Académico y su desalentador pronóstico: "La temporada de incendios se proyecta preocupante"
Ya inciada la primavera en nuestro país, durante los próximos meses seguramente una situación que nos apremiará será el desarrollo de los incendios forestales, una contingencia particularmente compleja a la luz de lo sucedido durante los últimos meses.
Pablo Rebolledo Dujisin, director Escuela de Ciencias Ambientales y Sustentabilidad y director de carrera Administración en Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello (UNAB), sede Viña del Mar, es voz autorizada para pormenorizarnos al respecto, lo que hace en un revelador diálogo con nuestro medio.
"La temporada de incendios para el verano que viene, se proyecta hoy preocupante, no hay ningún indicador ni ningún cambio profundo que se haya hecho, que nos permita pensar que vamos a tener una temporada con menor cantidad de incendios", dice aterrizando el escenario de las próximas semanas.
De hecho,dice, "nosotros podemos no proyectar directamente, pero podemos tener una idea de cómo se vienen nuestra temporada al revisar cómo está la temporada, o cómo pasó la temporada de incendios en países como Portugal y España, que tienen un clima y condiciones parecidas a las que nosotros tenemos en la zona central de Chile, por eso que también muchas veces compartimos desde brigadistas hasta tecnologías con esos países".
"Y si vemos esta temporada de incendios en Portugal, estuvo catastrófica, se quemaron islas, poblaciones, murió gente, entonces no hay nada que nos haga pensar que se proyecta una situación mejor", agrega.
Lo anterior, comenta, "principalmente si pensamos en que vienen condiciones muy secas".
Temperaturas superarían los 40 grados
"Tuvimos buenas lluvias, lo que significa que el pasto creció, que la vegetación se fortaleció, pero también significa que hay más material combustible disponible y, además, tenemos el fenómeno del Niño en la zona centro sur, como Chillán Los Ángeles por ejemplo, (donde) se esperan olas de calor superiores a los 40 grados", ilustra.
En consecuencia, releva, "esperamos una temporada de muchos incendios, independiente de que el gobierno ya ha declarado o puede declarar alerta preventiva, de que los presupuestos para combatir incendios con brigadistas, con aeronaves, también están aumentando, pero en lo climático, la temperatura elevada, la baja humedad, los fuertes vientos, se le suman al nivel de material combustible disponible, y crean un escenario ideal para que los incendios se propaguen rápidamente y se expandan en zona".
"Porque no es solamente la zona central, sino que con la desertificación y el avance de las altas temperaturas hacia el sur, esto que antes se concentraba entre Los Andes y Chillán, ahora se ha desplazado mucho más hacia el sur, y está abordando otras áreas, incluyendo por ejemplo... podría ser la Patagonia", complementa.
Siempre, asevera, "hay que entender que el factor humano es el principal en los incendios, por ahora siempre lo ha sido".
"La generación de incendios a propósito, por cualquier motivo, es la forma más difícil de controlar, porque además como son a propósito, están planificados normalmente, más allá de que sean pirómanos o no, es gente que sabe cómo se comporta una emergencia y, por lo tanto, puede diseñar un escenario lo peor posible", agrega.
Chile, con multifactores para la generación de siniestros
Ahora, dice, Rebolledo Dujisin, "si dejamos de lado el factor humano, en Chile hay varios factores que podrían potenciar los incendios".
"Lo primero es que tenemos una sequía muy prolongada, y es verdad que este año llovió más, pero a nivel de suelo, la humedad se ha ido reduciendo, en los suelos y la vegetación, especialmente en la vegetación nativa que tiene una resiliencia superior, que mantiene la humedad de los suelos", detalla.
Entonces, recalca, "tenemos una sequía hace muchos años en Chile que hace que haya menos agua disponible, una vegetación más pirófitas, que es más cercana al fuego, y una humedad muy inferior a la que teníamos hace 10/15 años".
Despúes, enumera, "tenemos un aumento de las temperaturas, que es parte importante de lo que está pasando, o sea el cambio climático, más allá que haya mucha gente que no lo crea, está elevando las temperaturas en todo el mundo, incluyendo en Chile".
Un escenario que se propicia, releva, "especialmente en la zona centro y sur", por lo que "entre el cambio climático y el fenómeno del Niño, vamos a tener temperaturas sobre los 40 grados, que se están dando, no es algo algo que suceda de vez en cuando, sino que cada año tenemos (ya las tenemos) en Chillán, Los Ángeles, e incluso en zonas como Lampa, Tiltil".
Sumando, sostiene, "tenemos una sequía prolongada a la que se le suman estas olas de calor, aumenta la evotranspiración, y eso agrava los riesgos".
"Nuestra vegetación es perfectamente combustible"
"Este escenario ha creado un tercer factor importante, que es la vegetación seca y la acumulación de biomasa, entonces nuestra vegetación hoy es una vegetación perfectamente combustible, porque tenemos ramas, pasto, hojas secas que son un factor, no un acelerante propiamente tal, pero es como una especie de gasolina o bencina para la para la expansión rápida de los incendios", ilustra luego.
Y este invierno, dice, "como llovió bastante, hizo que creciera mucho la vegetación herbácea y esas herbáceas son un combustible perfecto. Además, se han tomado algunas medidas a nivel nacional, pero donde no se ha tomado medidas a nivel nacional es en la expansión de especies altamente inflamables".
Y en consecuencia, comenta, "nuestra vegetación hoy nativa, se ve disminuida por la disminución de las lluvias, se ve disminuida por los suelos secos, y se ve disminuida porque tiene otras especies muy agresivas, muy inflamables cerca, que son principalmente los pinos y los eucaliptos que avanzan más allá de las plantaciones que han ido creciendo, esto también va secando los suelos, compitiendo por luz, compitiendo por nutrientes, entonces nuestra vegetación hoy es perfecta para los incendios".
"Y una cosa que nosotros siempre hemos tenido a nivel geográfico, es el viento. Chile es un país de vientos por nuestra forma geográfica, por las presiones que hay, tiene vientos especialmente en el sur", agrega.
Escenario "ideal" para los incendios
Y eso hace que todo esto, más allá de que (tengamos) personas negligentes, pirómanos, psicópatas o todos juntos, estos factores en conjunto crean un escenario ideal para para la expansión de los incendios.
A nivel legislativo y de autoridad central, ¿qué se puede hacer? “Los problemas se solucionan atacando la raíz, no las hojas, si quiero cortar un árbol y botarlo, si le corto las hojas, no se va a caer el árbol, si les corto la raíz, sí, entonces podemos llenarnos de medidas parche, y medidas que hagan que los incendios sean controlados más rápidamente, y eso es más o menos fácil, si queremos que los incendios se controlen rápidamente es distinto, a si queremos que se produzcan menos incendios”, dice.
Y que se produzcan menos incendios, recalca, “requiere un cambio en la legislación un poco más profundo”.
“La primera parte, si queremos que se produzcan menos incendios, hay que tener un mayor control sobre las plantaciones forestales, las plantaciones forestales siguen consumiendo agua, siguen generando mucho material combustible fácil de encender, con especies que se queman muy rápido, y les quitan nutrientes, quitan agua a las especies nativas, entonces se producen unas especies de islas de inflamabilidad muy potentes, especialmente la zona centro sur de Chile”.
Frente a este panorama, sostiene, “primero, habría que revisar cómo se puede mejorar esa situación”.
Falta de legislación, "desde sospechoso hasta grave"
“Otra cosa interesante, que ha funcionado en otros países, es la legislación sobre los suelos quemados, ¿qué hacemos con el suelo una vez se quemó? En países como España y Portugal, se ha intervenido y se dan plazos", agrega.
De esta manera, por ejemplo, "después de no sé cuántos años no se puede construir, 20 años en Portugal... o no se puede hacer un cambio de uso de suelo una vez que se quema, o se debe recuperar un bosque cuando era un bosque nativo”.
¿Por qué no sé legisla al respecto en Chile?, se cuestiona a renglón seguido, asegurando que “sólo podría pensar que es porque hay una intencionalidad a través del incendio”.
“Si nuestros legisladores estuviesen 100% seguros de que no hay una intencionalidad a través del incendio, legislarían rápidamente, porque no afectaría a nadie, que no quieran legislarlo, me parece sospechoso, desde sospechoso hasta grave”, complementa.
Porque, agrega, “los países en que se ha legislado, eso sí ha funcionado”.
“Eso es como para prevenir, fortalecer la legislación acerca de la gestión de riesgos de incendios, ponerlo encima, poner la vida de las personas por encima de los intereses económicos, por ejemplo, de los forestales o de las inmobiliarias”, concluye abogando por un abordaje del problema desde este ámbito.