Un reportaje publicado este 18 de junio por BioBío, detalló la conducta en la que incurrió el diputado de oposición, Sergio Bobadilla (UDI), quien de acuerdo a lo que detalló el medio citado, incumplió la normativa del Congreso y contrató como su asesora a Carolina Arias Arévalo, una amiga de él que se desempeñaba como jefa en el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Concepción, lo que significa que ya era funcionaria pública, lo que significa que no autorizada para asumir la responsabilidad que le dio el parlamentario. 

En consecuencia, agrega el artículo citado, Arias recibió, entre enero y marzo del año en curso, sobre $20 millones, fondos derivados de las arcas fiscales como consecuencia de su trabajo en el SLEP de Concepción y por ser asesora del parlamentario gremialista. 

De hecho, fue el propio Bobadilla quien sinceró que Arias pertenece a su círculo cercano, admitiendo además fue contratada como asesora, a pesar de su otro trabajo en el servicio público.

“De existir algún problema, por cierto lo corregiremos, pero jamás se podría poner en cuestión su capacidad profesional”, dijo el diputado UDI, pese a que tal como lo establece el apartado de Prohibiciones y Restricciones del Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias, se prohíbe expresamente que un funcionario público realice labores de asesoría en el Congreso. 

Quien hasta hace unos meses era asesora de Bobadilla, llegó al SLEP de Concepción en 2020, durante la administración de Sebastián Piñera, mientras que según asegura el reportaje, desde su juventud ha estado ligada a la UDI.

Respecto del trabajo que hizo para el parlamentario, este se efectuó entre enero y marzo últimos, recibiendo $8,4 millones por su calidad de asesora. 

Crédito foto: Agencia Uno