Nuevo fracaso de la UDI y la esperanza en la Mesa de la Cámara
Presidente de la FEUC, fundador de Revolución Democrática, líder del Frente Amplio y uno de los arquitectos de la impresionante trayectoria de esta nueva izquierda que llegó a conquistar el Gobierno. Esas son algunas de las razones de la odiosidad de la derecha contra Giorgio Jackson. Aquel que los derrotó en su reducto histórico, la Pontificia Universidad Católica, y eso nunca se lo perdonarán.
Jackson ha liderado, junto al presidente Boric, la ministra Vallejos y Vlado Mirosevic, presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, han liderado la coalición electoral de izquierda más exitosa de la historia de Chile y representan, junto al histórico Partido Socialista chileno, el futuro de la izquierda chilena.
Liberales, socialdemócratas, socialistas y comunistas son garantía de sostener el camino reformista de la sociedad chilena. Esta alianza, base del gobierno del presidente Boric, junto a demócratas cristianos, radicales e independientes progresistas, tiene todas las capacidades y posibilidades de constituir la mayoría que Chile necesita para seguir avanzando en su camino al desarrollo con prosperidad compartida y ampliando día a día las libertades y la democracia.
Los conservadores, atizados en su propia disputa de quien hegemoniza a la oposición, obsesionados con bloquear al mundo progresista, han convertido a Jackson en sus molinos de viento contra los cuales arremeter.
El caso “convenios” se produjo en el Ministerio de Vivienda, sin embargo, la derecha ha manipulado la realidad -con ayuda del extraviado Espinoza- para usarlo en atacar a Jackson, que es de otro Ministerio. Y en su ofensiva contra el secretario de Estado, la UDI quedó “pagando” luego de su injuriosa ofensiva carta, y se ha empezado a notar el cansancio de otros sectores de la misma derecha con el extremismo mostrado en sus filas.
Desde el gremialismo en definitiva han contribuido a aumentar el desprestigio del Congreso, obligando a gastar tiempo en rencillas politiqueras, perdiendo días valiosos de legislar para mejorar la vida del pueblo. Y no es la única vez, ya lo habían hecho también, hace pocos días, con la inútil acusación al ministro de Educación.
El progresismo, por su parte ha dado un paso muy relevante esta semana: Ha logrado un significativo acuerdo en la Mesa de la Cámara de Diputados y Diputadas, conciliando una directiva histórica con un Presidente demócrata cristiano junto a vicepresidentas comunista y socialista.
En las actuales circunstancias este hecho es de la mayor importancia política y augura posibilidades ciertas de aunar fuerzas para avanzar en reformas sociales y enfrentar con unidad lo que depare el futuro. No es menor que el trabajo conjunto de esta Mesa puede pavimentar el camino a mayores niveles de entendimiento. Tal camino unitario le haría muy bien a Chile para frenar la peligrosa deriva derechista en la Constituyente y desarmar el bloqueo que quieren establecer desde el Parlamento a las reformas.