Consejera Pardo y desempeño de la derecha en comisiones: “Hubo una improvisación tremenda”
Con la etapa de votación de enmiendas ya culminada, ahora el Consejo Constitucional se apronta a iniciar la ratificación del texto en el pleno, instancia que iniciará este viernes 15 de septiembre.
Pero la imposición de la mayoría que ostenta la derecha en la votación de enmiendas, la falta de acuerdos y los emplazamientos públicos, aún tienen repercusión en el órgano constitucional.
Sobre esta etapa, la consejera María Pardo (CS) sostiene que hubo “mucha improvisación” por parte de republicanos. Asimismo, sobre las enmiendas del bloque de derecha, ingresadas a último minuto, que tienen relación con el derecho del que está por nacer y de beneficios a reos con enfermedades terminales, la consejera asegura en conversación con El Desconcierto que estas tienen “mucho gusto y olor a trampa”.
[Te puede interesar] Mónica González: "No me gusta la palabra reconciliación, lo único que hay que hacer es reconocer la verdad"
—Tras culminar la etapa de votaciones de las enmiendas en las comisiones ¿qué balance hace el oficialismo?
En primer lugar nos auto evalúo a nosotros (Unidad por Chile) como una fuerza política que actuó en unidad y que hizo todos los esfuerzos por tratar de generar acuerdos transversales que miraran al bienestar de la ciudadanía. En ese sentido, creo que hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos.
Desde el primer momento estuvimos instando a la creación de espacios de diálogo y sin embargo, la derecha, propició que los espacios de conversación fueran marginales. La mayoría del tiempo se lo gastaron en ponerse de acuerdo entre ellos. Pese a que existió una mesa de coordinación, grupos temáticos y una mesa de coordinación, estas instancias no eran para ellos una prioridad y eso se notaba en el espacio temporal que le daban. Ahí hay una cuestión súper importante y por lo mismo es que se vio poco avance en esas conversaciones.
Además, considero que fueron poco claros entre ellos acerca de cómo se iban a poner de acuerdo. En algunas ocasiones republicanos aparecía como la fuerza hegemónica, en otras ocasiones las derechas hablaban a través de Chile Vamos. Creo que también por eso costó generar un acuerdo, dado que nosotros sí teníamos esa unidad y en su caso se veían tres bancadas distintas. Hubo bastante desorden entre ellos.
Esta situación decantó en que ellos no tenían un plan y hasta último momento los vimos tratando de ponerse de acuerdo en aspectos que debieron haber tenido algún tipo de anticipación.
—¿Considera que hubo improvisación por parte de la derecha en este tramo del trabajo del Consejo?
Hubo mucha improvisación. El caso del capítulo de Poder Judicial es el mejor ejemplo de eso. Este capítulo no lo vimos hasta el viernes en la noche, que era el día en que se nos pedía votar ese capítulo. Eso habla de una improvisación tremenda y de no tomarse en serio la institucionalidad y la estabilidad institucional del país.
—En esta búsqueda de acuerdos, el oficialismo acusó que la derecha no quería bajar ciertas enmiendas que eran peligrosas para el país. Por parte de republicanos, se acusó de intransigencia al oficialismo cuando, por ejemplo, se pidió que se bajaran todas las enmiendas, ¿hay una autocrítica en el oficialismo por parte de las bancadas de izquierda? ¿Se pudo haber hecho más para buscar ese acuerdo transversal?
Creo que hicimos todos los esfuerzos y puedo mencionar la cronología. Desde antes de que se presentaran las enmiendas —y lo digo con absoluto conocimiento de causa, porque yo participé de toda esta instancia— nosotros estuvimos instando para tener conversaciones y para presentar enmiendas de conjunto de todas las bancadas. Esa es una idea que la derecha rechazó de plano.
Nosotros les ofrecimos que revisáramos temas de seguridad y de prioridad, antes de la presentación de las enmiendas y nos dijeron que no. Luego, nosotros empujamos para que se creara la mesa de coordinación y ellos cedieron frente a esa petición como si nos estuvieran haciendo un favor. Asimismo, cuando se crearon los grupos temáticos, también fuimos nosotros los que ofrecimos la metodología. Y cuando ofrecimos el retiro de las enmiendas, nosotros no exigimos nada.
Lo que hicimos fue hacer una invitación transversal a todas las bancadas a retirar en conjunto las enmiendas. Y esto tenía que ver con que nos parecía que en ese momento era algo simbólico, que daba cuenta de que era posible hacer un último esfuerzo.
—¿No habría perdido más la derecha que ustedes? Porque ellos tenían los votos para aprobar sus enmiendas.
Si lo analizas en ese contexto, que solamente mira a la trinchera de un lado y del otro, puedes llegar a esa conclusión. Pero creo que hay que mirarlo desde otra perspectiva: la ciudadana. Y hay que considerar que este proceso se cierra con un plebiscito. Esa mirada panorámica es muy importante y creo que no la tuvo la derecha.
Si se mira el punto de prensa que nosotros hicimos ese día, que fue una invitación por Chile, y después miras la respuesta que tuvo la derecha, y el tono que usó Luis Silva, la distinción es muy clara y a la vez dice mucho. Él dice que no están de acuerdo, que por ningún motivo. Hay que fijarse en eso, en lo simbólico que tiene la respuesta, en lo que ellos interpretan de nuestra invitación, que en realidad, era una invitación por Chile.
—¿Qué enmiendas en específico son las que más generan preocupación en el oficialismo?
En el capítulo de derechos hay muchas enmiendas que son preocupantes. Desde luego que como quedó el derecho a la salud, el derecho a la educación, el derecho a la seguridad social, el derecho al trabajo, la libertad sindical, nos genera preocupación por aspectos fundamentales. Porque a través de la desfiguración de estos derechos, se desfigura la posibilidad de avanzar hacia un Estado social de derecho real, un Estado que realmente proteja a las personas.
Y eso no solamente en el ámbito de los derechos específicos, sino que también se desfiguran las garantías de los derechos. La lectura general que vemos es que quisieron pasar la aplanadora con los derechos y con el Estado social.
—Ahora que va a comenzar la etapa de votación en el pleno, desde el oficialismo ¿van a seguir buscando grandes acuerdos?
Vamos a seguir buscando los espacios de acuerdo, pero también hay que tener presente que hay una limitante muy importante, que es que cerrada la etapa de comisión ya no se pueden presentar más enmiendas.
—Solo se pueden retirar.
Exacto. Y eso es importante porque cualquier cambio que se quiera hacer a lo ya aprobado tiene que hacerse por unanimidad, que es un estándar bastante difícil de cumplir.
Por nuestro lado puede haber disposición para llegar a esos acuerdos, pero me pregunto si en las derechas existirá esa disposición. Ahí el rol de Chile Vamos puede ser clave, pero hay que preguntarse si están dispuestos o no. Porque en la etapa anterior ellos tenían la decisión de si quedarse con el anteproyecto o hacer las unidades de propósito con republicanos y se decantaron por la segunda opción. Y quedarse con esa opción implica un retroceso para el país.
Entonces, no sé qué incentivo hay para que Chile Vamos, en esta nueva etapa, cambien de visión. Ojalá que el incentivo sea que se den cuenta que la ciudadanía no ve con buenos ojos aquello que fue aprobado.
—Pero algunos consejeros Chile Vamos ya dijeron que no están disponibles para retirar la gran mayoría de las enmiendas, a lo más negociar ciertos aspectos, ¿qué más puede hacer el oficialismo en esta situación de minoría?
Creo que sobre todo en esta etapa de pleno va a ser muy importante el contacto que tengamos con la ciudadanía. Acá no se le ha dado suficiente importancia a la opinión ciudadana. Porque la opinión ciudadana no solamente se expresa a través de los mecanismos oficiales.
En este proceso, a diferencia del anterior, la ciudadanía ha acompañado menos porque hay frustración, falta de credibilidad y de legitimidad. Y creo que es importante que, dado que se están tomando determinaciones sobre el futuro del país, hagamos todos los esfuerzos por mantener informada a la ciudadanía.
—Me hablaba previamente del Estado Social Democrático de Derecho, que era uno de los puntos centrales que se acordaron en el Acuerdo por Chile y que se materializó en el anteproyecto. Este artículo fue modificado sustancialmente en las comisiones ¿Qué efecto tiene para el proyecto? ¿considera que esta modificación viola los principios consagrados en las bases de este proceso?
Eso es algo que hay que analizar en mayor detalle. Recién hoy tenemos los informes con toda la información acerca de las enmiendas aprobadas. Creo que es un análisis que hay que hacer transversalmente a lo largo de las enmiendas. Porque tenemos efectivamente la cláusula de Estado Social en el artículo 1, tenemos las garantías, tenemos los derechos, pero hay que mirar el conjunto. También hay que mirar los problemas que se causan respecto a las enmiendas aprobadas en materia de sistema político y cómo todo esto se conjuga para ver si efectivamente se habilita o no un Estado Social.
Desde luego creo que esto es contrario a las 12 bases y también al anteproyecto, en relación a avanzar hacia un verdadero Estado Social. Sin embargo, el análisis tiene que ser mucho más profundo, así que estamos a la espera de poder sumergirnos a esa discusión.
—Hay otras enmiendas aprobadas a última hora que coincidían en ciertos aspectos con aquellas que generaron polémicas y que posteriormente fueron bajadas. Me refiero a las que dicen relación con la protección del que está por nacer y los beneficios para reos con enfermedades terminales, ¿considera que estas enmiendas que se aprobaron siguen en el espíritu de lo que quería conseguir republicanos en un principio?
Sí, desde luego. Tiene mucho gusto y olor a trampa lo que hicieron los republicanos. Salieron en un punto de prensa diciendo que iban a retirar estas enmiendas y sin embargo nos damos cuenta que el retiro de las enmiendas para beneficios carcelarios para mayores de 75 años implicó que se presentara otra enmienda, per en una versión soft. Porque esta enmienda (beneficio carcelario) habilita al legislador para generar la misma consecuencia (que buscaba las enmienda retirada) y evidentemente ellos están pensando que próximamente van a tener mayoría parlamentaria.
Por otra parte, en materia de protección a la vida del que está por nacer, la fórmula se morigera, que es lo mismo que la anterior: se retira una enmienda, se morigera la fórmula y se mantienen una serie de disposiciones de enmiendas que permiten a la larga que se retroceda en esta victoria que hemos tenido, desde la lucha de las mujeres, de lograr el aborto en tres causales.
Y esta situación no se limita a estas dos enmiendas. Por ejemplo la que subía el quórum de reforma constitucional a dos tercios, que efectivamente la retiraron, pero ahí uno se pregunta: ¿Con qué quórum nos quedamos? Nos quedamos con un quórum de tres quintos. Ese quórum es bueno para una Constitución habilitante como la que presentó la Comisión de Expertos. Pero un quórum de tres quintos para una Constitución como la que se aprobó en comisiones, que es una constitución identitaria, sigue siendo un quórum muy alto y peligroso en ese sentido, porque va a hacer más rígida esta constitución identitaria.
—El Partido Republicano ha manifestado que está dispuesto a arribar a acuerdos ¿considera real esta intención o a su juicio es más bien una jugada comunicacional?
Ver para creer. Hay que ver cómo se da ese acercamiento, porque pueden decir muchas cosas por la prensa, pero una cosa muy distinta es la disposición y el tiempo que vayan a dedicar a generar acuerdos. Eso es importante, porque para ponerse de acuerdo requerimos de esfuerzos y de tiempo, y ellos manejan el cronograma y la forma en que se organiza el trabajo, así que de ellos depende.
—Mirando más allá del pleno, después viene la etapa de revisión de expertos y la eventual comisión mixta ¿ve ahí una posibilidad de que se modere esta propuesta constitucional comandada por republicanos?
Primero viene la etapa de la revisión de los expertos, que es después del pleno. Esa es una primera instancia en que podría morigerarse lo aprobado, pero eso va a depender de Chile Vamos. Ahí me pregunto qué va a pasar. Porque si Chile Vamos no se pudo moderar y funcionó como vagón de cola de los republicanos en el consejo, ¿tendrá la misma actitud que tuvieron en la comisión experta donde salieron todos abrazados diciendo que habían llegado a un acuerdo de transversal y celebrándolo como tal? No lo tengo tan claro, ojalá que sea así.
Y efectivamente la comisión mixta sería la última instancia en que se podría llegar a acuerdo, con mitad de consejeros y mitad de comisionados. De todas maneras creo que vamos a quedar en minoría, pero quizá hay más posibilidades de llegar a acuerdo en esa composición. Creo que es un escenario que hay que analizar.
—Las encuestas indican una baja adhesión al proceso y una alta intención de rechazar ¿qué posibilidades de éxito ve al proceso constitucional en curso?
Creo creo que es muy complejo analizarlo en este momento particular, porque estamos un poco en el vacío que se da entre las votaciones en comisión y el pleno. De hecho, ahora mientras conversamos, hay una reunión de delegados en que se van a tomar decisiones importantes respecto de cómo se va a organizar ese trabajo. Por eso creo que es difícil de predecir.
Hasta ahora no han habido acercamientos de parte de la derecha para generar acuerdos y yo creo que ellos tienen decisiones importantes que tomar. Así que yo solamente espero que las decisiones que tomen las hagan pensando en el país y no en sus intereses personales ni en sus intereses partidistas. Porque si se toman las decisiones mirando a ese tipo de intereses que al final del día son mezquinos, veo difícil que se pueda repuntar este proceso y darle una vuelta a aquello que está apareciendo de manera tan patente en las encuestas.
—¿En el oficialismo ya se ha hablado de posicionarse en el rechazo?
Creo que sería irresponsable hacerlo en este momento. Desde luego que estamos muy preocupados porque realmente vemos un franco retroceso y peligro en lo que se aprobó en las comisiones. Pero aun existen espacios, y mientras existan, vamos a seguir haciendo todos los esfuerzos para incidir.