Bienes Nacionales entrega en concesión por 20 años la Casa de la Memoria Alberto Bachelet
Hasta la comuna de La Cisterna llegó la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, para hacer entrega en concesión por 20 años de la Casa de la Memoria Alberto Bachelet, ex Nido 20, lugar que fue uno de los tantos centros de exterminio y tortura durante la dictadura de Pinochet.
El inmueble fue una casa de seguridad para militantes del MIR y, luego de un allanamiento en 1974, fue confiscado y convertido en un centro transitorio de interrogación y tortura de la Dirección de inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile (DIFA), entre los años 1974 y 1978. Por ella pasaron decenas de detenidos, varios de los cuales aún se encuentran desaparecidos.
En el lugar, que fue declarado Monumento Histórico en 2005, la ministra Toro relevó el trabajo y la lucha por años del Comité de Derechos Humanos Ex Nido 20, cuyos miembros levantaron este espacio para recordar a las víctimas y como un recinto de memoria abierto a la comunidad.
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“Estamos contentas de concretar esta concesión y realizar este aporte, porque sabemos el trabajo que hay de años y lo que hacen no es solo para las víctimas y sus familiares, si no para toda la sociedad. Todos y todas deberían conocer la historia de lo que aquí pasó, así que espero que esta entrega les dé mayor estabilidad en su administración. Una de las garantías de no repetición tiene que ver con conocer nuestra historia, por muy dura que sea”, comentó la ministra Toro.
“Un país sin memoria no es país”, dijo en la misma línea Juan Espina, sobreviviente y presidente del Comité de DD.HH. Ex Nido 20, quien agradeció la gestión y la visita de la ministra.
Alejandra Parra, hija de ejecutado político y vicepresidenta del Comité, explicó que fue un largo trámite hasta lograr la entrega de la concesión. “Durante el gobierno anterior nos daban permisos cortos, así que fue un proceso bien angustioso. Apenas fue el cambio de gobierno empezamos a insistir para reactivar este proceso y por fortuna hubo voluntad política que se agradece”.
“Nos quedamos con la tranquilidad para trabajar las líneas que queremos desarrollar. Nos gustaría restaurar la casa, y para ello hay que hacer un trabajo arqueológico, de recopilación de información, esa es nuestra primera misión para que la casa perdure. Y luego trabajar la museografía”, detalló.
La Casa de la Memoria lleva el nombre del ex general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, quien no estuvo detenido en este recinto, pero que fue asesinado tras el golpe militar.
En la ceremonia de entrega de concesión estuvo presente Francisca Dávalos, nieta de Alberto Bachelet, quien comentó la conexión de su familia con este espacio de memoria. “Mi abuela (Ángela Jeria) estuvo colaborando aquí y ha sido un desafío familiar mantener la memoria, ella valoraba mucho que el Comité tuviera este trabajo con la comunidad, venía a algunas ceremonias y yo empecé a venir con ella”, detalló.
“Cuando mi abuela murió trajimos algunos libros para donar a la biblioteca que tienen en la Casa y yo también me he ido vinculando bastante. Que lleve el nombre de mi abuelo Alberto es un gesto de reparación simbólica y de poner el foco en estas personas que eran de las FF.AA. y que no estaban a favor de una vía autoritaria, porque existieron y algunos todavía están vivos”, agregó.
Este es el primer sitio de memoria entregado en concesión durante la gestión de la ministra Toro, quien ha definido como una de las líneas estratégicas de Bienes Nacionales la recuperación de recintos e inmuebles para la memoria histórica. Al final de su mandato, espera haber entregado, al menos, uno por región.