Informe revela que la concentración de medios en Chile es una de las más altas de la región
De acuerdo a un informe realizado por el experto Luis Adolfo Breull para el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) a fines de 2015, los cuatro principales operadores en cada sector de medios de Chile concentran más del 90% del mercado, cuando en América Latina el promedio es 80%. En la TV abierta y de pago, el índice de concentración en la TV también llega al 91% y al 87% en audiencia e ingresos publicitarios, respectivamente.
En otros sectores se destaca el cuasi duopolio en el mercado de la prensa (El Mercurio y la Tercera) con un índice de concentración del sector de 98%, mientras que en radio el 84% de la facturación publicitaria se la quedan los cuatro primeros operadores (liderados por el grupo español PRISA). Además, la situación de los mercados de medios refleja una alta concentración de la propiedad, formas de concentración horizontal, integrada y multimedia, con una fuerte centralidad de la producción de contenidos en la ciudad de Santiago, y una alta participación del capital extranjero.
La discusión sobre la concentración de la propiedad de los medios de comunicación en Chile constituye un tema que se discute al menos desde la época en que el país era gobernado por Salvador Allende. En aquellos momentos, la prensa escrita jugó un rol importante en la difusión de ideas que contribuyeron a desestabilizar al primer presidente socialista de América del Sur. La televisión todavía no acompañaba el modelo comercial que predominaba en la región ya que los canales estaban en manos del estado y de las universidades.
Después de tantos años, el sistema político se ha acostumbrado a convivir con un actor social poderoso. Si bien a partir de los 90 los medios de comunicación chilenos se organizan con criterios de eficiencia económica, su interés en la política no ha decrecido. En este contexto, la concentración de la propiedad de los medios se torna un problema irresuelto, en el que algunas organizaciones sociales, sindicales y políticas procuran instalar un debate mayor.
Mientras tanto, Chile sigue careciendo de una regulación que límite la concentración de la propiedad de los medios, y es uno de los pocos que permite su control por parte del capital extranjero. El centro del informe que interesa a la CNTV por su competencia directa en el sector (al que puede accederse aquí) se refiere a la industria televisiva chilena y muestra que los cuatro primeros operadores de TV abierta dominan el 91% de la audiencia total y el 87% de la pauta publicitaria, con una importante participación de los grupos de las familias Luksic (Canal 13) y Heller Solari (Mega), así como el grupo empresarial norteamericano Time Warner (Chilevisión).
Si bien hasta mediados de la década pasada el canal público Televisión Nacional (TVN) se encontraba entre los de mayor audiencia e integra el CR4, en los últimos años ha perdido participación en el mercado. De esta forma Chile se ha mimetizado con la tendencia regional de un fuerte predominio de empresas comerciales de televisión.
En el mercado de la televisión paga el panorama es el mismo, en un escenario donde se observa un marcado crecimiento de su participación en el acceso de las familias chilenas, cuya penetración se encuentra casi en los mismos niveles que la televisión abierta (los hogares con suscripción superan los 2,8 millones en todo el país).
De acuerdo al informe 2014 de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), se percibe una fuerte concentración respecto de las empresas proveedoras de servicios. VTR (Liberty Global) lidera como primer grupo operador con un 36% de share de mercado, mientras que los cuatro principales grupos totalizan un 90% de cantidad de suscriptores (VTR, Movistar, Claro y DirecTV).
El desglose por sector de las comunicaciones
Ahora bien, el informe del experto superó los requerimientos de CNTV respecto a una descripción de la estructura del sistema de televisión de cobertura nacional y regional en Chile, y avanzó en un profundo análisis de la concentración existente también en otros mercados mediáticos, como la radio y la prensa.
En el mercado de las publicaciones impresas se mantiene el virtual duopolio de los grupos El Mercurio y Copesa (La Tercera). Entre ambos concentran el 80% de la lectoría y el 83% de la inversión publicitaria. Estos grupos tienen un fuerte control de la prensa regional. El tercer grupo en importancia es el grupo Metro, de distribución gratuita, que supera el 10%. El índice de concentración del mercado de la prensa se ubica en el 98%. La concentración también se observa en el mercado de revistas donde se destaca la presencia del grupo mexicano Televisa.
El grupo El Mercurio es liderado Agustín Edwards Eastman, y el Grupo Copesa (Consorcio Periodístico de Chile S.A.), está bajo el mando de Álvaro Saieh Bendeck. Ambos grupos también tienen intereses directos en la propiedad de empresas vinculadas con inversiones en mercados inmobiliario, financiero, alimentos, agrícola y agroindustrial, de distribución, servicio al cliente y editorial. De esta forma, los principales grupos de prensa chilena son parte de grupos empresariales de matriz diversificada, donde los medios de comunicación cumplen un rol tanto político como económico. Estos grupos han logrado extender su dominio al mercado de los medios digitales.
En el mercado radial la situación es similar aunque con distintos actores. Si en otros países de la región la radio muestra menores niveles, en el caso chileno el índice de concentración alcanza al 78% de la audiencia y al 84% de la inversión publicitaria. El principal operador en el mercado radial es el grupo Prisa, de capitales españoles. También participan en este mercado los grupos Copesa (Saieh) y el Canal 13 de televisión (Luksic).
La situación de los mercados de medios refleja una alta concentración de la propiedad, formas de concentración vertical en telecomunicaciones y TV de pago (VTR y Telefónica), horizontal (PRISA y otros), multisectorial o en diferentes sectores de la economía (Canal 13 y grupo Bethia) y multimedia (Canal 13 y grupo Bethia), con una fuerte centralidad de la producción de contenidos en la ciudad de Santiago y una alta participación del capital extranjero (Time Warner, Ángel González y otros). Las posibilidades de otros grupos de iniciar o siquiera mantener medios que promuevan una mayor pluralidad se ve afectada por la concentración de los recursos económicos en pocas manos.