Este martes el Senado aprobó el proyecto de voto obligatorio por 41 votos a favor y uno en contra.

El proyecto, que está en su segundo trámite constitucional, ahora deberá ser visado por la Cámara de Diputadas y Diputados para que se convierta en ley.

Cabe recordar que la iniciativa propone un cambio en la Constitución para que se consagre que “en las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario y secreto”.

“El sufragio será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos salvo en las elecciones primarias. Una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber, los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación”, se puede leer en el proyecto que está siendo tramitado en el Congreso.

Debate en el Senado

El senador Francisco Huenchumilla (DC) valoró la iniciativa, asegurando que “este es un cambio en cierta medida paradigmático, porque es un cambio en cierta medida cultural (…) este país vivió en los últimos 50 o 60 años en base al individualismo, que es el núcleo central del neoliberalismo. El individualismo, donde cada cual vela por sí mismo, hace lo que quiere, y si quiere votar, vota, y si no quiere votar no vota. Eso fue lo que hubo en nuestro país”.

Por su parte, Francisco Chahuán (RN) también destacó la medida, aludiendo al proceso constituyente.  “La negociación más rápida del Acuerdo del 15N fue la del voto obligatorio en el plebiscito de salida. La fue a plantear Fuad Chahin y esa negociación duró 30 segundos. Creíamos que el proceso constituyente debía terminar con un plebiscito de salida con voto obligatorio (...) La democracia representativa necesita urgentemente que el voto obligatorio sea restablecido”, cerró en su intervención.

En esa misma línea, el senador Gastón Saavedra, aludió a la importancia de que la política sea legitimada en las urnas, lo que se puede conseguir con el voto obligatorio.

“Con voto voluntario, las elecciones se hacían con menos de la mitad de los habitantes del país y la validación social de quienes representamos a la ciudadanía era cada vez más escasa (...) El Congreso es consustancial a la democracia. De ahí la importancia de la validación social de quienes seamos elegidos para representar a la ciudadanía”, señaló el legislador.

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