Sea por el smog, las actividades industriales o la quema de leña para calefacción, el aire en las ciudades de Chile empeora con el invierno y el personal de salud lo siente: llegan más personas contagiadas con virus respiratorios y con crisis de asma y por EPOC a los centros de salud.

“Los pacientes con estas enfermedades generan crisis más frecuentes con la contaminación. Algunas son de tratamiento ambulatorio, pero otras, sobre todo de adultos mayores o niños lactantes, generan cuadros más graves que necesitan atención hospitalaria o ventilación mecánica”, explica Ignacio Silva, infectólogo de la Universidad de Santiago de Chile (USACH).

Además, la contaminación irita las vías aéreas y el tracto respiratorio deteriorando los mecanismos de defensa que este tiene. Esto nos deja más susceptibles a que los virus y bacterias generen infecciones.

Según Silva, este aumento viral tiene un impacto en la red asistencial, aumentando las consultas de urgencia y las hospitalizaciones.

Agrega que, a largo plazo, la exposición constante a contaminantes del aire también puede gatillar enfermedades crónicas respiratorias como el EPOC, que genera problemas para respirar, y también algunos contaminantes se asocian al cáncer de pulmón y a otros tipos de cáncer.

¿Qué se puede hacer?

Desde la política pública en salud se ha abordado esta situación a través de las campañas de invierno, donde se refuerza el llamado de población vulnerable a vacunarse contra virus comunes como influenza, virus sincicial o neumococo, y se limita el tránsito y el funcionamiento de industrias.

Este trabajo también contempla reforzar los centros de salud y de atención primaria, y que los especialistas hagan un seguimiento a pacientes crónicos que han abandonado tratamiento o a los que se les han retirado fármacos, para que llegado el invierno estén con controles recientes y medicamentos al día, destaca Silva.

Muerte por contaminación

Según un reporte de The Lancet, que contabilizó las muertes por país atribuibles a la presencia de contaminantes en el aire, Chile es el país de Sudamérica donde mueren más personas por esta razón.

Las muertes estudiadas se relacionan a la exposición a material particulado fino (MP2.5), que por su tamaño es capaz de atravesar las barreras del cuerpo y generar daños a largo plazo en la salud.

En marzo de 2023, otro ránking internacional ubicaba a Chile en el puesto 43 de los países con más MP2.5 en el aire, y segundo en Latinoamérica luego de Perú.

Los resultados de ambos informes, hechos por distintos centros de estudio, tienen coherencia dado que los mismos países que tienen mayor cantidad de MP2.5 en el aire, son los mismos que presentan más muertes por la presencia de estos contaminantes.