Los devastadores incendios que hace casi dos semanas causaron una tragedia de envergadura en la Región de Valparaíso, donde las víctimas fatales superan las 130, representan una experiencia traumática para quienes los vivieron, lo que se traduce una afectación en distintos niveles, dependiendo de cuáles fueron las pérdidas.

Cómo se supera un trauma y de qué manera se puede enfrentar un hecho de estas características desde el ámbito de la salud mental, es lo que detalla la sicóloga Silvia Tapia Donoso, supervisora clínica del Centro de Atención Psicológica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

"Tratando de expresar que lo que se siente en un momento complicado, teniendo al lado personas, principalmente en la contención, el grupo, la comunidad es muy importante para poder superar y elaborar una situación de impacto, de pérdida material y también pérdidas familiares como ocurrió en el incendio", comenta.

Y en un escenario como el que se generó en la zona afectada, agrega, "las posibilidades de salir adelante tienen que ver con la historia de las personas, con los espacios en los que habitan, los cuidados humanos y el afecto que existe alrededor".

"Tenemos el recurso potencial"

"Evidentemente, también va a tener que ver con la historia de las familias y si han sido también familias que han tenido que resistir a otras situaciones difíciles. De alguna manera, ya tienen incorporadas esa posibilidad de saber que frente a una situación complicada, una pérdida o algún impacto doloroso, es posible también volver a a recomponerse, volver a reanimarse y reconstruir un proyecto, un proyecto de vida, una casa, un lugar", complementa Tapia.

Por muy complejo que pueda ser el escenario que se está enfrentando, asegura la experta, "todos tenemos de alguna manera el recurso potencial, estos han sido más o menos desarrollados según la experiencia de vida que nos ha tocado vivir. La pérdida, las pérdidas o el dolor, también hacen parte de la vida, pero claramente cuando esto acontece de manera imprevista, es lo que genera que la situación sea más trágica o genere como un efecto más traumático".

"Trauma quiere decir un fondo, un golpe, un quiebre, algo que se instala como una marca, un antes y un después en en la trayectoria vital de una persona", agrega.

"Evitar culparse"

Respecto de cómo contener a una persona con un impacto emocional de esta envergadura, la sicóloga es clara en la necesidad de propiciar un lugar amable para ella. "Lo importante es poder generar espacios de calma, de tranquilidad. Ojalá no estar expuestos a seguir dándole vueltas a la tragedia, al accidente, poder cubrir y movilizarse para cubrir las necesidades básicas de las personas", dice al tiempo que asegura que "lo primero, es abordar las necesidades básicas, las pérdidas materiales, lo necesario para la subsistencia"

Otro aspecto de relevancia, es apostar por "la tranquilidad, evitar culparse, porque frente a una situación así, lo más probable es que también aparezca pensar que se podrían haber hecho ciertas cosas para evitarla, y la verdad es que es una situación tan límite, que probablemente era imposible. O arrancar, o haber arrancado antes, o haber salvado una cosa u otra... eso la verdad es que no es algo que ayude".

"Culparse frente a una situación así, donde la amenaza y lo que genera esta tragedia es un factor externo, no es posible nomás. Asumir que hay cosas que están fuera de nuestro control. Entonces ayudar escuchando, ojalá, no dar sermones", complementa.

Dialogar con los niños

"Escuchar, acoger, aliviar", son parte de las recomendaciones que entrega Tapia, quien respecto de los menores de edad, apuesta por una conversación abierta con ellos. "Si son niños es importante poder verbalizar lo que se está haciendo, para qué se está haciendo, lo más probable es que se hayan tenido que mover del lugar donde ocurrió todo, que estén en un lugar nuevo y que todos los lugares sean como nuevos y no sepan mucho para dónde va a ir esto... es importante con los niños poder anticipar lo que se está haciendo y diciendo para qué son las cosas que están haciendo", recalca.

Siguiendo con sus recomendaciones, Tapia plantea que es importante comunicarse correctamente con los niños. Decirles, "'la mamá va a salir, va a ir a buscar ayuda' o 'va a ir recibir cosas que les van a a entregar. Verbalizar lo que está ocurriendo, si se escuchan sirenas de bomberos y todo eso que puede generar alguna alarma, ojalá que los adultos pudiesen ir explicando qué es lo que está pasando afuera, para ir disminuyendo esa sensación de estar hiperalerto y el nivel de afectación con el que pueden quedar los niños".

Otro tip que entrega nuestra entrevistada es "poder restituir los espacios de tranquilidad y de calma que ellos tenían antes, con nuevas cosas, con nuevos objetos", a lo que se suma, según detalla, "no dejarlos a un lado, dirigirse a ellos, dirigirles la palabra a ellos bien, hablarles directamente y explicarles con palabras muy sencillas y de manera muy concreta, lo que está pasando".

Dejar claro "que se va a superar"

Relevante también es "mostrar que es algo que se va a superar, es muy importante que los adultos estén en calma y también busquen apoyo para ellos. Un adulto que está angustiado, difícilmente va a poder calmar a un niño, entonces ahí la comunidad el grupo, la familia, es súper importante".

Respecto de las ayudas de parte del Estado, plantea que el camino tiene que ir por "lo que se está haciendo, que es lo que ha hecho siempre para las eventuales catástrofes, que ya sabemos que son bastante recurrentes, que es hacer llegar los recursos materiales y de primera necesidad a las personas, buscar lugares de reasentamiento también".

La privacidad, también es un valor en sí mismo, complementa Tapia al momento de aludir al lugar donde se va a habitar post tragedia. "Ojalá no fuesen albergues masivos, sino que las familias puedan volver a recuperar un espacio de intimidad lo antes posible, ayudarles a esa reconstrucción, darle los recursos para que eso se pueda hacer".