Este martes a las 16 horas, cuando las puertas del hemiciclo del Congreso se abran para recibir al ministro del Interior, Andrés Chadwick, lo estará esperando Emilia Nuyado, la diputada que se hará cargo de la interpelación al secretario de Estado por su posible responsabilidad política en la muerte de Camilo Catrillanca.

Tal como explicamos en esta nota resumen, esta instancia adquiere una importancia histórica no solo porque el ministro deberá dar explicaciones por todo lo que ocurrió con el Comando Jungla en Ercilla y las declaraciones posteriores del Ejecutivo, en que mantuvieron el apoyo a Carabineros pese a que carpetas con evidencias se iban amontonando en la oficina de la Fiscalía y que apuntaban a que el procedimiento era por lo bajo irregular.

Esta interpelación es la primera en la que una parlamentaria de ascendencia mapuche-huilliche podrá exigirle en el Congreso, cara a cara, a un alto funcionario de gobierno por cómo se ha entablado el diálogo, o la falta de este, con las comunidades mapuche y sus demandas que mantienen de pie desde que se constituyó Chile en lo que consideran parte de sus territorios arrebatados.

La llegada entre cultrunes

Emilia Nuyado Anchapicún es la primera dirigenta mapuche en ser diputada en la historia de Chile. Llegó al Congreso el 11 de marzo de este año con un cupo del Partido Socialista, pero está lejos de ser una parlamentaria tradicional nacida al interior de la tienda PS. Solo basta recordar que ese mismo domingo, hasta las calles de Valparaíso, llegó un grupo de alrededor 180 de mujeres mapuche que viajaron toda la noche para celebrar su entrada.

Y es que en ella, parte de la comunidad vio un esperanza de acercar su lucha a través de un camino institucional, en el que sus voces por fin serían escuchadas. Por eso hasta la capital de la quinta región llevaron cultrunes, trapelacuchas y anhelos para festejar con la oriunda de la comunidad de Huacahuincul, ubicada a 30 kilómetros de Osorno.

La ahora legisladora no tuvo una vida fácil, tal como muchas de las personas a las que representa y que votaron por ella en el distrito 25, compuesto por Osorno, Puyehue, Río Negro y Purranque, entre otros. Entre una infancia sin zapatos y una adolescencia en la que debía ayudar a su familia con tejidos y vendiendo porotos en la feria con su padre, no fue hasta el 2000, cuando el PS le ofreció ser candidata a concejala por la comuna de San Pablo, que encontró su vida como dirigenta.

Y así fue, después de formar dos comités rurales de mujeres, fue concejala durante cuatro periodos y el año 2002 fue electa como consejera nacional de la Coorporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), lugar que mantuvo durante tres periodos, siempre electa con la primera mayoría. Ahora, en el Congreso, esa cercanía con las comunidades mapuche la ha cultivado, fortaleciendo los lazos, incluso en los momentos más duros.

Bien recibida

"Cuando aparece un dirigente mapuche vinculado con el movimiento, por ejemplo la lamngen Emilia Nuyado, son avances concretos del movimiento". Así se refería el historiador mapuche Claudio Alvarado Lincopi hace unos días en CNN Chile al liderazgo de la parlamentaria, de quien destaca  que es una dirigenta que justamente nació al interior de las comunidades mapuche, a diferencia de otras personas que teniendo apellido, se instalan desde fuera pero se arropan en una representación que no es tan genuina.

Así quedó demostrado cuando había pasado algo más de una semana de la muerte de Camilo Catrillanca. Mientras el senador Francisco Huenchumilla criticaba el actuar del gobierno desde el Congreso y el propio Sebastián Piñera realizaba una visita a La Araucanía el viernes 23 de noviembre, rodeado tanto de prensa como de manifestaciones en su contra, la diputada Nuyado mantenía una íntima conversación con la familia Catrillanca en plena comunidad de Temucuicui, lejos de las cámaras y sin intenciones de figurar por la coyuntura. 

Ese mismo día, Piñera ofreció un punto de prensa en que comparó el homicidio del joven de 24 años con otras situaciones que se han producido en la región, como un camionero que perdió un ojo, incluso con el robo de vehículos de las profesoras y que desencadenó todo el operativo del Comando Jungla. Frases que, por supuesto, no cayeron nada de bien en la comunidad que en esos momentos estaba acompañada por la legisladora.

Lejos de las cámaras

Esa tampoco es la primera vez en que Emilia Nuyado sostiene una relación directa con dirigentes y líderes de la comunidad mapuche que poco y nada quieren saber representantes de las instituciones chilenas. A los días d ehaber asumido el cargo, la diputada viajó hasta Temuco para visitar personalmente a la Machi Francisca Linconao, absuelta en el caso Luchsinger Mackay: “Mi solidaridad con la machi Francisca es total, en mi calidad de mujer, mapuche y dirigente socialista", manifestó sobre la reunión que se realizó lejos de la prensa.

Y es que trabajar alejada de los focos de los medios es otra constante de Nuyado. Casi todo su trabajo como dirigenta de la zona durante la década de los 2000 lo hizo acompañada de la comunidad, y cuando obtuvo su escaño en el parlamento en 2017 era una desconocida para muchos. Nuyado estuvo con Celestino Córdova en la cárcel y con la familia Tralcal, antes de la sentencia del caso Luchsinger Mackay, brindándoles su apoyo como diputada del pueblo mapuche.

Incluso, una de sus frases más mediáticas durante las últimas semanas no se la dijo directamente a ningún periodista, sino que se filtró. Fue cuando se estaba decidiendo sobre los pasos a seguir en una posible interpelación al ministro Chadwick y la diputada PPD Andrea Parra cuestionó la validez de la instancia. Nuyado fue clara: “Una india tiene el derecho a levantar la voz del pueblo mapuche”. La frase emocionó a varias de las presentes como a Camila Vallejo, Alejandra Sepúlveda y Gabriel Silber.

Hoy, cerca de las 16 horas, se espera que comience la interpelación liderada por Emilia Nuyado al ministro Andrés Chadwick. Tendrá, como nunca, todos los ojos puestos sobre ella, la responsabilidad de representar a una comunidad, la suya, la que la vio crecer y con la que compartido toda su vida, demandando respuestas por la sangre derramada en las tierras de La Araucanía, por Camilo Catrillanca y el pueblo mapuche.