Miguel Acuña: "Mi esencia es ser reportero, ser quien está donde ocurren las cosas"
Son más de veinte años siendo reportero en el cuerpo, pero Miguel Acuña (47) aún se siente un “cabro chico con energía”, dice. En especial la que le da la gente que lo identifica por su trabajo. “El que me saluda, yo lo saludo, porque es lo mínimo que uno puede hacer con la gente que te reconoce y te da cariño”, relata.
La entrevista está pactada para las 10:30 de la mañana, pero me pide si me puede llamar en un rato porque se dirige en una van de Canal 13 al Parque Forestal debido a que, según informaciones preliminares, una pelea en un bar terminó con una persona atropellada por un "vehículo motorizado".
Me relata el hecho policial, con la misma dedicación que lo ha hecho en los dieciocho años que lleva en Canal 13, o los cinco anteriores en Radio Cooperativa, y que hoy lo tiene como una figura reconocible no solo por su trabajo de reporteo, si no qué, además, por los chascarros que le suceden en vivo.
El último, un audífono que se le cayó por una alcantarilla cuando se sacó el gorro que lo protegía del frío santiaguino. El hecho provocó risas en el estudio y en los televidentes que lo volvieron viral en redes sociales. “Podría escribir un libro con tanta cosa que me ha pasado en la calle”, agrega..
[Te puede interesar] VIDEO| Carcajadas al aire por gracioso chascarro de Miguel Acuña con el alcantarillado
- ¿Cómo ha cambiado el trabajo de reporteo en tus más de veinte años de experiencia?
Mi trabajo como reportero siempre ha sido la base de mi pega, mi fuerte es estar en la calle, a pesar de que he tenido la oportunidad de trabajar en el primer programa del canal, en la madrugada, 3X3. Siempre termino y salgo, me voy a la realidad. Mi esencia es ser reportero, ser quien está en donde ocurren las cosas.
Aunque ha habido un cambio en el reporteo debido a las nuevas tecnologías, redes sociales o hasta la herramienta Sosafe. Antes tenías que darte una vuelta larga, si querías saber algo debías tener un contacto que te avisara, ir a las postas donde estaban los carabineros y preguntar.
Ahora tú la noticia te la encuentras lista, hasta con video. Antes había que llegar al lugar y grabar para hacer la historia. Ahora para los editores no es una historia si no tiene un video, aunque se hace más fácil con el hecho de que todos estén grabando. Pero, a pesar de que esté la historia hay que tratar de ir a buscar la impresión de los testigos y siempre más allá de lo que dicen Carabineros y la Policía de Investigaciones, que ahora se caracterizan por esa mala costumbre, que se adaptó en pandemia, de mandar cuñas envasadas. Nunca voy a estar de acuerdo con eso porque la esencia del periodismo es poder preguntar y contrapreguntar.
-¿Qué cambios has percibido en la delincuencia en los últimos años?
Nos hemos ido acostumbrando a nuevas formas de delitos, hechos que cuando pasaban eran realmente una noticia. Hablamos de secuestros, el sicariato, casos que son inéditos. A muchos nos impactó La Quintrala, eso fue una noticia que impactó, y en esta semana ya conté tres casos con las mismas características, entonces también uno se tiene que ir adecuando a la realidad que estamos viviendo ahora.
-¿Sientes que los chilenos se han ido acostumbrando un poco a este tipo de delitos?
Tenemos que siempre sorprendernos, el día que uno se deje de sorprender es porque estamos hasta la tusa, tenemos que impactarnos cuando ocurren este tipo de cosas, aunque sean frecuentes que ha aumentado mucho con la llegada de extranjeros. Aunque a mí me molesta cuando se estigmatiza a todos ellos, porque la mayoría son gente trabajadora, pero está un mínimo grupo que marca la diferencia. Porque tampoco podemos ponernos una venda en los ojos y decir que esto es una cosa que ha surgido así de la nada, es una presencia de sujetos que están acostumbrados a hacer eso, y también esos delitos que antes no se veían, también los chilenos los están aprendiendo, la violencia, por ejemplo, en los portonazos, que la mayoría de las veces son chilenos, no son extranjeros, son cabros chicos, que salen a hacer estos tours delictuales. La última semana, hubo un caso donde se robaron cinco autos en una pasada, salen ocho tipos en un auto, asaltan a la primera persona y así se van, es como un juego, un carrusel.
Los delincuentes chilenos están mucho más osados que antes. Antes se respetaban los códigos, no se golpeaba a las mujeres, cuando había niños no se actuaba. Era un código de los delincuentes porque ellos también son papás, pero ahora no, tú ves como los tipos se ensañan.
-También ha aumentado el uso de armas en los delitos.
Ahí hay un problema grande, que es el tema de la internación de armas, tienen que aparecer de algún lado, es imposible que se hagan acá con impresoras 3D, pero no son de ese tipo, son armas que han sido robadas, que han sido importadas a Chile y que están llegando a algún lugar que no se ha detectado. Lo que se suma, a que han llegado personas que tienen la experiencia para poder transformar armas que son de fogueo en armas que pueden disparar balas.
-Tu rol te ha llevado a ser una figura pública que además se ha convertido en casi un meme por los chascarros que te suceden en vivo ¿Qué ha significado en tu vida?
Hace poco hablaba con una persona sobre lo que es uno es en pantalla, humildemente trato de ser yo, si me ves en la tele y después hablamos, soy el mismo. La gente se da cuenta de eso, siempre lo digo: soy un hijo de feriante, que sacó a la cresta, que estudió, y que he podido seguir en el medio televisivo tratado de ser siempre lo más honesto posible. Además, que te reconozcan lo agradezco mucho. Te da mucha fuerza que te valoren y saluden. Porque cuando estás bajito eso te sube el ánimo. También, soy feliz reportando, me siento bien, voy a cumplir 49 años, y me siento todavía como si fuese un cabro chico.
-Una energía necesaria para estar siempre en pantalla en la madrugada
Los últimos veinte años me he levantado temprano, y ya estoy diseñado así, porque funciono mucho mejor en la madrugada. Mis lamparitas se van acabando conforme van pasando las horas. Mi preparación mental está para la primera parte del día, después ya ando más tonto. Aunque nosé si va a llegar algún punto en donde diga ya es suficiente de mañana y voy a hacer otra cosa.
-Volviendo sobre tu origen de hijo de feriante, según contaste en la Divina Comida, tu padre fue detenido y torturado.
Mi padre fue detenido el año 75 y estuvo preso tres semanas. Lo detuvieron en Temuco y lo trajeron para Santiago. Mi mamá era muy chica, tenía dieciocho años y yo uno. Éramos solo nosotros tres, mi mamá no tenía hermanos. Fue muy duro para nosotros, pero para él también, es un tema que lo marcó, pero gracias a dios sobrevivió y está todavía conmigo.