Crisis en servicios de urgencia: ¿dónde está la respuesta?
Hace poco más de un mes, los servicios de urgencia de la red de salud del país comenzaron a verse al límite de sus capacidades ante el anticipado aumento de las enfermedades virales y respiratorias. Este hecho las organizaciones de trabajadores, gremiales y académicos de salud lo habían anticipado a finales del verano.
A medida que el Plan de Invierno del Minsal se implementa lentamente, la vacunación contra la influenza -base de este plan- alcanza solo el 65% de cobertura de la población objetivo, muy por debajo de la meta establecida. Para empeorar el escenario, solo se ha vacunado el 55% de la población mayor de 65 años y sólo el 63% de la población de niños menores de 5.
Un dato no menor son las advertencias que los trabajadores del área de la salud hicimos llegar a las autoridades sobre las dificultades de ofrecer una atención adecuada a las y los pacientes que llegan a los servicios de urgencia. A eso se suma la permanente demanda de clarificar la situación de los funcionarios Covid, quienes tras la pandemia fueron reinstalados en funciones clínicas, pero sin el futuro laboral confirmado.
Lamentablemente, las advertencias no fueron consideradas seriamente y no se activaron los protocolos dispuestos para el periodo invernal que apuntaban a fortalecer la red de salud. Tampoco se han destinado recursos para mejorar las herramientas de trabajo y de seguridad de las y los funcionarios para atender de mejor manera a la gente que se acerca al servicio de urgencia.
Con ese contexto y, más aún, con la crítica contingencia que se vive en los centros de salud, las respuestas de la autoridad siguen siendo confusas y poco eficientes, con pobres respuestas de la ministra Aguilera y del ahora ex subsecretario Fernando Araos, que manifestaron desprolijidad, desconocimiento y una inusual falta de coordinación que termina golpeando la gestión total del sistema.
Sacar de su cargo a Araos descomprime la presión política, pero ¿aporta en la entrega de respuestas claras y eficientes por parte del Minsal? El gesto de reunirse con los ex ministros y ministras de la cartera es un movimiento para calmar las pasiones políticas o es una voluntad real de articular soluciones con diferentes modos de gestionar el sistema.
Debiera ser una tarea considerar la opinión, las propuestas y las experiencias de las y los trabajadores de la salud que ejercen en terreno porque son quienes día a día ponen el pecho y enfrentan los diferentes casos que llegan a las urgencias. Ellos y ellas debieran ser considerados como primera fuente de información y, por supuesto, base de las respuestas para lidiar con el aumento -y casi asedio- de las enfermedades respiratorias y virales a los centros de salud del país.
Desde la Confederación Fenats Nacional, estamos disponibles para evaluar respuestas desde el conocimiento empírico y la experiencia que tienen nuestras compañeras y compañeros que han demostrado tener la pertinencia durante muchos años de enfrentar alertas sanitarias, incluida una pandemia. Esta crisis debe contar con todo el equipo de salud, y no solo la literatura clínica y los modelamientos que se basan en supuestos y en ocasione, no aterrizan la realidad.
Llamamos a no escatimar en recursos para cubrir las brechas de los distintos establecimientos de salud que se encuentran saturados por la falta de personal en los turnos, generando así un agotamiento que se puede evitar.
Es momento de que las autoridades ministeriales tomen medidas concretas -aumento de recursos y despliegue total de la red de salud- para mejorar la cobertura. Que los representantes políticos dejen a un lado la calculadora, el rating y la mezquindad para ponerse a disposición de las respuestas y soluciones.