Desembocadura de Maipo tuvo que ser intervenida de nuevo para llegar al mar y crece alerta
Luego de que el Río Maipo dejara de llegar al mar por primera vez en su historia por su bajo caudal, apareció la solución: se cavó una zanja para volver a reconectar el río con el mar, y frenar la acumulación de agua que estaba inundando zonas aledañas y afectando a algunos agricultores y apicultores.
Pero una semana después, se formó un banco de arena en el borde de la zanja, que volvió a frenar la desembocadura, por lo que fue necesario volver a cavar una zanja más profunda.
Estas intervenciones, realizadas como medida de emergencia, sin un análisis previo de las consecuencias, despiertan preocupación en organizaciones vecinales y ambientales que temen por los efectos a largo plazo que puedan tener en el ecosistema de la desembocadura, que es parte de un humedal reconocido como Santuario de la Naturaleza.
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En cambio piden mayor urgencia en fiscalizar las extracciones de agua no autorizadas que han sido denunciadas por comunidades y concejales de la zona, y que según apuntan, serían destinadas al monocultivo agrícola en la parte media de la cuenca, mermando el caudal que llega a la desembocadura.
Mientras tanto, autoridades locales formaron mesas de trabajo con organizaciones comunitarias y científicas que levantarán y analizarán distintas mediciones en la zona de la desembocadura, para generar un protocolo de acción basado en la ciencia y con miras a preservar el ecosistema a la vez que se atiende a situaciones de emergencia.
Además se trabaja en generar un método de gobernanza que integre a toda la cuenca del río, vinculando a autoridades de la Región Metropolitana y de Valparaíso.