Mejor ponerse Amarillo mil veces que rojo una vez
El sistema de partidos de Chile empezó un nuevo ciclo de interacción desde el estallido social en octubre de 2019, pasando por todo el proceso constitucional hasta el último hito con el triunfo del Rechazo el 4 de septiembre del 2022. En todos esos procesos, se vio la disminución del poder político del Partido Demócrata Cristiano (PDC), el partido de centro/centroizquierda por excelencia, perdiendo poder en el Congreso como en el Poder Ejecutivo, y su capacidad de presión como partido que buscaba acuerdos entre las coaliciones, dejando el centro político sin nuevos referentes para lo que se avecinaba. Pero en esa incertidumbre nace el movimiento político “Amarillos x Chile”, que apoyaban la opción Rechazo ante el plebiscito de salida, agrupando a antiguos militantes del PDC, intelectuales y tecnócratas de la Concertación. Tal como dice el título de esta columna, es un movimiento que prefiere amarillar mil veces que ponerse rojos una vez.
Este movimiento que nace en 2022 no es algo nuevo, ya que dos de sus figuras claves (Gutenberg Martínez y Soledad Alvear) fundaron en 2018 la colectividad política “Comunidad en Movimiento” bajo la misma lógica que Amarillos: agrupar a agentes políticos y antiguas autoridades gubernamentales que deseaban ser figuras claves en la búsqueda de acuerdos y la mantención vigente del centro político, aunque estoy seguro que gran parte de los lectores de esta columna no recordaban la existencia de este movimiento. Así se logra mantener vigente algunos candidatos a elecciones legislativas y el uso de sus medios de comunicación para mantenerse en el ruedo político, pero en este caso tienen una pequeña diferencia, el contexto de la opción rechazo. ¿Amarillos x Chile podría caer en ese olvido?
Al igual que la autocrítica hacia las figuras del Apruebo, Amarillos se autodesignan como voceros ciudadanos porque “entienden” y “conocen” la realidad nacional. Buscan ser los nuevos bastiones del centro político, pero dudo que sea a nivel nacional, ya que solo buscan tener su nicho electoral en el sistema multipartidista actual. El futuro partido tiene que tener en cuenta que los votos obtenidos por el Rechazo no son completamente de ellos. Gran parte de sus figuras pueden tener un valor negativo por parte del electorado más joven y ahora tienen una misión muy importante respecto al futuro del proceso constituyente, ya que sus aliados de derecha están bajando sus propuestas de una nueva Convención Constitucional; desde ahí Amarillos pueden generar acuerdos internos y poder ser considerados como actores validos en el proceso.
Un escenario que los puede afectar es el regreso de sus antiguos compañeros de coalición al gobierno de Apruebo Dignidad. Si el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Socialista (PS), al tener figuras dentro del Ejecutivo y el Legislativo, tienen capacidades reales de presión política y llegar al electorado de centro/centroizquierda en comparación con Amarillos x Chile que solo posee el valor de sus figuras ex concertacionistas. Amarillos x Chile está apostando a una antigua receta que no ha dado los resultados de ser el bastión del centro: el futuro partido lo que busca es ser una representación para un nicho electoral especifico, con cierto nivel educacional y adquisitivo.
Otra pregunta sobre este posible partido es: ¿serán parte de alguna coalición? Si se van a la coalición de Chile Vamos, deberán dejar llamarse como ciudadanos de centro/centroizqui30erda y lo único que tienen como base es su posición hacia el Rechazo, pero desde la otra vereda dudo que sean bien recibidos por sus antiguos partidos de la Concertación. Se debe entender que ahora los partidos están más cercanos a sus trincheras, más allá que negociar con una visión de Estado.