¿Estás pensando en renovar la apariencia de tu dormitorio, pero no sabes cómo empezar? Hay muchos puntos a considerar a la hora de darle un nuevo orden: la decoración, las camas, la disposición de los objetos, los colores o la iluminación, entre otros.

Siempre se considera lo estético, sin embargo, pocas veces se pone atención a la energía y su circulación, un elemento esencial en la antiquísima y popular filosofía del Feng Shui y que es clave para un buen descanso. Si sientes que esto es lo que te hace falta, es hora de poner manos a la obra, partiendo por tu cama y la manera en la que se posiciona.

El Feng Shui y la ubicación de la cama

En términos simples, el Feng Shui es una filosofía china milenaria que se ocupa del flujo de la energía vital (chi) en los espacios. Teniendo en cuenta que el dormitorio es el lugar en donde se descansa y se reponen energías, es esencial entonces cuidar que estas fluyan y no se estanquen.

Gracias a los principios de esta antigua corriente, puedes lograr que tu cuarto sea un verdadero santuario donde logres conciliar el sueño con facilidad, despertando recargado para un nuevo día. Siendo la cama el principal elemento de la pieza, ¿cómo definir su lugar en el espacio? Presta atención a estos consejos:

1. Ubicar la cabecera contra la pared

La cabecera de tu cama debe quedar ubicada contra la pared, eso te entregará una sensación de estabilidad y protección. Si por alguna razón no puedes hacerlo y te ves en la obligación de posicionarla tras una ventana, procura ponerle un respaldo que otorgue esa seguridad y apoyo que necesitas para dormir bien, además de cortinas gruesas para cubrir las ventanas durante la noche.

2. Situar la cama en el espacio

Al dejar uno de los laterales o costados de la cama contra una pared, se impide la circulación del flujo de la energía de tu pieza. Lo adecuado será entonces ubicarla más centrada, para que, a ambos lados exista espacio suficiente para desplazarte sin problemas y dejar fluir el chi.

3. Encuentra la “posición de poder”

Cuando se habla de posición de poder respecto a la cama en el dormitorio, refiere a que el ideal es que esta no quede ubicada de manera directa y alineada con la puerta, sino que esté orientada hacia la esquina opuesta a la entrada. Si de igual forma no puedes hacerlo y tus pies quedan en línea con la puerta, cuelga unas campanillas de viento cerca de ella.

4. Muebles y espacio

Muchos o pocos, pero puestos muy cerca de la cama, pueden producir sensación de agobio: pues estancan la energía. Analiza tu dormitorio, elimina lo que sobre y reorganiza tus muebles de manera que se ubiquen en espacios que permitan el desplazamiento libre y el flujo energético.

5. Orientación de la cama

Si bien se dice que dirigir la cabecera de las camas hacia el norte es la mejor opción, no es una verdad absoluta en todos los casos. Tu personalidad definirá cuál orientación es la adecuada para ti. Porque, por ejemplo, el norte facilita el relajo y el buen descanso, pero no es recomendado para personas con depresión o ansiedad. En esos casos, lo adecuado será la posición oeste.

La cama no es un elemento al azar

Como ves, la disposición ideal de las camas de tu hogar dependerá de muchos factores que tienes que analizar antes de moverlas, por lo que, antes de hacer cambios, revisa bien tus opciones y escoge lo mejor para ti y tu familia.