El informe que China no quería: Bachelet acusa “graves violaciones a los DDHH” en Xinjiang
En una histórica toma de posición, difundida minutos antes de la medianoche (hora local) en que acababa el mandato de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, esta agencia emitió su esperado informe contra China por el trato hacia los uigures y otras minorías étnicas musulmanas.
La ONU dijo que la investigación concluyó que en dicha región "se han cometido graves violaciones de los derechos humanos en el contexto de la aplicación por parte del gobierno de estrategias de lucha contra el terrorismo y el 'extremismo'" y China pudo cometer “crímenes contra la humanidad” al aplicar políticas que han implicado detenciones arbitrarias masivas y otros graves abusos.
El informe se centra en la situación de los derechos humanos de los uigures, una minoría asentada en la provincia noroccidental de Xinjiang y que el Gobierno chino ha reprimido por décadas porque considera que es un vivero para el extremismo islámico, hasta el punto que en 2018 se descubrió que había creado gigantescos campos de internamiento para "reeducarlos".
La agencia confirmó que la legislación antiterrorista provocó la "privación de la libertad a gran escala" de esas minorías al menos entre 2017 y 2019, y señala que los habitantes uigures han sido víctimas de tortura, malos tratos, tratamiento médico forzado y violencia sexual.
Desde entonces el patrón parece haber variado y los centros en los que eran confinados -denominados por el gobierno "centros de educación vocacional"- se han reducido en tamaño y número, pero las detenciones siguen practicándose mediante procesos penales que han dado lugar al aumento del tiempo y cantidad de encarcelamientos de uigures en particular, añade el documento.
En ese sentido la oficina de Bachelet recomendó al gobierno de Xi Jinping adoptar "rápidamente medidas para liberar a todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad en Xinjiang, ya sea en los llamados 'centros de formación profesional', en las prisiones o en otros centros de detención".
Esperado informe
Bachelet, cuyo mandato termina este miércoles, había prometido que dará a conocer el documento antes de dejar el cargo, lo que se concretó hoy.
La expresidenta chilena, quien fue muy criticada por organizaciones de derechos humanos por el retraso en la publicación del documento, había reconocido la semana pasada que había recibido una carta firmada por unos cuarenta países que le pedían que no publique el informe que su oficina prepara desde hace un par de años sobre esa situación y cuya elaboración se retrasó cuando el Gobierno chino aceptó que visitara el país el pasado mayo.
Según Bachelet, esa visita era prioritaria porque era una oportunidad única para ver de primera mano lo que ocurría en el país y tener un contacto directo con familiares de uigures que estuvieron o están en esos campos de internamiento.
Las aprensiones de China
Antes de conocerse el informe, China había manifestado sus reparos al respecto. "Nosotros hemos dejado muy claro a la alta comisionada y a otros funcionarios que nos oponemos firmemente a este informe", dijo más temprano a los periodistas el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun.
"Todos sabemos que la llamada cuestión de Xinjiang es una mentira completamente fabricada con motivos políticos y su fin es minar la estabilidad de China y obstruir su desarrollo", insistió Zhang.
El diplomático opinó que Bachelet "debería mantenerse independiente, evitar interferir en los asuntos internos de China y no resignarse a las políticas de poder de un número de países occidentales".
Además, el embajador chino advirtió que el informe puede minar las relaciones entre Naciones Unidas y Pekín.
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- Revise el informe acá (en inglés):