Servel: Ultraderecha y derecha sumaron más de 6 mil militantes entre marzo y mayo
Hace un par de días, el diagnóstico del consejero del Partido Republicano, Luis Silva, hizo ruido entre sus compañeros de la Comisión de Sistema Político del Consejo Constitucional.
“El sistema de partidos en Chile no está en crisis, no tengo esa impresión, no comparto esa parte del diánóstico de que nuestros partidos están debilitados”, señaló en una sesión de la instancia, declaración que incluso que se contrapuso a lo planteado por los 24 ministros de la Comisión Experta en la fase previa, quienes consideraron -entre otras cosas- un umbral del 5% para su ingreso al Congreso.
Al interior de la comisión la postura fue en la misma línea que lo expresado por los expertos. Consultada por El Desconcierto, la consejera de Evópoli, Gloria Hutt, señaló que si bien se puede afirmar que el “sistema no está en crisis, estamos mal encaminados y el sistema político sí necesita ajustes para mejorar la representatividad”.
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“Se necesita corregir los criterios de acceso a los cupos parlamentarios, más estabilidad y finalmente se necesita un buen sistema político para dar más gobernabilidad”, agregó la exministra de Transportes del segundo gobierno de Sebastián Piñera.
De hecho, para la académica de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma, lo que hay actualmente es una “desafectación política”, lo que se define como el “sentimiento subjetivo de impotencia, cinismo y falta de confianza en el proceso político, los políticos y las instituciones democráticas”, explicó.
Por ende, si bien según Palma el sistema de partidos chileno tiene la particularidad de ser “muy estable”, “si vemos que el vínculo de la ciudadanía con los partidos -participación y confianza en ellos- nos damos cuenta de que hay serios problemas”.
“El sistema de partidos esconde bastante desafección por parte del electorado, que ahora se ha visto forzado a votar por el voto obligatorio”, agregó.
La evidencia del Servel
Según datos proporcionados por el Servel a El Desconcierto, la propia desafectación política bien podría verse reflejada en la fuga de militantes de partidos más tradicionales, en beneficio de conglomerados de derecha y ultraderecha.
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Tal y como lo explicó la académica, existe “evidencia empírica que muestra que el voto en lugares que hay desafección tiende a ir por la extrema derecha”, lo que también se refleja en el aumento considerable —en el periodo de dos meses— de militantes de Renovación Nacional, Republicanos y el Partido Social Cristiano.
Una revisión de datos entre junio de 2022 y mayo de 2023 reveló que RN mantuvo una variación estable desde junio último a marzo de este año, donde pasó de 36.633 militantes a 35.820 en ese periodo de tiempo.
Sin embargo, el cambio más importante se evidenció dos meses después, cuando pasó de 35.848 afiliados al 30 de abril, a 39.907 militantes al 30 de mayo.
Los partidos del centro y la extrema derecha
Todo lo contrario al conglomerado liderado por Francisco Chahuán, la Democracia Cristiana (DC) se enfrentó —entre junio 2022 y mayo 2023— a una pérdida creciente de militantes. Partió el conteo con 30.734 afiliados y cerró el análisis con 29.127, esto es 1.607 militantes menos.
Desde la otra vereda, entre abril y mayo, Republicanos aumentó de 21.149 militantes a 22.180. Poco más de mil afiliados en un mes, evidenciando un alza, desde el mes de marzo a mayo, de 1.200 adherentes.
Mientras, el Partido Social Cristiano, cuya base de datos en el Servel comenzó en febrero de este año, evidenció alzas repentinas en al menos dos regiones durante el mes de abril en comparación al mes anterior: en O'Higgins pasó de 4 militantes a 1.008; y en Los Ríos pasó de 3 a 608 afiliados, anotando un incremento de 1.457 militantes entre marzo y mayo.
Por su parte, en el mismo periodo de tiempo RN, se consolidó como el partido que más creció, sumando 4.087 adherentes. De esta forma, entre los tres partidos de derecha y ultraderecha suman 6.744 militantes entre marzo y mayo.
El caso del PDG
El Partido de la Gente experimentó otro fenómeno: una fuga masiva de militantes. Si bien en junio del 2022 tenía 46.880 adherentes, superando al Partido Comunista que lo seguía de cerca con 46.172 afiliados, a fines de mayo del 2023 el número bajó a 43.470.
Según pudo constatar El Desconcierto, solo en el mes de mayo se evidenció la salida de 1.088 militantes. Consultado al respecto, el diputado Gaspar Rivas (PDG) aseguró que la fuga podría deberse a las negociaciones por hacerse con la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, donde se levantó el nombre de Víctor Pino (PDG).
No obstante lo anterior, la masiva fuga evidenciada por el partido de Franco Parisi, coincide con la debacle experimentada en la elección del 7 de mayo, donde el PDG no logró hacerse de ningún cupo en el Consejo Constitucional.