Senador Karim Bianchi: “Es vergonzoso cómo el Congreso no es capaz de ponerse de acuerdo para mejorar las pensiones”
El senador Karim Bianchi cree que la reforma de pensiones, en los términos en que hoy está siendo discutida, no es realmente una reforma. “Lo que se discute hoy no va a ser una reforma, va a ser un cambio mínimo respecto de una estructura que debería tener un cambio más profundo”, asegura el senador que apunta sus dardos al gobierno por aplazar la discusión y a la derecha por defender a la industria.
Sobre las fórmulas que hoy se conversan para sacar adelante el proyecto, el senador por Magallanes asegura en conversación con El Desconcierto que “es insuficiente” y enfatiza en que “hay que pensar que con Piñera había una reforma que no avanzó, que era de 3-3. La reforma de Piñera tenía un componente mucho más robusto de solidaridad respecto a la que está presentando Boric. Eso habla de lo cerrado que está siendo hoy un grupo parlamentario”.
Respecto a la reforma al sistema político que ya fue aprobada en general en la Comisión de Constitución del Senado, Bianchi es implacable: “Me parece que es una reforma asquerosa que solamente busca beneficiar a determinados bloques políticos”, asegura.
-¿Qué le parece la propuesta de reforma de pensiones que hoy impulsa el gobierno y cómo se ha llevado adelante la discusión?
Ha sido vergonzoso cómo el Congreso no es capaz de ponerse de acuerdo para cumplir con una mínima petición ciudadana histórica que es mejorar las pensiones. Hace años que queremos cambiar el sistema y no han sido capaces de colocar sobre la mesa, sin abstraerse de la protección más allá de los pensionados, de cómo se defiende una industria. Para mí ha sido vergonzoso cómo no hay un cumplimiento de los parlamentarios con una obligación ciudadana, sino que anteponen intereses particulares. Y lo que se discute hoy no va a ser una reforma, va a ser un cambio mínimo respecto de una estructura que debería tener un cambio más profundo. El gobierno ha dilatado mucho la discusión, esperando el último año para abordar una discusión que aplazó primero por los temas constituyentes. Ahora finalmente, cuando ya no tiene espacio, da manotazos de ahogado para avanzar en una reforma que termina siendo un cambio legal de algunos puntos que podría mejorar mínimamente las pensiones, pero que no cambia la estructura del sistema.
-¿Qué sería para usted una reforma? ¿Qué sería un cambio sustancial?
Puntos básicos que no se han tocado son, por ejemplo, la tabla de mortalidad. Hoy tenemos una tabla que se aborda hasta los 110 años y esto no ha sido tocado en la Cámara. Se abordó, sin embargo el Senado no lo trajo. Nosotros vamos a colocar como indicación eso. Me parece que ese cálculo que se hace es erróneo, debería hacerse hasta los 85 años y para quienes sobrevivan a esa edad, establecer un seguro de longevidad. Esto aumentaría las pensiones inmediatamente sin hacer ningún cambio del 6%, porque hoy una de las desigualdades entre hombres y mujeres es justamente porque hacemos un cálculo de edad pronosticado para una edad que no viven las personas.
Otro tema profundo es que las pérdidas las seguirá asumiendo solamente el afiliado. Evidentemente hay que aumentar la cotización y algo de eso tiene que ir a solidaridad, porque tenemos que aumentar las pensiones hoy. Entiendo que hay gente que quiere su dinero asegurado para después en ahorro individual, pero no se puede pretender un sistema de pensiones o un sistema de seguridad social sin abordar que esto sea efectivamente para quienes hoy están pensionados.
La PGU es un estándar muy bajo para lo que se pretendía en algún momento con la promesa de los 250 mil pesos, pero eso fue hace cuatro años. Hoy la realidad ha cambiado y esos 250 mil pesos terminan siendo bastante insuficientes. También está el tema de los multifondos: la gente no tiene por qué saber si estará en el fondo A, B, C o D de acuerdo a la rentabilidad. Nadie, ni el que tenga más experiencia en economía, va a saber qué fondo va a estar rentando más o menos en el tiempo. No puede ser carga de la persona cuando quien administra debería ser quien busque la mejor pensión.
-Usted menciona la solidaridad, pero en todas las encuestas la ciudadanía expresa su rechazo a ese sistema, ¿de qué manera se convence al país de que es necesario un cambio del sistema en ese sentido ?
Lo que pasa es que esta discusión no ha sido técnica, ha sido política. Y esta es una discusión que tiene que ser netamente técnica. Hay que informarle a la gente qué pensión va a tener en cada caso que se haga algún tipo de cálculo o reforma. El gobierno ha cometido un error al no lograr instalar bien el tema de manera técnica. La gente no distingue a la hora de pagar si va a pagar por el bolsillo izquierdo o derecho, simplemente tiene que llegar a fin de mes. No se ha logrado instalar el tema técnicamente, sino que ha sido un tema cerrado entre parlamentarios y gobierno.
La gente hoy tiene miedo, y ese miedo lo ha instalado la derecha al decir que si hay solidaridad sus dineros se van a perder porque el gobierno los va a mal administrar. Hay que decirle a la gente por qué hoy es necesaria una cuota de solidaridad para mejorar las pensiones. Hay que abrirse a discutir si este dinero lo va a administrar el Estado o lo puede administrar un ente externo, porque también es legítimo y se puede aumentar la competencia. Lo que hay que hacer hoy es habilitar más actores al sistema para que haya más competencia y mejores niveles de comisiones. Nosotros presentamos ayer un proyecto de ley para regular la publicidad que está haciendo la industria con dinero de los mismos afiliados respecto del temor sobre ese 6%.
-Con la fórmula que se está discutiendo de 5,5% a cuenta individual y 0,5% a mecanismo que iguale pensiones de hombres y mujeres, ¿cree que las fuerzas progresistas deberían votar a favor?
Claramente es insuficiente. Hay que pensar que con Piñera había una reforma que no avanzó, que era de 3-3. La reforma de Piñera tenía un componente mucho más robusto de solidaridad respecto a la que está presentando Boric. Eso habla de lo cerrado que está siendo hoy un grupo parlamentario. No podemos quedar a merced de este grupo. Con un 0,5% las pensiones van a seguir igual de miserables. Tenemos que apuntar hacia mejorar las pensiones hoy y es de esperar que el gobierno sea más valiente y se ponga del lado de la gente. El manejo ha sido pésimo, porque ha sido hermético, donde solamente se le está hablando a la oposición y no a la ciudadanía.
-Esta semana el Frente Amplio llevó adelante un “volanteo masivo”, ¿ve que ese tipo de acciones puede ayudar a informar a la ciudadanía en los términos que usted lo plantea?
No, porque el Frente Amplio no tiene credibilidad. Hoy tiene que ser el gobierno quien anuncie esto y tiene que hacerlo técnicamente. Lo que tiene que hacer es informar con números a la ciudadanía. Si le preguntas hoy a un pensionado qué pensión va a tener con un 3% de solidaridad, con un 2%, con un 1%, con un 0,5%, no sabe. Los interlocutores válidos tienen que ser no entes políticos, sino el gobierno con entes técnicos. Estamos votando por lo que nos dice la derecha y no por lo que es mejor o peor para el país.
-¿Qué sería mejor: sacar una reforma en los términos de la derecha o posponer la discusión?
Posponerla es difícil, pero en los términos que hoy está colocando la derecha simplemente no va a ser una reforma. La discusión va a quedar pendiente sí o sí en cualquiera de los dos escenarios porque bajo los términos que se plantean, no van a aumentar las pensiones. La derecha simplemente no cede en dejar de proteger a una industria. El gobierno no tuvo una reforma en educación, no tuvo una reforma en salud, no tendrá una reforma en materia de pensiones. Lamentablemente, por no trabajar bien los tiempos, esta discusión se postergó pensando no en los pensionados, sino en una reforma al proceso constituyente.
-¿Qué le parece la reforma al sistema político que propone el umbral del 5% y la norma antidíscolos?
Me parece que es una reforma asquerosa, que solamente busca beneficiar a determinados bloques políticos, volver prácticamente a un sistema binominal. Las representaciones de la ciudadanía, la voluntad soberana del pueblo expresada en el voto, queda disminuida por factores numéricos. Es injusto que una persona que logre tener más votos que otra quede fuera simplemente por un tema de umbral. Si queremos elevar los estándares de los partidos políticos, primero hay que partir por casa. Ellos quieren imponer un 5% a la ciudadanía, pero ni siquiera se imponen un porcentaje de votos a la hora de decidir sus directivas regionales o nacionales.
Me parece peligroso porque finalmente no se está votando por la persona, se está votando por un partido político y la gente está lejos de votar por partidos políticos. Quienes integran los partidos políticos son menos del 2% de la ciudadanía. Por tanto, imponer ese 2% respecto del 98% de la ciudadanía me parece peligroso. Por ejemplo, siendo independiente, saqué cerca del 50% de los votos en Magallanes, pero no tendría representación porque nacionalmente, Magallanes, ni que votara toda la gente de la región, representa el 5%.
-¿Cómo ve la discusión sobre el voto extranjero, considerando que año a año aumenta el padrón de votantes migrantes?
Soy de la idea de aumentar de 5 a 10 años la residencia que tenga en el país. Hoy día, con 5 años, parece que entregarle un derecho de voto no es suficiente. Con 10 años una persona ya está involucrada en los temas país y en los temas regionales. Tanto para elecciones regionales como nacionales hay que evitar la participación con 5 años de residencia.