En el 2020 le tocó a Valdivia y este año son tres las comunas que participan en una competencia amistosa para consagrarse como la más sustentable de Chile: Providencia, Renca y Peñalolén. El desafío We Love Cities (o Amamos las Ciudades), de la ONG WWF, busca reconocer las iniciativas sustentables que toman los gobiernos locales, así como dar retroalimentación de la ciudadanía para mejorarlas. Hasta este sábado 29 de octubre se puede votar en línea por alguna de las municipalidades chilenas entre las más de 60 ciudades de todo el mundo que fueron seleccionadas para el certamen. 

Entre las acciones tomadas en Peñalolén, se destaca la iniciativa para declarar el parque Quebrada de Macul como una Reserva Natural Municipal, para aumentar su protección. También se menciona la construcción de más ciclovías y acceso a los corredores de buses eléctricos, para ayudar a disminuir las emisiones del sector de transporte y promover la movilidad sostenible, y los planes para aumentar la eficiencia energética en su infraestructura.

Providencia se encuentra compitiendo por su estrategia energética, que contempla la instalación de decenas de plantas productoras de energía solar distribuida, y la primera microred urbana de energía local. También destaca su estrategia de recursos hídricos, que incluye el cambio de césped por flores con bajo requerimiento hídrico y el uso de pavimento que absorbe agua lluvia para irrigar las raíces de los árboles urbanos. 

Renca innova por su sistema de transporte eléctrico gratuito que atiende a los adultos mayores, así como las áreas verdes resilientes; una red de parques con plantas nativas de bajo consumo hídrico que ofrecen sombra y descanso a las y los habitantes. Otra iniciativa destacada es el proyecto para instalar paneles fotovoltaicos para suministrar a tres colegios de la comuna. 

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Ciudades sustentables 

We love cities es la segunda fase del Desafío de las Ciudades de WWF; “una competencia amigable para movilizar a las ciudades para ayudar a los países a cumplir con el Acuerdo de París”. En la iniciativa, los gobiernos locales reportan sus programas de desarrollo urbano sustentable en una plataforma pública, cumpliendo con estándares internacionales. Así, un jurado especializado elige las ciudades para la segunda fase. En esta, la ciudadanía puede votar por las ciudades y sugerir mejoras para los planes de cada una de ellas, que serán luego recibidos por los gobiernos locales. 

El desafío pone en valor la relevancia de la acción climática en las ciudades, ya que es donde vive la mitad de la población mundial, y donde se produce la mayor cantidad de emisiones contaminantes. “Las ciudades tienen un potencial sin explotar para descarbonizar la economía, invertir en infraestructura resiliente y flexible, implementar soluciones basadas en la naturaleza y la protección de la biodiversidad, especialmente mediante una mejor planificación urbana. Son también los gobiernos locales quienes tienen el potencial de involucrar e interactuar con sus ciudadanos y partes interesadas urbanas para avanzar juntos en esta transición”, se reflexiona en un libro de WWF donde se comparten las experiencias de Santiago y Valdivia; comunas chilenas finalistas en la última edición del programa.