“Con la mamita, no”: Ex PDI transparenta cuánto detestan en la cárcel a quienes roban a la tercera edad
En las últimas semanas, se ha hecho habitual constatar robos de personas en solitario o acompañadas, a adultos mayores, en general en su propio domicilio. Hasta donde suelen llegar para sustraer dinero en efectivo sin mediar consideración alguna ante la fragilidad de la víctima.
Se trata de una suerte de tendencia que abordamos en diálogo con Eduardo Labarca Lucero, prefecto (R) de la PDI, quien nos ilustra respecto de la comisión de estos delitos.
“Cada cierto tiempo tenemos este tipo de noticias, pero si nos remontamos a hace más de 30 años, la delincuencia, en sí, el hampa tenía ciertos códigos”, recalca.
Y entre ellos, comenta, estaba “no robarle nunca a una ‘mamita’, decían ellos” refiriéndose a “a una persona de la tercera edad, pero claramente habían igual algunas situaciones...”
“Todas ellas eran personas que, o estaban con sus facultades mentales perturbadas, o estaban bajo la influencia de algún tipo de droga”, asegura respecto de un patrón que parece repetirse.
Códigos inexistentes
“Pero hoy estamos viendo a personas que, de una u otra manera, ya están transgrediendo este tipo de códigos, y están 100% realizando este tipo de delitos sin importarle ningún tipo de situaciones”, como afectar a “personas de la tercera edad, o mujeres embarazadas”, dice Labarca.
Esto, complementa, “no tiene nada que ver con el crimen organizado, acá hay que diferenciar”.
“El crimen organizado es una casi una institución criminal donde hay un líder, o un par de líderes que, de una u otra manera, son aquellos que ejercen el liderazgo, y las personas que están abajo, le tributan a esta a esta empresa criminal”.
De hecho, asegura, “tienen tomados, copados delitos como el narcotráfico, la trata de personas, o los delitos sexuales, todo lo que significa dinero”.
Ahora, en tanto, “estamos en presencia del último eslabón de la delincuencia”, son “personas que están con sus facultades mentales perturbadas, o bajo la influencia de la droga, porque saben que al robarle a una persona, a un adulto mayor, su botín no será más de $30, $50 mil pesos”.
Prefieren plata en efectivo
“En este tipo de delitos, que también se cometían antes”, por parte de “este tipo de personas”, dice Labarca, “no quedaban registros, hoy hay mucha cámara, mucha preocupación por la delincuencia”.
Respecto de este tipo de delincuentes, el exfuncionario de la PDI asegura que “son, la mayoría primerizos, no son gente del hampa con un prontuario gigante”.
“Con violencia y con inteligencia criminal de delitos mayores, como robos de lugares o tiendas, como Brinks, sino que son personas que roban a estas personas de la tercera edad, entendiendo que muchos de ellos son los que se pagan una vez al mes”, ilustra.
Y “los abuelitos, cuando van a pagarse su jubilaciones, el 90 y tanto por ciento, prefiere tener la plata” en efectivo, detalla.
“Entonces, ellos saben que este abuelito de la población, tiene plata al contado una vez al mes”, y “cometen este delito porque ellos también necesitan plata al contado para poder sustentar sus vicios”, complementa.
Mayoritariamente chilenos
“No hay acá un trabajo de inteligencia criminal, no hay un crimen organizado que esté previendo estos delitos contra adultos mayores”, dice. “
La mayoría de ellos, comenta, “son chilenos, y son personas que transgredieron ya” algunos valores, “no hay ningún tipo de código”.
Según comenta Labarca, porque además, “son casi siempre personas que conocen, que saben que el abuelito tal y tal día, tiene plata”.
Y los asaltan después de haberlos seguido “de algún local, algún almacén del barrio”.
Porque “este tipo de delitos, son más que nada cometidos en el barrio”, explica.
Detestados por delincuentes comunes
“En el hampa, este tipo de delincuente es aborrecido, siempre cuando estas personas caen detenidas, y llegan a los centros penitenciarios, la población criminal los trata muy mal”, complementa.
Y argumenta que esto sucede “porque claramente estos ‘choros viejos’ que están cumpliendo una condena, ven en este tipo de delincuentes, personas que realmente hacen daño”.
De hecho, explica, “lo grafican en sus mamás, ellos le hacen a las mamitas, por eso dentro del hampa, siempre dicen que ‘con la mamita no’”.
“Y así lo grafican, ‘cualquier cosa, pero con mi mamita, no’, entonces este tipo de delincuente que llega a cumplir algún tipo de condena, Gendarmería tiene que llevarlo a un lugar de primerizo, porque claramente van a ser castigados por la por la población penal”, agrega.
Consejo: Desconfiar y usar tarjeta
“El llamado a los adultos mayores, es a tratar de desconfiar, es una lata que tengamos que cambiar nuestro país, pero estamos llenos de personas que se aprovechan del adulto mayor, que es una persona que vivió otro Chile”, sostiene Labarca.
Son personas que, además, comenta el exprefecto, siempre tratan de ayudar. Es “este abuelito que tiene poca plata, pero da una buena propina, o que se preocupa del de al lado…”
“Cuando, le pagan, el consejo es que trate de no tener dinero, y ahí la familia va a tener que ayudarle, porque muchos de estos abuelitos viven solos”, dice.
Y no porque la familia no los quiera, aclara, “sino que muchas veces ellos tienen su independencia, y sus mañas también, pero el consejo es que dejen de tener plata y” usen a una tarjeta”.
“Porque eso, también, va desincentivar a este tipo de delincuentes”, que andan detrás del billete, de la plata física, enfatiza.