Javier Milei, el maletín nuclear de la Argentina y el Mercosur
A 40 años del regreso a la democracia de la mano de Raul Alfonsini y el peronismo en su máxima expresión, el mayor desafío de los argentinos es resguardar las instituciones. La solución para el populismo de izquierda o la ineptitud de un gobierno no es el populismo de derecha o el extremismo. En la carrera presidencial los candidatos tienen la oportunidad de encontrar la prudencia necesaria para alcanzar el voto material mas bien no ideológico, esto para alcanzar un cambio verdadero.
Javier Milei, un libertario ultra capitalista, ha transformado el panorama político de Argentina. Su propuesta más fuerte, la de dolarizar la economía trasandina, no pareció ser un impedimento para ser el candidato más votado en estas primarias abiertas, simultáneas y obligatoria: las PASO. Pero al día siguiente de estas primarias abiertas el peso argentino se devaluó en un 18,3% según el banco central de la nación.
El libertario y ultra capitalista Javier Milei consiguió el 30,04% de los votos en las primarias argentinas y se convirtió en el protagonista de esta elección que disputará también la ex ministra de seguridad del ex presidente Mauricio Macri, la candidata de Juntos por el cambio, Patricia Bullrich y al ministro de economía oficialista y candidato de Unión por la patria, Sergio Massa.
Milei no solo acertó en el desastre económico ocurrido en Argentina durante la última década, además, citando en sus discursos públicos a Friedman, Mises y Hayek; ha logrado un movimiento cultural y político antagónico dentro de la política argentina que ha volteado el tablero en el escenario social y político del país trasandino.
Las encuestas habían sugerido que el apoyo de Milei era de alrededor del 20%, junto con esto los comentaristas y analistas políticos habían pronosticado que sus propuestas políticas radicales, le impedirían atraer a muchos más votantes. Pero los ciudadanos y ciudadanas dijeron lo contrario en las urnas, con un porcentaje de participación mucho más bajo de lo normal, pues solo sufragaron el 66% del padrón electoral, es decir un 10,40% menos en comparación a las PASO del 2019.
Tristemente Milei ahora tiene una clara oportunidad de liderar Argentina, una nación de 46 millones de habitantes, miembro del G20 y con algunas de las reservas de petróleo, gas y litio más grandes del mundo.
Milei se ha presentando cómo el cambio radical qué necesita la Argentina frente a las décadas de deficiente administración del Estado que tienen al país del tango sumidos en una máxima pobreza, la crisis constante y la demagogia qué el pasado domingo 13 de agosto ganaron en las urnas.
El economista de la universidad de Belgrano se suma a una larga lista de políticos de ultraderecha qué ganan influencia en varios países tales cómo Finlandia, Estados Unidos, Francia, Italia, Brasil y en países recientes cómo España.
En la política no existen las casualidades, la Argentina vive en la actualidad una crisis económica que arrastra de hace décadas, y la realidad en materia económica del gobierno actual no ha sido muy distinta, el valor del peso argentino se ha desplomado, la inflación anual ha superado el 115% y el 40% aprox. de la población está empobrecida, el país está luchando para pagar una deuda externa de cuarenta y cuatro mil millones de dólares con el fondo monetario internacional.
Está más que claro, que el voto de Javier Milei, no es un voto ideológico sino más bien es la consecuencia de ese malestar con la política tradicional en donde millones de ciudadanos y ciudadanas no pueden pensar en un futuro próspero.
Con el tiempo Miliei se ha moderado cambiando, por ejemplo, su plan de dolarización de la economía y de privatización de la educación. Esto responde al llamado teorema de Baglini: cuanto más lejos se está del poder, más irresponsables son los enunciados políticos; cuanto más cerca, más sensatos y razonables se vuelven.
Sin embargo, la imagen de Javier Milei y sus puntos de vista extremistas y neo fascistas, han provocado comparaciones con el estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro. Si bien estos otroras jefes de estado ganaron sus elecciones, el cómo terminaron sus gobiernos es casi un patrón único de comportamiento.
Como modelo económico a seguir para Argentina, el economista hizo referencia a Irlanda, cuyo régimen de bajos impuestos ha logrado atraer a grandes multinacionales en Dublín, pues no cabe duda que después de sus profundas reformas su PIB per cápita ha logrado una aproximación al sextuplicado en los últimos 30 años.
En concreto Milei dijo que “me gustaría qué Argentina se parezca a Irlanda”, pero la pregunta es ¿qué gobernante o personero político no quiere el desarrollo para su país?, un enunciado más qué llamativo, pero con una mentira de la profundidad del océano, ya que comparar a cualquier país de la región con un modelo europeo no son más que cantos de sirenas en tiempos electorales.
Pero los resultados de las primarias pueden cambiar radicalmente si unos cuantos de los más de 11 millones de argentinos y argentinas que no fueron a votar el pasado domingo 13 lo hacen en las presidenciales de octubre.