Uno de los últimos estudios de Plaza Pública Cadem, arrojó que 73% de los sondeados considera que un parlamentario que consume marihuana no puede ejercer correctamente sus funciones, una opinión recogida en el contexto del test de drogas que se está implementando en la Cámara de Diputados y Diputadas.

Sin embargo, la marihuana no es considerada una droga dura, e incluso algunos parlamentarios como Emilia Schneider (CS), declararon consumirla en 2022, cuando se empezó a implementar el testeo en la Cámara tras su incorporación al reglamento al que está sujeta, considerando un examen semestral vía sorteo.

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Este se efectúa para evitar el consumo de sustancias o drogas estupefacientes psicotrópicas, a fin de prevenir una relación pública entre las autoridades de la corporación y las redes de narcotráfico del país.

Sin embargo, un consumidor casual que fume marihuana en fiestas o reuniones, no debería dar positivo, ya que los test tienen un corte de concentración que solo detecta excesos. Aún así, la última Cadem demostró que gran parte de los encuestados siente rechazo o no confía en un parlamentario que consuma marihuana.

Efectos

La marihuana es adictiva, mientras que las personas que comienzan a consumirla previo a los 18 años, tienen hasta el cuádruple de posibilidad de volverse adictos. Aún así, solo el 9% de las personas que la consumen en etapa adulta, genera una adicción, según el National Institute on Drug Abuse.

Los síntomas de abstinencia aparecen luego de 24 a 72 horas y duran entre una y dos semanas. Entre ellos, se encuentran el dolor de cabeza, irritabilidad, depresión, ansiedad, insomnio, dolor abdominal, disminución del apetito, fiebre o escalofríos, transpiración y temblores, detalla la entidad mencionada.

La adicción en este caso es menos riesgosa y los síntomas de abstinencia son menos agresivos. Aún así, puede causar daños psicológicos y orgánicos, principalmente respiratorios por fumarla sin filtro, como el cigarro. 

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Consumo versus vida laboral

Considerando que los síntomas no son agresivos a corto plazo y que la cannabis se puede utilizar con fines médicos para trastornos de déficit atencional y dolores crónicos, o para uso de un adulto responsable, no debería presentar un problema, asegura Diego Cruz Oyarce, médico de Fundación Daya.

En caso de existir consumo recreativo, obviamente se aconseja hacerlo fuera de las horas de trabajo. “Hay estudios que muestran que la recuperación del consumo de cannabis, versus otras sustancias como el alcohol, es mucho mejor ya que al día siguiente no quedas inhabilitado y  con el efecto de 'caña', por lo tanto, el uso posterior al trabajo se podría entender, a menos que tengas el riesgo de psicosis”, agrega el profesional.

“Esto no significa que la marihuana pueda provocar psicosis en cualquier persona, sino que es un gatillante en usuarios propensos a padecerla. Aún así, hay personas crónicas o adultas que la han usado un tiempo considerable y no han tenido dificultades para sobrellevar su vida”, añade.

Los efectos durante un periodo prolongado, “consideran la pérdida de memoria a corto plazo, mientras que en algunos afecta de manera diferente, ya que el grado del impacto puede ser significativo o mínimo”, explica Cruz.

Consultado respecto de la encuesta y el 73% que considera que los parlamentarios no podrían ejercer bien sus funciones como usuarios frecuentes de marihuana, el especialista argumenta “si se consume de manera irresponsable en horarios laborales, podría desfavorecer la concentración y la capacidad de reacción, principalmente”.

Aún así, recalca que “depende de cada persona y de la administración de la dosis. El consumo de marihuana no debería ser un problema para la vida profesional”, y por ende, tampoco significa un factor relevante para el desacuerdo evidenciado en Cadem.

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