Nuevos aires para la economía nacional
El pasado viernes, el Banco Central de Chile sorprendió al mercado al iniciar una nueva etapa con una vigorosa reducción de las tasas de interés. Esta medida se materializó con una disminución de 100 puntos base en la tasa de interés referencial, llevándola del 11,25% al 10,25%. El ajuste resultó ser mayor de lo esperado por algunos expertos, quienes habían estado advirtiendo sobre la posibilidad de un enfriamiento de la economía chilena debido a los tipos de interés altos.
La decisión, tomada por unanimidad por el Consejo del Banco Central, se fundamenta en la consolidación del proceso de convergencia inflacionaria. La reducción de la tasa tuvo lugar en un contexto en el cual tanto la inflación total como la subyacente han disminuido más rápido de lo previsto, con datos que indican una inflación total del 7,6% y una subyacente del 9,1% anual en junio. Estos factores influyeron en la determinación de iniciar el ciclo de reducción de la Tasa de Política Monetaria.
Esta disminución de las tasas de interés se enmarca en un contexto en el cual la economía chilena enfrentó el desafío de una fuerte alza de la inflación desde mediados de 2021. Después de experimentar una rápida recuperación posterior a la pandemia, con un crecimiento histórico del PIB del 11,7% en 2021, la economía chilena mostró signos de desaceleración en 2022 y cerró con un crecimiento del 2,4%.
Las ayudas económicas del Gobierno, las presiones de costos relacionadas con los precios de las materias primas, los problemas en las cadenas de suministro y las alzas en los costos de transporte internacional, generaron una mayor presión sobre los precios y llevó a que Chile cerrara el año 2022 con una inflación anual del 12,8%, la más alta desde 1991.
Para enfrentar esta situación, el Banco Central se vio obligado a adoptar una estrategia de política monetaria significativa, lo que llevó a un aumento en las tasas de mercado a corto plazo. Este ajuste implicó un cambio en la estructura habitual de la curva de rendimientos, pasando de una tendencia creciente con el plazo a una estructura invertida, donde las tasas largas se encuentran por debajo de las tasas cortas.
Cabe destacar que esta medida del Banco Central contrasta con la tendencia de otros principales bancos centrales en el mundo, que han estado subiendo tasas y manteniendo políticas monetarias restrictivas. Sin embargo, el Banco Central de Chile ha optado por una postura contraria y apostar por un estímulo económico, junto con su compromiso de actuar con flexibilidad en caso de que se materialicen riesgos internos o externos.
La reducción de la tasa de interés podría tener varias repercusiones en la economía chilena. Al disminuir el costo del crédito, tanto las empresas como los hogares podrían beneficiarse, lo que podría incentivar el consumo y la inversión. Además, una tasa de interés más baja podría estimular la actividad económica en general, especialmente en sectores que dependen del crédito para financiar sus operaciones. No obstante, la evolución de la economía chilena en los próximos meses y años será determinante para evaluar el impacto completo de esta decisión del Banco Central.