Lluvia de caca, muerte masiva de peces por vertimientos de agua en un humedal y cortes de agua recurrentes son algunas de las razones que le han valido multas, sanciones e investigaciones a la sanitaria Aguas de San Isidro en los últimos años en cinco regiones del país.

A pesar de una comisión investigadora de la Cámara de Diputados que emitió un informe enumerando las constantes faltas de la empresa y acusando falta de iniciativa de organismos públicos para frenar la situación, la empresa sigue sumando nuevas denuncias de ilegalidades.

“Dentro de las conclusiones podemos advertir la fragilidad legislativa que existe en el otorgamiento de concesiones a empresas sanitarias y de lo débil del proceso de aplicación de multas y sanciones, considerando la gran cantidad de multas que figuran en los registros de esta empresa, muchas de ellas impagas”, se comenta en el informe emitido por los diputados de la comisión.

Intoxicados con cloro

Las muertes de peces, contaminación del humedal y cortes de agua en Los Molles, han llevado a que vecinos de la zona se organicen y creen una Coordinadora contra Aguas de San Isidro, donde recopilan nuevas denuncias contra la empresa y las comunican a autoridades y diputados de la zona.

Uno de los casos que llamaron la atención de la agrupación en los últimos meses, es el de Doris, que vive en Labranza en la Araucanía, y que constantemente sentía malos olores en su casa, provenientes de las cañerías.

Al pedir una inspección de la empresa sanitaria, técnicos fueron a su casa y vertieron cloro en la cámara de agua. Minutos después, Doris, su marido y sus dos niñas empezaron a sentir picazón y ardor en la cara, en los ojos y en las fosas nasales. Relatan que la sensación era tan fuerte que tuvieron que dejar su casa, a la que no han podido retornar en casi dos meses porque cada vez que vuelven sienten la irritación.

Doris relata síntomas de ardor en las fosas nasales y malestar generalizado hasta el día de hoy, y médicos a los que asistió en su momento emitieron un diagnóstico por síntomas de intoxicación con cloro. “No hemos podido volver a nuestra casa ni usar nada de lo que está ahí, ni la cuna que habíamos comprado para nuestra bebé, ni la ropa, ni nuestras máquinas de waffles que eran nuestras herramientas de trabajo. Estamos de allegados en la casa de mi mamá”, declara.

El jefe regional de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) en La Araucanía, Joan Milanca, relató que su equipo fue a inspeccionar la casa de Doris y constataron que la casa estaba impregnada con olor a cloro. También determinaron que los técnicos de la sanitaria a habían vertido hipoclorito de calcio en la cámara, por lo que oficiaron a la empresa.

“Eso no procede porque al mezclar hipoclorito de calcio con aguas servidas, genera gases. Por esto abrimos una investigación sumaria y recabamos antecedentes que ahora están en manos de la dirección nacional en Santiago para ver si se debe sancionar a la empresa”, explicó.

Patio inundado con aguas servidas

Otro caso ocurrió en Pichidangui donde una vecina denunció que su patio estaba inundado con agua negra con olor a excrementos. Integrantes de la coordinadora denunciaron un vertimiento de aguas residuales que provendría de la planta de tratamiento de la sanitaria, hacia el humedal de Pichidangui, afectando también el patio de la vecina que colinda con el humedal.

El ecosistema afectado fue reconocido como humedal urbano por el Ministerio de Medio Ambiente en noviembre de 2024. En la localidad vecina, Quilimarí, vecinos denuncian constantes vertimientos de agua “con color verde y espumoso y olor desagradable” que también afectan el humedal de la zona.

Desde la SISS declaran que la descarga proviene de la desaladora de la empresa en la comuna, y que la Dirección General de Aguas (DGA) ha sancionado a la empresa por esta situación, además de proponer un plazo para que se regularice la descarga.

La autoridad sanitaria declara que durante 2024 se realizaron 122 fiscalizaciones a la empresa Aguas de San Isidro, y que durante ese año se sancionó a la sanitaria en ocho ocasiones con multas acumuladas de $ 227 millones y existen otros cuatro procesos de sanción en curso.