La Asociación Intersindical de Trabajadores Clasistas (AIT) junto a familiares y organizaciones por el esclarecimiento del crimen del dirigente sindical Juan Pablo Jiménez, convocaron a una marcha en su memoria y por la continuidad de su lucha, transcurridos cinco años desde que una "bala loca" -según la tesis policial- terminó con su vida en dependencias de la empresa Azeta contratista de Chilectra.

La manifestación se realizará este miércoles 21 de febrero, a las 19:00 horas, en Plaza de Armas. En la instancia se realizará un llamado sindical a rechazar la ya aprobada Reforma Laboral con vigencia desde abril pasado y que, a juicio de los convocantes, permite el debilitamiento de la huelga a través de las llamadas “adecuaciones necesarias” que la empresa puede realizar para evitar su efectividad, los “servicios mínimos” que debe proveer el Sindicato, o el reemplazo directo de trabajadores en el caso de subcontratistas.

“La Reforma Laboral ataca gravemente a los trabajadores, manteniendo el régimen del subcontrato. Es por eso que llamamos a manifestar nuestro total rechazo y convocamos a luchar contra este nuevo ataque a la clase trabajadora, como lo hizo Juan Pablo, Nelson Quichillao y Rodrigo Cisterna, obreros asesinados en democracia. Llamamos también a la organización de los sectores clasistas para conformar una nueva Central de Trabajadores pues la CUT ha demostrado que no defiende a los trabajadores”, expresó Oscar Barahona, vocero de la AIT.

Juan Pablo Jiménez fue un activo dirigente que luchó contra el régimen del subcontrato, buscando unificar desde la base a todos los trabajadores de AZETA, independientemente del nombre de la empresa para la que trabajaran. Así también, se opuso a la precarización del trabajo, batallando por mejorar las condiciones de seguridad y acabar con los agotadores sistemas de turnos, que a veces incluían 2 o 3 turnos seguidos.

El 21 de febrero de 2013 el dirigente fue encontrado muerto de una herida a bala en su cráneo mientras se encontraba preparando denuncias contra la empresa Azeta. La PDI se apresuró a levantar la tesis de que una bala perdida atravesó casi un kilómetro e impactó de muerte a Juan Pablo, lo que ha sido descartado por las pericias realizadas.