En las casas de Petorca casi no hay agua. La poca que queda se usa para las necesidades básicas, y los jardines y patios de las familias se han ido secando, contrastando con el verdor de los monocultivos agrícolas para exportación que sobreexplotan el agua en el lugar.

Ahora, una solución inspirada en la naturaleza le ha devuelto la vida a dos patios de la comuna. Se trata de humedales artificiales que se instalan en los hogares y depuran las aguas grises (las que resultan de lavar los platos, ducharse, lavarse las manos, etc.) para poder regar.

La fitodepuración es el proceso protagonista, que utiliza la capacidad de la naturaleza para filtrar agua. El sistema recoge las aguas directamente de las duchas, lavamanos y lavadora, para tratarlas mediante un sistema de humedales depuradores.

El agua depurada puede utilizarse para recircular en el WC y también para riego. Las muestras que han tomado en laboratorio muestran que la calidad de agua alcanzada tras el proceso es la correcta para estos usos.

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Un proyecto escalable

El sistema se llama Mi Vivienda Hídrica y es un proyecto ganador de un fondo CORFO impulsado por el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), implementado por las empresas Ecological y EBP Chile.

Se trata de un proyecto con instalaciones piloto en un hogar de Peñalolén y dos de Petorca, que además busca en su tercer etapa ser escalable a través de subsidios para hogares rurales.

Toda la instalación del sistema se hizo con participación de las familias y capacitación para que puedan mantenerlo. Además contó con la creación de viveros, donde cada familia eligió los cultivos para autoconsumo y ornamentales de bajo requerimiento hídrico.

“Con esto sabemos que hay soluciones no muy complejas y de bajo costo que llegan a la calidad de agua esperada para reutilizar. En el país se está esperando el reglamento de la ley de aguas grises vigente desde el 2018  para que se multipliquen estas iniciativas”, comenta Alejandra Bravo, coordinadora del proyecto.

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