Trabajadores de colegios de los Legionarios de Cristo denuncian sueldos impagos
Trabajadores de los colegios San Juan Diego de Recoleta y Santa María de Guadalupe de Colina, denunciaron trato “indigno” por parte de los ejecutivos de la Fundación Mano Amiga —organización controladora de las escuelas— que acusan de dejar sin sueldo a los funcionarios en el mes de octubre.
Los trabajadores, que ya cumplen un mes en huelga, acusaron que la fundación, que es parte de la Congregación los Legionarios de Cristo, incumplió un preacuerdo que a último minuto fue desechado.
Junto a esto, los trabajadores de los colegios alegaron que les informaron que se descontarían en sus sueldos los días que han estado en huelga durante noviembre.
El presidente del Sindicato N°1, Waldo Delgado, señaló que del petitorio inicial de 37 puntos, se bajó a siete puntos, que se traducen en “mejoras de los bonos de movilización, colación y de responsabilidad; entrar más tarde y salir más temprano cuando el alumnado está de vacaciones; uniforme para los asistentes y vestimenta para los trabajadores de seguridad y mejoras en la infraestructura de los establecimientos”.
Por su parte, el vicepresidente del colegio de Profesores y Profesoras de la región Metropolitana, Hugo Gerter, expresó que el sostenedor de la fundación “no entiende el drama que significa estar paralizados, no tener clases, no recibir sus sueldos y ahora amenazarlos con descontarles los días de noviembre”.
“Tanto los profesores como los trabajadores están realizando todo el esfuerzo para solucionar el conflicto, pero los negociadores del sostenedor no han estado a la altura, ellos no saben lo que significa estar un mes sin sueldo y las consecuencias que sufren los padres, apoderados y alumnos. Ellos son los responsables de esta crisis, y de este paro, el sostenedor tiene que dar la cara, sentarse a conversar y responder ante las autoridades”, agregó Gerter.
De igual forma, los funcionarios de los colegios acusaron que esta no es una situación nueva, ya que el año pasado los apoderados, alumnos y trabajadores denunciaron que parte de la infraestructura de los recintos estaban en “pésimas condiciones”, situación que hasta el día de hoy se mantiene.