La realidad social detrás del medidor
Las complicaciones económicas de las familias en Chile conllevan a que los gastos en los que incurren sean decisiones importantes. La tarifa eléctrica residencial en Chile es la segunda más cara de Sudamérica, y tenemos la mayor desigualdad a la hora de pagar, pues, según ingresos, las familias más vulnerables gastan hasta 3 veces más que las familias de mayores ingresos.
A esto sumamos la existencia de un sobrecargo en la tarifa de electricidad en invierno, que es cuando las familias más consumen electricidad. Dicho sobrecargo busca condicionar la decisión de las familias en cuanto al consumo eléctrico; muchas veces, y lamentablemente, lleva a las familias a disyuntivas indeseable.
Con la llegada del frío en invierno, las familias naturalmente tienen la necesidad de calefaccionar sus viviendas. ¿Pero qué pasa con aquellas familias que tienen un calefactor eléctrico? Todas y todos sabemos que provocan un gran aumento en la “cuenta de la luz” cuando los utilizamos, peor aún con un sobreprecio en invierno.
Entonces, ¿qué decisión puede tomar una familia que utiliza un calefactor eléctrico? Solo dependerá de su nivel de ingresos, pues una familia de altos ingresos sencillamente pagará para no disminuir su calidad de vida, y eso es lo que pasa actualmente, pero ¿qué pasa con una familia de bajos ingresos? Se tendrá que debatir entre dos posibilidades: pagar el sobrecargo y disminuir el ingreso familiar (empobrecerse), o pasar frío.
Por otro lado, el mayor indicador de consumo de electricidad a la hora de pagar la cuenta es la cantidad de personas “detrás del medidor”. Esto explica que el consumo promedio en Peñalolén sea mayor que en Las Condes, o que el de Lo Espejo sea mayor que el de Providencia.
Son las comunas de menos ingresos donde existe mayor densidad de personas por vivienda y donde viven mayor cantidad de personas en situación de hacinamiento. De esta manera, las familias donde existen múltiples núcleos familiares que comparten medidor, o varias viviendas que utilizan el mismo medidor, se ven tremendamente perjudicadas con el sobrecargo al consumo de electricidad en invierno. Entonces, ¿qué pueden hacer las familias hacinadas, compuestas por múltiples núcleos familiares, para no pagar el sobre consumo en invierno? Lo primero, estar destinadas a utilizar fuentes contaminantes para la calefacción; y segundo, limitar su propia calidad de vida para no ver afectado sus ingresos disponibles.
El proyecto de ley “Chao Tarifa de Invierno” busca apoyar a todas las familias de Chile, y en especial a aquellas que no tienen los recursos para pagar el sobrecargo, teniendo que elegir entre cuidar su billetera o pasar frío en invierno.
Buscamos eliminar la tarifa de invierno para darles un respiro a esas miles de familias que hoy, lamentablemente, viven hacinadas, pagando un alto costo por la electricidad utilizada.