“Ningún estudio de Energía Austral cambiará la realidad, los volcanes y la falla geológica siguen activos y representan un riesgo para el proyecto y para la población”

· Para la organización la solicitud que hiciera el SEA a Sernageomín, de evaluar en ocho días un informe que la empresa tardó más de un año en elaborar, “es una irresponsabilidad”. · Recordaron además los múltiples cuestionamientos a los que han estado sujetas las decisiones de las autoridades políticas en materia ambiental, más aún en el caso de este proyecto donde fue la Corte Suprema la que revocó una calificación favorable entregada ilegalmente en mayo del año pasado.

Dirigentes de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida (CCARV) expresaron su preocupación por la premura con que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Aysén está solicitando al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) que evalúe un estudio que los consultores contratados por Energía Austral demoraron más de un año en elaborar. Esta mañana la empresa presentó su quinto adenda (complemento del estudio de impacto ambiental), el cual fue exigido por la Corte Suprema luego de revocar la ilegal calificación favorable que la Comisión de Evaluación Ambiental, presidida por la intendenta Pilar Cuevas, entregara al proyecto en mayo de 2012.

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Coordinador de la Coalición Ciudadana Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann.

“La falta de rigurosidad del Sistema de Evaluación Ambiental vigente para aprobar proyectos perjudiciales para las comunidades y el patrimonio natural está a la orden del día, por tanto es una irresponsabilidad que el SEA pretenda dar sólo 8 días corridos a Sernageomín para evaluar un informe de casi 400 páginas que la empresa tuvo más de un año para elaborar” expresó al respecto el coordinador de la organización, Peter Hartmann. El dirigente explicó que “en este caso, por muchos estudios que realicen la falla geológica que originó el terremoto y tsunami de 2007 sigue ahí, al igual que los volcanes activos que circundan precisamente el área donde Energía Austral pretende instalar ese embalse de 13 mil hectáreas de extensión”.

[caption id="attachment_5655" align="alignleft" width="259"] Patricio Segura, presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén[/caption]

Patricio Segura, presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, expresó al respecto que “las irregulares actuaciones de la institucionalidad ambiental, que han debido ser revertidas por los tribunales de justicia, los tribunales ambientales o la Superintendencia de Medio Ambiente no dan ninguna certeza de que en este caso la Comisión de Evaluación Ambiental hará bien su labor. Más aún considerando que sus integrantes ya aprobaron este mismo proyecto en forma totalmente ilegal, según constató la propia Corte Suprema”.

Los peligros

El proyecto río Cuervo consiste en un embalse de 13 mil héctareas -a través de la unión de los lagos Yulton y Meullín- ubicado a una altura de 600 metros sobre Puerto Aysén, cuya presa y sala de máquinas pretende instalarse sobre la falla activa Liquiñe-Ofqui, responsable de la erupción del volcán Hudson y el terremoto de 2007 en Puerto Aysén, ocasión en que falleció una decena de personas por un tsunami originado por el desmoronamiento de la ladera de un cerro.

Organizaciones y la comunidad local han expresado su preocupación por esta situación, principalmente por los riesgos que significaría esta mega infraestructura para la población local.

Esto, más aún considerando que Dessau Chile, que estuvo a cargo del diseño de ingeniería del proyecto, es la misma empresa que estuvo involucrada en los diseños para la construcción de la central hidroeléctrica San Pedro, aprobada en 2008 por la Corema de la región de los Ríos, y que hasta hoy está paralizada por problemas de ingeniería y geología no considerados en el estudio original. Además, la consultora EDIC asesoró a Energía Austral en los temas vinculados a la ingeniería de la represa, y fue también fue la que elaboró los estudios de la viabilidad de la presa San Pedro incorporados al EIA y asociados al componente geológico, que es precisamente el ámbito más cuestionado del proyecto río Cuervo.