Venta de termoeléctrica Guacolda levanta dudas sobre el proceso de descarbonización
El pasado martes 22 de febrero, Aes Gener informó un acuerdo para vender la termoeléctrica Guacolda, cuyas cinco centrales operan en la ciudad de Huasco, al actual accionista de la termoeléctrica, Grupo WEG.
Para Aes Gener, es una forma de descarbonizar su portafolio. Para expertos en Chile, es una señal de alerta sobre las debilidades de la descarbonización del país, ya que la empresa compradora no forma parte del acuerdo de descarbonización por el cual Aes Gener había comprometido cerrar Guacolda entre otras centrales, antes del 2040.
“Es una pésima señal que confirma lo que ya habíamos criticado en un principio: el acuerdo de descarbonización es voluntario entre el Gobierno y las empresas (Aes Gener, Colbún, Enel y Engie), y está sujeto a los vaivenes y decisiones del momento”, comenta Pamela Poo, encargada de políticas públicas de la fundación Chile Sustentable.
El cierre de Guacolda
La preocupación es que, al ser un acuerdo voluntario, todo el avance en descarbonización está sujeto a la voluntad de las empresas firmantes, y ahora también de terceras empresas que no son parte del acuerdo.
“En ninguna parte está escrito que la empresa que compra Guacolda tenga que cumplir el compromiso de cierre en el 2040. Una vez más, estamos funcionando en base a especulaciones porque el Estado no se comporta como tal al firmar un acuerdo. Se adapta a las empresas en vez de marcar las reglas del juego”, agrega Poo.
Desde el área legal del Ministerio de Energía, comentaron que en su interpretación el acuerdo es vinculante y el sujeto de éste son las termoeléctricas y no las empresas firmantes, por lo que, si el grupo WEG no cumple con el cierre acordado, se estaría incumpliendo el acuerdo.
Otra persona que levantó dudas sobre la venta fue el ex Ministro de Medio Ambiente Marcelo Mena, quien afirmó en la red social Twitter que “luego de tremendo show que hizo gener con jubilar la central de 60 años, con pago de pensión de gracia incluida, hoy se “descarboniza” vendiendo una central que ha contaminado por décadas a Huasco”.
¡Esto no es descarbonización! Luego del tremendo show que hizo Gener con jubilar la central de 60 años (con pago de pensión de gracia incluida) hoy de "descarboniza" vendiendo una central que ha contaminado por décadas a Huasco. El cierre de termos a carbón no puede ser así. pic.twitter.com/ENZgdCQqCZ
— Marcelo Mena-Carrasco (@marcelomena) February 24, 2021
Descarbonización por ley
Una forma de darle mayor certeza a la descarbonización en el país, podría ser a partir del proyecto de ley que se discute en el Congreso, que adelanta el cierre de las termoeléctricas al 2025 y prohíbe la instalación de nuevas centrales. “Esta tiene que ser una señal para el mundo parlamentario, para reafirmar que un acuerdo no es suficiente y que se necesita una ley. Si no es posible adelantar el cierre al 2025, se puede al menos adelantar hasta el 2030, pero de forma oficial”, alerta Pamela. El proyecto se está tramitando en la Cámara de Diputados para luego pasar al Senado.
Guacolda y el sufrimiento ambiental
Huasco, ciudad donde operan las cinco centrales de Guacolda, ha visto el deterioro en la salud de sus habitantes producto de las termoeléctricas. Un estudio de la Universidad Católica determinó que, debido a la actividad de las termoeléctricas y la contaminación generada, las personas de Huasco tienen cuatro veces mayor riesgo de padecer enfermedades, y el doble de posibilidades de morir que la media del país.
“Las unidades 1 y 2 de Guacolda se aprobaron antes de que estuviera operativo el Servicio de Evaluación Ambiental. Son permisos muy antiguos que no tienen un plan de medidas de mitigación que se pueda decir que no se cumplió. Lo que planteamos es que Guacolda tuvo esa licencia de contaminar durante años sin obligación de predecir y compensar ese daño lo que hizo que el problema a la salud se acrecentara”, resumen Diego Lillo, coordinador de litigios de la ONG FIMA.
En el 2019, con representación de FIMA, los y las vecinas de Huasco presentaron un recurso de protección contra estas unidades más antiguas de la Central Guacolda. El caso está en la Corte Suprema hace más de un año, por lo que se espera una sentencia en el futuro cercano. “Desde el punto de vista jurídico esta venta no cambiaría en nada porque quien sea el continuador legal de Guacolda tiene que asumir el juicio. Lo preocupante es que iniciativas como esta sirvan para blanquear la imagen de Aes Gener como una empresa más verde, siendo que ha hecho un daño gigantesco en la salud de la población y si se vende, no va a dar una respuesta a ese daño”, analiza el abogado.