiento estudiantil. Sin embargo, incluso en dicho espectro, los análisis realizados fueron polarizados y polémicos.
El sociólogo Alberto Mayol, en entrevista con El Ciudadano, también se refirió al aspecto físico de la dirigenta y sus efectos sobre quienes componían la fuerza social que ocupaba colegios y salía a las calles.
“Esta generación se aprovecha del recurso del otro que radica en la erótica, en la estética. Hay energías libinidales en las tomas y movimientos sociales, no es pura racionalidad. Si Camila Vallejo habla y aparecen 3 colegios en toma. Tomarse un colegio es casi una forma de poseerla. Con Giorgio Jackson ocurre lo mismo. Hay una erótica implícita que ha sido canalizada por este movimiento, conducida por las reglas del sistema para vencerlo”, declaró.
Del otro lado, en tanto, Gabriel Salazar, galardonado con el Premio Nacional de Historia 2006, sacó ronchas entre los militantes comunistas por sus dichos respectivos a Vallejo. Salazar, que emitió sus declaraciones el 2012, hasta adelantó lo que hoy es una realidad para la ex dirigente estudiantil: “El PC la metió al Comité Central y no me extrañaría que la metieran muy pronto a diputada o una cosa así”.
“Los partidos políticos siguen pensando en preparar líderes para que hagan la carrera política. Qué pasó en este caso: el Partido Comunista se dio cuenta que la Camila Vallejo era muy atractiva, porque es inteligente y bonita. Si uno la escucha bien, se da cuenta que no es un gran líder político: no es tonta y habla fluido, pero hoy cualquier cabro de secundaria habla fluido. Ella era un líder más de estos que surgen de las asambleas. La diferencia es que ella aparece dirigiendo la Fech en un momento único de movilización estudiantil que despertó interés nacional. Además era linda, lo que la proyectó a nivel internacional”, argumentó el historiador.
Además, Salazar aseguró que si Vallejo era suficientemente inteligente, debía abandonar el partido. Sus dichos provocaron molestia en algunos sectores de la izquierda y la respuesta de la propia diputada en su blog.
“Quisiera aclararle al profesor Salazar que los jóvenes comunistas no militamos para ser manipulados o “utilizados” para los fines de los “viejos” del partido”, fue una de sus frases en medio de la polémica, que fue ampliamente seguida por los medios.
Hoy, con Camila Vallejo como diputada electa, hay algunas cosas que ya están claras. Su figura en la política nacional se instaló con fuerza, con un gran respaldo en las urnas, y junto a otros de los dirigentes que la acompañaron, podrán aportar desde el Parlamento para generar los cambios por los que tantas veces se marchó en las calles del país. Ciertamente, los análisis que menoscabaron su habilidad política quedaron superados, mas no del todo las suspicacias ante las críticas desde la misma izquierda, donde sectores no le perdonan el apoyo a Bachelet. Con todo, Vallejo podría dirigir la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados e incidir en muchos de los importantes cambios que se avecinan en la materia.